Piercings orales (labio y lengua): Riesgos, cuidados en casa y más

Conozca los riesgos de hacerse un piercing oral en el labio, la mejilla o la lengua, así como consejos para cuidar un piercing en casa.

Un piercing oral (en la boca) es un pequeño orificio en la lengua, el labio, la mejilla o la úvula (el diminuto tejido que cuelga en la parte posterior de la garganta) en el que puedes llevar joyas.

Tipos de piercings orales

Puedes hacerte un piercing en el interior de la boca (intraoral) o del tipo que se ve fuera de la boca (perioral). Algunos lugares comunes incluyen su:

  • Lengua

  • Labio

  • Mejilla

  • Frenillo (tejido que conecta los labios o la lengua con las encías o el suelo de la boca)

  • Úvula (tejido que cuelga en la parte posterior de la garganta)

Riesgos y complicaciones del piercing oral

Es una forma de expresar tu estilo, pero puede ser peligroso. Tu boca se llena de bacterias que pueden provocar infecciones e hinchazón. Una lengua hinchada puede dificultar la respiración. En algunas personas con enfermedades cardíacas, las bacterias pueden provocar una afección que puede dañar las válvulas del corazón.

Los piercings en la lengua también pueden suponer un riesgo de hemorragia. Tienes muchos vasos sanguíneos en esa zona.

Las joyas también pueden causar problemas. Puede romperse en la boca y asfixiarte. Puedes romperte los dientes al comer, dormir, hablar o masticar. Si la rotura se adentra en el diente, puedes perderlo o necesitar una endodoncia para arreglarlo.

Los piercings bucales también pueden:

  • Hacer que sea difícil hablar, masticar o tragar.

  • Dañar la lengua, las encías o los empastes

  • Hacerte babear

  • Dificultar a tu dentista la realización de una radiografía de tus dientes

  • Provocar problemas de salud graves, como la enfermedad de las encías, el sangrado incontrolado, una infección a largo plazo, la hepatitis B y la hepatitis C

  • Provocar una reacción alérgica al metal de las joyas

  • Dañar los nervios de la lengua, una afección que suele ser breve pero que a veces puede ser duradera

Debido a estos riesgos, la Asociación Dental Americana advierte contra los piercings orales. Y, sobre todo, no deberías hacerte uno si haces cosas que podrían hacer más probable que te causen problemas.

Las personas con enfermedades que pueden dificultar la cicatrización del piercing corren un riesgo especial de sufrir problemas de salud. Entre ellas están las enfermedades cardíacas, la diabetes, la hemofilia y las enfermedades autoinmunes.

Seguridad del piercing oral

Si has decidido hacerte un piercing oral, asegúrate de estar al día con las vacunas de la hepatitis B y el tétanos.

Elige un taller de piercing que parezca limpio y bien gestionado. Busca un perforador que tenga licencia, lo que significa que ha recibido una formación especial. El perforador debe lavarse las manos con jabón antimicrobiano, llevar guantes frescos y desechables y utilizar herramientas esterilizadas o que se tiren después de un uso.

Querrás asegurarte de que:

  • El perforador está encantado de responder a tus preguntas.

  • Las personas que trabajan en la tienda han sido vacunadas contra la hepatitis B. (No pasa nada por preguntar.)

  • La tienda no utiliza una pistola de perforación.

  • La aguja es nueva y nunca ha sido utilizada.

  • La aguja se coloca en un contenedor sellado después de ser utilizada.

  • Las joyas son de acero quirúrgico, oro macizo o platino.

Cuidado del piercing oral

Una vez que salgas de la tienda, tendrás que asegurarte de que tu piercing se cura y no se infecta. La cicatrización suele tardar entre 3 y 4 semanas. Durante ese tiempo, deberías:

  • Enjuagar el piercing de la lengua o del labio después de cada comida o tentempié y antes de acostarse. Utiliza agua salada tibia o un enjuague bucal antibacteriano y sin alcohol.

  • No besar a nadie mientras te curas. (Evite el contacto con la saliva de otra persona).

  • No compartir tazas, platos, tenedores, cuchillos o cucharas.

  • Coma pequeños bocados de alimentos saludables.

  • No comer alimentos y bebidas picantes, saladas o ácidas.

  • No tomar bebidas calientes, como café, té o chocolate caliente

  • Sé amable. Habla y mastica con cuidado, y trata de no hacer chocar tus joyas contra los dientes.

  • Comprueba de vez en cuando que tus joyas siguen apretadas para evitar que te las tragues o te atragantes.

  • Quítate las joyas mientras haces deporte y usa un protector bucal.

Mientras el piercing se cura, deberías poder quitarte la joya durante cortos periodos de tiempo sin que el agujero se cierre. Si te haces un piercing en la lengua, el perforador empezará con un "barbell" más grande para darle a tu lengua espacio para sanar mientras se hincha. Una vez que la hinchazón haya disminuido, los dentistas recomiendan sustituir la barra grande por una más pequeña que no moleste a los dientes.

Una vez que la lengua se haya curado, quítate el colgante todas las noches y cepíllate los dientes de la misma manera. Es posible que quieras quitártela antes de irte a dormir o de hacer algo activo.

Cuándo pedir ayuda

Puedes esperar síntomas a corto plazo como dolor, hinchazón y exceso de saliva.

Esté atento a los signos de infección como:

  • Enrojecimiento

  • Hinchazón

  • Mucho sangrado

  • Descarga

  • Un mal olor

  • Erupción

  • Fiebre

Si tienes alguno de estos síntomas, acude a un profesional de la salud. Además, busca ayuda si simplemente sientes que algo no está bien.

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