Los dientes y el envejecimiento: Cómo cambia tu boca a medida que envejeces

El desgaste cotidiano, junto con una mala mordida y el rechinar de dientes, pueden hacer mella en tus dientes y encías. El médico explica cómo prevenir los problemas bucales a medida que envejecemos.

Reduzca el desgaste

Tus dientes son locamente fuertes. Aun así, pueden desgastarse. Tanto masticar, rechinar y morder desgasta el esmalte, esa capa dura y externa de tus dientes. También aplana las piezas que utilizas al morder y masticar.

No puedes borrar toda una vida de desgaste, sin que te lo restaure un dentista, pero puedes evitar que empeore. No mastiques hielo ni otros alimentos duros. Eso puede provocar astillas en el esmalte e incluso la rotura de los dientes.

Los dientes también pueden desgastarse por una mala mordida, que puede requerir un trabajo de ortodoncia, y por el rechinamiento nocturno (bruxismo), que puede requerir el uso de un protector nocturno. Habla con tu dentista.

Mantenga sus encías sanas

Las bacterias, llamadas placa, siempre se están formando en tus dientes. Si no la eliminas, puede causar dolor, inflamación y sangrado en tus encías. Incluso puede causar infecciones que dañen el hueso que hay debajo.

Tu dentista tratará la enfermedad de las encías, llamada periodontitis. Si la dejas pasar sin control, puede dañar tus encías y huesos. Una vez que esto ocurra, es posible que haya que extraer los dientes.

Los signos de la enfermedad de las encías incluyen:

  • Sangrado al cepillarse los dientes

  • Encías que se retraen o se alejan de los dientes

  • Dientes flojos

  • Mal aliento

La mejor manera de mantener las encías en buen estado es cuidar bien los dientes. Cepíllate dos veces al día y utiliza el hilo dental todos los días. Acude a tu dentista regularmente para revisiones y limpiezas. Si fuma, deje de hacerlo.

No dejes que se te seque la boca

La saliva ayuda a limpiar los dientes y protege tu boca de las caries. Pero a medida que envejece, su boca se vuelve más seca y sus probabilidades de sufrir caries aumentan. La culpa podría ser de tu medicación. Muchos medicamentos te resecan. Para combatirlo, bebe más agua. Mantenla en la boca durante unos segundos antes de tragarla. También puedes chupar caramelos sin azúcar o masticar chicles sin azúcar. Si crees que la causa son los medicamentos, habla con tu médico para cambiarlos.

Sé amable con los dientes sensibles

El esmalte desgastado, los problemas de encías y las caries pueden hacer que tus dientes sean más sensibles. Pueden doler cuando bebes algo caliente o frío o incluso cuando te cepillas los dientes con demasiada fuerza.

Un buen cuidado dental es la mejor prevención. Cepíllate, utiliza el hilo dental y acude a tu dentista con regularidad. Si tienes los dientes sensibles, tu dentista puede recomendarte una pasta de dientes o un tratamiento en la consulta que te haga sentir más cómodo.

Cuidado con el ácido

Las bebidas gaseosas y los cítricos y zumos contienen ácido. Los alimentos azucarados y con almidón hacen que tu boca produzca ácido. Cada uno de ellos desgasta el esmalte de los dientes.

No te lleves estas bebidas a la boca. Acompáñalo de leche o queso para "anular" el ácido. Come alimentos azucarados y con almidón con las comidas principales, no como tentempiés. Es entonces cuando tu boca produce más saliva para ayudar a eliminar el ácido

Esté atento al cáncer

A medida que envejece, existe una pequeña posibilidad de que pueda desarrollar un cáncer de boca, garganta, lengua o labios. La mejor manera de prevenirlo es dejar de fumar y beber alcohol con moderación. Utiliza bálsamo labial con protección solar siempre que salgas al exterior.

El dolor no es un síntoma al principio, por lo que debes acudir a tu dentista con regularidad para que te haga revisiones. Ellos pueden buscar cualquier problema y tratarlo a tiempo. Los signos de advertencia pueden ser llagas, manchas rojas o blancas y cualquier cambio duradero en tu boca.

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