Tratamiento de la EM: Cómo saber si está funcionando

Los síntomas no son una buena forma de saber si el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) está funcionando. Averigüe qué busca su médico.

No necesita que un médico le diga si los medicamentos para sus síntomas están funcionando. Si toma un medicamento para combatir la fatiga, debería sentir más energía. Si toma un laxante, debería aliviar el estreñimiento asociado a la EM.

Sin embargo, es posible que necesites un médico para saber si tu principal tratamiento para la EM -el fármaco modificador de la enfermedad- está funcionando. Esto se debe principalmente a que puede aparecer una nueva actividad de la enfermedad en un escáner cerebral aunque los síntomas no parezcan haber empeorado.

Iniciar un tratamiento: Qué esperar

Si tienes EM recurrente-remitente, tu médico te sugerirá que empieces a tomar un medicamento modificador de la enfermedad en cuanto te diagnostiquen. Estos medicamentos actúan sobre el sistema inmunitario para reducir la inflamación del cerebro y la médula espinal. El objetivo es ralentizar la formación de nuevas lesiones cerebrales y reducir la tasa de brotes de EM, llamados recaídas.

Lo que no hace un fármaco modificador de la enfermedad: Tratar los síntomas, curar la EM o hacer que se sienta mejor. De hecho, es posible que no sienta que su medicamento está haciendo nada, además de causar efectos secundarios. Los más comunes son:

  • Dolor e hinchazón en el lugar donde la aguja se clavó en tu piel

  • Síntomas parecidos a los de la gripe

  • Problemas de hígado

Los medicamentos para la esclerosis múltiple necesitan tiempo para funcionar

Cuando uno está enfermo, quiere que sus medicamentos actúen rápidamente. Sólo algunos tratamientos para la EM lo hacen, y son los que se dirigen a los síntomas.

Por ejemplo, algunos medicamentos para aliviar el dolor pueden actuar con bastante rapidez. Lo mismo ocurre con los fármacos que acortan las recaídas. Por ejemplo, si tiene un brote grave, su médico puede darle un tratamiento de 3 a 5 días de corticosteroides intravenosos. Pero estos potentes antiinflamatorios no actúan sobre la propia enfermedad.

Los fármacos que ralentizan la progresión de la enfermedad tardan mucho más en actuar. Pueden pasar meses antes de que el fármaco modificador de la enfermedad frene la evolución de la EM que daña los nervios. Durante este tiempo, puede incluso sufrir una recaída, pero eso no significa que el fármaco no esté funcionando. Como no hay ningún fármaco que pueda curar la EM, las recaídas acabarán ocurriendo.

Qué buscan los médicos

Las revisiones periódicas con su neurólogo son habituales en la EM. En general, debería visitar a su médico cada tres meses y hacerse una resonancia magnética cerebral cada 12 meses para saber si su medicamento modificador de la enfermedad está funcionando. Algunas cosas que su médico tendrá en cuenta:

  • Cuántas recaídas ha tenido

  • Qué tan severas fueron las recaídas?

  • El número de lesiones que ven en su resonancia magnética

  • Cambios en sus capacidades físicas que han durado unos meses

El cambio a un nuevo fármaco es habitual cuando el existente no funciona lo suficientemente bien. Si ha estado tomando un tratamiento modificador de la enfermedad durante un tiempo, es posible que tenga que cambiar si sigue teniendo recaídas, si tiene nuevas lesiones detectadas por resonancia magnética o si aumenta su discapacidad.

La importancia de las resonancias magnéticas

La resonancia magnética es la mejor herramienta que tienen los médicos tanto para diagnosticar como para controlar la EM. Puede detectar incluso pequeños cambios en el cerebro, la médula espinal u otras partes del cuerpo. Las lesiones de la EM aparecen en las resonancias magnéticas como manchas blancas o zonas oscuras.

Las resonancias magnéticas pueden revelar algo más que la presencia (o ausencia) de lesiones en crecimiento. Al observar el impacto del tratamiento en las lesiones de la RM, pueden ser capaces de predecir las recaídas y el futuro fracaso del tratamiento.

No hay reglas fijas sobre la frecuencia de las resonancias magnéticas. Aunque la mayoría de las directrices dicen que una vez al año, esto puede variar en función de otros problemas de salud y del tiempo que se tenga la enfermedad. Si se le ha diagnosticado recientemente, puede hacerse una resonancia magnética entre 3 y 6 meses después de empezar a tomar un medicamento modificador de la enfermedad.

Cuando su médico le sugiera una resonancia magnética, es aconsejable que la realice y se someta a ella. Es la mejor manera de saber con seguridad si el tratamiento de la EM está funcionando.

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