La esclerosis múltiple plantea muchos retos a las futuras mamás. Sigue estos consejos para gestionar tu embarazo con mayor facilidad.
Aun así, las futuras mamás con EM se enfrentan a retos únicos. Haz un plan y aprende qué hacer antes, durante y después del embarazo para que tus próximos 9 meses sean un poco más fáciles.
Antes de quedar embarazada
Habla con tu médico.
Hazle saber que quieres tener un bebé. Si tu esclerosis múltiple está controlada, probablemente te den luz verde.
Algunos medicamentos para la EM, como los interferones y la teriflunomida (Aubagio), no son seguros durante el embarazo. Deberás dejar de tomarlos al menos un mes antes de empezar a intentarlo... El acetato de glatiramer (Copaxone) se considera seguro, pero consulta siempre a tu médico sobre los riesgos y beneficios.
Lleve a cabo el tratamiento en el momento adecuado.
Al igual que cualquier otra mujer, es posible que no te quedes embarazada enseguida. Para limitar el tiempo que no tomas la medicación, intenta conocer tu ventana de fertilidad. Es el momento del mes en el que tienes más probabilidades de concebir. Puedes comprar un kit de ovulación en la farmacia para ayudarte a averiguarlo. Tu médico también puede recomendarte otros métodos para ayudarte a calcular el tiempo.
Construye un equipo de apoyo.
La esclerosis múltiple puede agotarte, y el embarazo también. No tengas miedo de pedir a tus familiares y amigos que te preparen las comidas o te ayuden en la casa para que puedas ahorrar energía. Asegúrate también de que tu equipo está preparado para colaborar cuando llegue el bebé.
Mientras estás embarazada
Espera un poco de alivio.
Es posible que los síntomas de la esclerosis múltiple te den un respiro. Esto se debe a que el embarazo protege naturalmente a muchas mujeres de nuevos brotes, especialmente después de los primeros 3 meses. Así que disfrútalo. Céntrate en tomar los alimentos adecuados, hacer ejercicio y descansar mucho.
Ten cuidado con las infecciones del tracto urinario (ITU).
Son más frecuentes en las mujeres embarazadas con EM. Bebe mucha agua, e informa a tu médico si sientes ardor al ir al baño o si tu orina es turbia o maloliente. Es posible que te hagan análisis de orina mensuales para comprobar si hay infecciones de las vías urinarias.
También puede tener problemas de estreñimiento. Un ablandador de heces puede hacer que las cosas se muevan.
Apóyate.
A medida que creces, tu equilibrio puede fallar. Utiliza un bastón u otra ayuda para caminar para no caerte.
Prepárate para tu parto especial.
Lo más probable es que puedas dar a luz como cualquier otra mujer.
Si no puedes empujar debido a la fatiga o a la debilidad muscular, tu médico puede utilizar herramientas especiales para ayudarte a dar a luz de forma natural. O puede que necesite una cesárea.
Es posible que no sepas cuándo empieza el parto si has perdido la sensibilidad en la pelvis. En ese caso, su médico la vigilará más de cerca durante el último mes. Es posible que quiera utilizar fármacos u otros procedimientos para ponerla de parto.
Los medicamentos para bloquear el dolor, incluidas las inyecciones llamadas epidurales, son seguros para las personas con EM. Si quieres una, díselo a tu médico.
Después de que el bebé llegue a casa
Esté atenta a los brotes.
En los primeros 9 meses después del parto, hasta el 40% de las mujeres con EM tendrán una recaída. Pero una recaída no aumenta el riesgo de discapacidad a largo plazo.
Si has tenido muchas recaídas antes del embarazo, es más probable que tengas una ahora. Puede ser una buena idea empezar a tomar el medicamento para la EM de inmediato para ayudar a detener una.
Piénsalo bien a la hora de dar el pecho...
Los pediatras sugieren dar el pecho al menos durante el primer año de vida de tu bebé y de forma exclusiva (es decir, sin añadir leche de fórmula o alimentos) durante los primeros 6 meses. Esto no cambia porque tengas esclerosis múltiple. La leche materna contiene naturalmente las vitaminas y la nutrición que necesita tu bebé en crecimiento, así como anticuerpos que refuerzan su sistema inmunitario en desarrollo.
La lactancia también puede ser buena para ti. Los estudios sugieren que la lactancia materna exclusiva durante al menos 2 meses puede retrasar una recaída de la EM. Cuando dejes de dar el pecho o lo hagas con menos frecuencia, es probable que los síntomas de la EM vuelvan a aparecer, más o menos en el momento en que vuelva la regla...
Pero si tienes que volver a tomar la medicación, no podrás dar el pecho? Los esteroides, los fármacos que modifican la enfermedad, como el interferón beta, y los fármacos que debilitan el sistema inmunitario
podrían dañar a tu bebé a través de tu leche. Pero si tu médico te dice que puedes esperar para tomar tu medicamento, amamanta si quieres. Es perfectamente seguro para ti y estupendo para tu pequeño.
Intenta sacarte más leche durante el día y guárdala en la nevera... para que tu pareja pueda hacer frente a las tomas nocturnas. Necesitas descansar ahora más que nunca.
No te sientas culpable si eliges la medicación en lugar de la lactancia. Al fin y al cabo, tu nuevo bebé necesita una madre que se mantenga sana.
Cuida tu estado de ánimo.
Las mujeres con esclerosis múltiple tienen un mayor riesgo de depresión durante el embarazo y, sobre todo, justo después de dar a luz. Llama a tu médico si empiezas a notar algún síntoma, como sentirte triste o desesperanzada. Su ginecólogo u obstetra también puede examinarla para detectar la depresión durante una visita prenatal o posparto de rutina. Su médico puede ayudar a tratar los síntomas de la depresión.
Crecerá su bebé con esclerosis múltiple?
Es una preocupación común para muchos futuros padres. La esclerosis múltiple tiene algunos vínculos genéticos, pero los hijos adultos de padres con esta enfermedad tienen un 96% de posibilidades de no padecerla.