Su plan de salud bucodental

Una buena salud bucodental implica algo más que cepillarse los dientes y usar el hilo dental. El médico le explica cómo elaborar un plan de salud bucodental.

1. Entiende tus propias necesidades de salud bucal.

Hable con su dentista, otro especialista en salud oral o higienista sobre cualquier condición especial en su boca y cualquier forma en que sus condiciones médicas/de salud afecten sus dientes o su salud oral. Por ejemplo, los tratamientos contra el cáncer, el embarazo, las enfermedades cardíacas, la diabetes, los aparatos dentales (prótesis, aparatos de ortodoncia) pueden afectar a su salud bucodental y pueden requerir un cambio en el cuidado de su boca y/o sus dientes. Asegúrese de informar a su dentista si ha experimentado un cambio en su salud general o en cualquier medicamento que esté tomando desde su última visita al dentista.

2. Desarrolle, y luego siga, una rutina diaria de salud bucal.

Basándose en las conversaciones con su proveedor de servicios de salud bucodental sobre las condiciones de salud que pueda tener, desarrolle una rutina de salud bucodental que sea fácil de seguir a diario. Por ejemplo, las personas con condiciones especiales, incluyendo el embarazo y la diabetes, pueden requerir instrucciones adicionales y quizás tratamientos para mantener su boca sana. Asegúrese de que entiende los cuidados y/o tratamientos adicionales que se necesitan, comprométase con las tareas adicionales e incorpórelas a su rutina de salud diaria.

3. Utiliza el flúor.

Los niños y los adultos se benefician del uso del flúor. El flúor fortalece los dientes en desarrollo de los niños y previene las caries tanto en niños como en adultos. Las pastas de dientes y los enjuagues bucales contienen flúor. Es posible que los niveles de flúor en el agua del grifo no sean lo suficientemente elevados como para prevenir la caries si no se toman suplementos. Póngase en contacto con la empresa de suministro de agua para determinar el nivel correspondiente a su zona. Hable con su dentista sobre sus necesidades de flúor. Pregunte si necesita suplementos de flúor o un producto de flúor de mayor potencia y con receta médica.

4. Cepíllate, usa el hilo dental y enjuágate a diario.

Cepíllate los dientes al menos dos veces al día (por la mañana y antes de acostarte) y utiliza el hilo dental al menos una vez al día. Mejor aún, cepíllate después de cada comida y merienda. Estas actividades eliminan la placa, que si no se elimina, se combina con los azúcares para formar ácidos que conducen a la caries dental. La placa bacteriana también provoca enfermedades de las encías y otras enfermedades periodontales.

Los enjuagues bucales antibacterianos también reducen las bacterias que causan la placa y la enfermedad de las encías, y el enjuague bucal con flúor puede ayudar a prevenir las caries.

5. Lleva una dieta equilibrada y limita los tentempiés.

Coma una variedad de alimentos, pero consuma menos alimentos que contengan azúcares y almidones (por ejemplo, galletas, pasteles, tartas, caramelos, helados, frutos secos y pasas, refrescos, patatas fritas). Estos alimentos son los que producen más ácidos en la boca, que inician el proceso de caries. Si meriendas, cepíllate los dientes después o mastica un chicle sin azúcar.

6. Si consumes productos de tabaco, deja de hacerlo.

Fumar cigarrillos o usar productos de tabaco sin humo aumenta el riesgo de cáncer oral y de cáncer de laringe, faringe y esófago; enfermedad de las encías; mal aliento; decoloración de los dientes; y otros problemas de salud oral y general.

7. Examina tu boca con regularidad.

Familiarícese con el aspecto de su propia boca y de sus dientes mediante un examen frecuente. De este modo, podrá detectar cualquier cambio en una fase temprana y hacer que un dentista lo examine. Busque el desarrollo de cualquier mancha, lesión, corte, hinchazón o crecimiento en las encías, la lengua, las mejillas, el interior de los labios y el suelo y el techo de la boca. Examine sus dientes para detectar cualquier signo de astillado o agrietamiento, decoloración y soltura. Si experimenta un cambio en la mordida o siente dolor, llame a su dentista lo antes posible. Es especialmente importante realizar un examen bucal si usted es consumidor de tabaco, ya que corre un mayor riesgo de desarrollar cáncer bucal.

8. Visite a su dentista con regularidad.

La recomendación estándar es visitar a su dentista dos veces al año para revisiones y limpiezas. Hable con su dentista sobre la frecuencia que más le conviene.

9. Desarrolle una colaboración con su dentista.

No tengas miedo de pedir más información a tu dentista si no entiendes un tratamiento o procedimiento. Deberías poder tener una conversación libre y sincera con tu dentista. Estas son las preguntas que puede hacer:

  • Cuáles son las opciones de tratamiento para una determinada afección dental?

  • En qué se diferencian estas opciones en cuanto a coste y durabilidad?

  • Resuelven todas las opciones el problema? Cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada opción?

  • De los tratamientos dentales que se recomiendan, ¿cuáles son absolutamente necesarios, cuáles son menos urgentes, cuáles son electivos y cuáles son meramente cosméticos?

  • Cuáles son las consecuencias de retrasar el tratamiento?

  • Cuánto costará el tratamiento?

  • Cuándo hay que pagar?

  • Qué método de pago espera su dentista?

  • Tiene claro todos los honorarios y los métodos y calendarios de pago?

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