El médico habla sobre los cálculos de las glándulas salivales, incluyendo los síntomas, las causas y los tratamientos.
La mayoría de los cálculos afectan a las glándulas submandibulares situadas en el suelo de la boca. Con menos frecuencia, los cálculos afectan a las glándulas parótidas, situadas en el interior de las mejillas, o a las glándulas sublinguales, que están debajo de la lengua. Muchas personas con esta enfermedad tienen varios cálculos.
Causas y síntomas de los cálculos en las glándulas salivales
Los cálculos salivales se forman cuando las sustancias químicas de la saliva se acumulan en el conducto o la glándula. En su mayoría contienen calcio. No se conoce la causa exacta. Pero los factores que contribuyen a una menor producción de saliva y/o a una saliva espesa pueden ser factores de riesgo para los cálculos salivales. Estos factores son: la deshidratación, la mala alimentación y el uso de ciertos medicamentos, incluidos algunos antihistamínicos, medicamentos para la presión arterial, medicamentos psiquiátricos y medicamentos para el control de la vejiga. Los traumatismos en las glándulas salivales también pueden aumentar el riesgo de cálculos salivales.
Los cálculos no causan ningún síntoma cuando se forman, pero si alcanzan un tamaño que bloquea el conducto, la saliva retrocede hacia la glándula, causando dolor e hinchazón. Puede sentir el dolor de forma intermitente, y puede empeorar progresivamente. A continuación puede producirse una inflamación e infección dentro de la glándula afectada.
Diagnóstico y tratamientos de los cálculos de las glándulas salivales
Si tiene síntomas de un cálculo en las glándulas salivales, su médico comprobará primero si hay cálculos con un examen físico. A veces también puede pedir pruebas, como una radiografía, un TAC o una ecografía.
Si se detecta un cálculo, el objetivo del tratamiento es eliminarlo. En el caso de los cálculos pequeños, estimular el flujo de saliva chupando un limón o caramelos ácidos puede hacer que el cálculo salga espontáneamente. En otros casos en los que los cálculos son pequeños, el médico o dentista puede masajear o empujar el cálculo fuera del conducto.
En el caso de cálculos más grandes y difíciles de eliminar, los médicos suelen hacer una pequeña incisión en la boca para extraer el cálculo.
Cada vez más, los médicos utilizan una técnica más novedosa y menos invasiva denominada sialendoscopia para eliminar los cálculos de las glándulas salivales. Desarrollada y utilizada con éxito en Europa desde hace una década, la sialendoscopia utiliza diminutos visores iluminados, que se introducen en la abertura de la glándula en la boca, para visualizar el sistema de conductos salivales y localizar el cálculo. A continuación, mediante microinstrumentos, el cirujano puede extraer el cálculo para aliviar la obstrucción. La intervención se realiza con anestesia local o general ligera, lo que permite al paciente volver a casa el mismo día.
En el caso de personas con cálculos recurrentes o daños irreversibles en la glándula salival, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de la glándula.
Además, se prescriben antibióticos si los cálculos salivales han causado una infección.
