Aprenda más sobre la crianza en helicóptero, cómo puede afectar a sus hijos y cómo puede cambiar su estilo de crianza.
Los padres helicóptero suelen tener buenas intenciones, pero con el tiempo, interferir constantemente en la vida de su hijo hará más daño que bien. Los niños cuyos padres ejercen demasiado control e influencia en sus vidas pueden tener problemas para aprender a desenvolverse solos cuando crezcan...
Qué es un padre helicóptero?
El término "padre helicóptero" se utilizó por primera vez en el libro de Haim Ginott de 1969 Padres y Adolescentes. Ginott hablaba de un adolescente que comparaba a su madre con un helicóptero y decía que estaba cansado de su "ruido y aire caliente".
Hoy en día, utilizamos la frase para describir a los padres que son sobreprotectores, controladores o que se apresuran a interferir en favor de sus hijos. Se puede ver a un padre helicóptero al lado de un niño pequeño, diciéndole lo que tiene que hacer y cómo tiene que jugar.
A medida que el niño crece, el padre helicóptero puede programar demasiadas actividades. En el caso de los estudiantes de secundaria, los padres helicóptero vigilan muy de cerca las calificaciones de los alumnos y se involucran cuando ven una nota que no les gusta. Pueden empezar a ayudar con los deberes o incluso ir a ver al profesor o al director del centro para exigir que reconsidere la nota. ?
Los universitarios pueden ver que sus padres helicóptero desempeñan un papel activo en su vida en el campus. Los padres pueden elegir sus clases y supervisar sus estudios. Los padres helicóptero también podrían intervenir para ayudar en actividades básicas como la lavandería o la organización de los viajes?
El impacto de la crianza en helicóptero en los niños
Los investigadores que han hecho un seguimiento de los niños con padres demasiado implicados han descubierto que el exceso de atención no siempre es bueno para ellos. Los padres helicóptero pueden perjudicar el desarrollo emocional de sus hijos, lo que conduce a:
Un desarrollo social y académico más lento. Un estudio siguió a un grupo de niños de 2 a 10 años. Aquellos cuyos padres eran más controladores eran menos capaces de gestionar sus emociones y su comportamiento. Sus habilidades sociales se vieron afectadas. A los 10 años, los niños con padres helicóptero no rendían tanto en la escuela como los niños con padres menos controladores.
Problemas de salud mental. Algunas investigaciones sugieren que la crianza en helicóptero aumenta el riesgo de problemas de salud mental. Los padres que hacen demasiado por sus hijos pueden dañar su autoestima. El niño puede crecer sintiendo que sus padres no creen que pueda hacer las cosas por sí mismo. Los estudiantes universitarios con padres demasiado implicados tienden a tener más síntomas de depresión y ansiedad...
El agotamiento. Los hijos mayores de padres helicóptero son más propensos al agotamiento académico que sus compañeros. En parte, esto se debe a que les preocupa que sus padres se sientan decepcionados si fracasan.
Falta de autocontrol. Otro problema es que estos alumnos no han aprendido a autocontrolarse. Si han llegado a depender de los padres para microgestionar sus vidas, el estrés de vivir por su cuenta puede ser una sorpresa desagradable. Si no han aprendido nunca estrategias eficaces de afrontamiento emocional, es fácil que la vida universitaria y la vida adulta les resulten abrumadoras.
Cambios que puedes hacer para evitar ser un padre helicóptero
Si te preocupa que estés haciendo demasiado por tus hijos, no es difícil cambiar tu forma de actuar. Prueba estos consejos para dar a tu hijo más espacio para que madure por sí mismo.
Escucha a tus hijos. Dale a tus hijos tiempo para que compartan sus ideas y opiniones. Hágales saber que sus ideas le importan.
No intervenga de inmediato. Si su hijo se enfrenta a un reto, deje que intente resolverlo por sí mismo. Esté dispuesto a ayudar si se lo piden, pero no les ofrezca la ayuda que quizá no quieran o necesiten.
Adopte una mentalidad de crecimiento. Enseña a los niños que cada error es una oportunidad para aprender. Hazles saber que a menudo pueden volver a intentarlo si algo no sale bien a la primera.
Enfréntate a tu propia ansiedad. Su necesidad de control puede provenir de su miedo a que le ocurran cosas malas a su hijo. No dejes que tus preocupaciones impidan a tu hijo probar cosas nuevas por sí mismo.
Si te preocupa que tu estilo de crianza perjudique a tu hijo, pide consejo a su pediatra. También puedes llamar a un consejero, a un entrenador de padres o a un psicólogo para hablar de tus sentimientos y establecer nuevas estrategias de crianza.?