Tratamiento de la esclerosis múltiple: Tipos de tratamiento y beneficios

Conozca las opciones de tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), incluidos los distintos tipos de fármacos modificadores de la enfermedad, diversas terapias y cambios en el estilo de vida.

Fármacos modificadores de la enfermedad

Si usted padece un tipo de esclerosis múltiple llamado EM recurrente-remitente y su enfermedad está actuando, su médico puede tratarle primero con un medicamento modificador de la enfermedad. Estos medicamentos ralentizan el avance de la enfermedad y evitan los brotes.

Los fármacos actúan frenando el sistema inmunitario -la principal defensa del organismo contra los gérmenes- para que no ataque la capa protectora llamada mielina que rodea los nervios.

Algunos fármacos se inyectan bajo la piel o en un músculo. La inyección puede hacer que la piel se llene de dolor, enrojecimiento, picor u hormigueo. Entre ellos se encuentran:

Interferones beta: Son algunos de los fármacos más utilizados para tratar la EM. Alivian la gravedad y la frecuencia de los brotes. También pueden provocar síntomas parecidos a los de la gripe, como dolores, fatiga, fiebre y escalofríos, pero éstos deberían desaparecer en unos pocos meses. Pueden aumentar ligeramente la probabilidad de contraer una infección. Esto se debe a que reducen el número de glóbulos blancos, que ayudan al sistema inmunitario a combatir las enfermedades. Incluyen:

  • interferón beta-1a (Avonex, Rebif)

  • interferón beta-1b (Betaseron, Extavia)

  • peginterferón beta-1a (Plegridy)

Glatiramer (Copaxone, Glatopa): Este medicamento impide que su sistema inmunitario ataque la mielina que rodea y protege sus nervios.

Puede tomar otros medicamentos en forma de píldora:

La cladribina (Mavenclad) es una píldora que se toma una vez al día durante cinco días durante un mes y otra vez una vez al día durante el segundo mes. Es posible que necesites otro curso en un año. No sirve para tratar las formas recidivantes de la EM, incluida la enfermedad recidivante-remitente y la enfermedad secundaria progresiva activa. Puede afectar a su sistema inmunitario y hacerle susceptible a otras infecciones, por lo que deberá ser vigilado. También podrías tener pérdida de cabello y experimentar algunas erupciones cutáneas?

El dimetilfumarato (Tecfidera) es un comprimido que se toma dos veces al día. Puede reducir tus células inmunitarias, por lo que el médico te hará análisis de sangre periódicos para vigilarlas. Los efectos secundarios más frecuentes del medicamento son sofocos, dolor de estómago, diarrea, náuseas y vómitos. Un principio activo similar al de Tecfidera está relacionado con cuatro casos de LMP.

El fumarato de diroximel (Vumerity) es similar al Tecfidera. Se toma un comprimido dos veces al día. El fármaco se utiliza para tratar las formas recidivantes de la EM. Sus efectos secundarios más comunes son: rubor, enrojecimiento, picor o sarpullido; náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago o indigestión. Sin embargo, se ha demostrado que Vumerity es más suave para el estómago que Tecfidera.

El fingolimod (Gilenya) también es un comprimido que se toma una vez al día. Si no ha tenido varicela, necesitará una vacuna. Los efectos secundarios más frecuentes son dolor de cabeza, diarrea, dolor de espalda, tos y anomalías en las pruebas hepáticas. Dado que el medicamento puede ralentizar el ritmo cardíaco, el médico le vigilará estrechamente después de la primera dosis. El medicamento también está relacionado con la leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), una infección cerebral poco frecuente.

Fumarato de monometilo (Bafiertam)

es un comprimido que se toma dos veces al día y es similar al dimetilfumarato. Los efectos secundarios más comunes son enrojecimiento, dolor abdominal, diarrea y náuseas. Deben controlarse los recuentos sanguíneos y las enzimas hepáticas.

Ozanimod (Zeposia)

es un comprimido que se toma una vez al día. Se empieza con una dosis baja y luego se va aumentando a lo largo de la primera semana. Los efectos secundarios habituales son algunos mareos, dolores de cabeza, infecciones respiratorias y síntomas de resfriado. No debes tomarlo si tienes problemas de hígado o de corazón.

Siponimod (Mayzent) es un comprimido que se toma a diario después de 5 días de acumulación de la dosis adecuada. Puede afectar al sistema inmunitario y se ha relacionado con la coagulación... en las extremidades. Los efectos secundarios más frecuentes son diarrea, mareos, hinchazón de las extremidades, hipertensión arterial, dolores de cabeza y disminución del ritmo cardíaco. No debe tomar siponimod si está embarazada.

La teriflunomida (Aubagio) es un comprimido que se toma una vez al día. Los efectos secundarios más comunes son la diarrea, las anomalías en las pruebas hepáticas, las náuseas y la caída del cabello. Lleva una advertencia de "caja negra", la más grave de la FDA, porque puede provocar problemas hepáticos y defectos de nacimiento. Si lo tomas, es probable que tu médico te haga pruebas periódicas para comprobar el funcionamiento de tu hígado. No lo tome si está embarazada.

Otros medicamentos se administran por infusión en vena en la consulta del médico o en el hospital. Pero sólo hay que ir una vez cada pocos meses:

El alemtuzumab (Lemtrada) y la mitoxantrona (Novantrone) son medicamentos de quimioterapia diseñados para tratar el cáncer. Son una opción si no respondes a otras mediaciones. Frenan el sistema inmunitario y evitan que ataque las cubiertas de los nervios. La novantrona tiene una advertencia de "caja negra" de la FDA porque puede provocar daños en el corazón y un tipo de leucemia.

El natalizumab (Tysabri) y el ocrelizumab (Ocrevus) son opciones si los otros fármacos no le funcionan. El natalizumab impide que las células inmunitarias lleguen al cerebro y la médula espinal, donde pueden dañar los nervios. El ocrelizumab ataca a determinadas células B e impide que el sistema inmunitario ataque al organismo. Estos fármacos están relacionados con la LMP, por lo que tu médico te hará análisis de sangre para comprobarlo.

Tratamiento de los brotes

Si está tomando otra medicación, los brotes leves acabarán desapareciendo por sí solos. Si no le molestan, no necesita tratarlos.

Esteroides: Si un brote se interpone en su vida, su médico puede administrarle dosis elevadas de corticoides por vía intravenosa o por vía oral para aliviar los síntomas rápidamente. Estos fármacos calmarán el brote, pero no ralentizarán el curso de su enfermedad. Los más comunes son:

  • Metilprednisolona (Solu-Medrol)

  • Prednisona (Deltasone)

  • ACTH (H.P. Acthar Gel)

Intercambio de plasma: Esto puede ayudar cuando un brote no responde a los esteroides. Su médico le extraerá parte de la sangre y separará la parte líquida (llamada plasma) de las células sanguíneas. Las células se mezclan con una solución proteica y vuelven a su cuerpo.

Control de los síntomas

Su médico puede recomendarle tratamientos para:

La rigidez muscular y los espasmos: Relajantes musculares como el baclofeno (Lioresal) y la tizanidina (Zanaflex), o sedantes como el clonazepam (Klonopin) y el diazepam (Valium).

Fatiga:Amantadina (Symmetrel), armodafinilo (Nuvigil), modafinilo (Provigil)

Depresión:Antidepresivos, como bupropión (Wellbutrin), fluoxetina (Prozac) y sertralina (Zoloft)

Problemas de vejiga: Oxibutinina (Ditropan) o tolterodina (Detrol)

También pueden sugerir:

Fisioterapia: Un profesional sanitario capacitado puede enseñarle ejercicios que le ayuden a mantenerse activo. También podría aprender a utilizar un bastón, un andador u otro dispositivo de ayuda para desplazarse con mayor facilidad.

Cambios en el estilo de vida que puedes hacer

Los medicamentos no son la única respuesta. Cuidarte bien te ayudará a vivir mejor con la EM. Cada día, asegúrate de:

Descansar lo suficiente: Mantenga un horario de sueño regular y asegúrese de que su dormitorio esté fresco, oscuro y sin pantallas.

Coma alimentos saludables: No existe una dieta para la EM. Elija alimentos bajos en grasas saturadas y ricos en fibra. El sitio web MyPlate del Departamento de Agricultura de EE.UU. es un buen punto de partida.

Haz algo de ejercicio: Incluso un paseo alrededor de la manzana puede ayudar. El ejercicio fortalece los huesos y los músculos. Mantiene a raya la depresión y te ayuda a dormir mejor.

Controla el estrés: Puede empeorar sus síntomas. Ya sea meditando, leyendo, escribiendo un diario o charlando con amigos, encuentre algo que le ayude a controlar los altibajos.

Manténgase fresco: Un aumento de la temperatura corporal puede empeorar sus síntomas. Permanezca en el aire acondicionado si puede. Use ropa suelta y transpirable al aire libre.

Existen tratamientos alternativos?

Muchos productos afirman que ayudan a los síntomas de la EM. Desconfíe de los que no tienen estudios científicos que los respalden o de los que hacen afirmaciones que parecen demasiado buenas para ser ciertas. Hable con su médico sobre cualquier cosa que esté dispuesto a tomar. Algunos suplementos pueden modificar el funcionamiento de los medicamentos.

Las investigaciones actuales sugieren que vale la pena probar estos tratamientos:

Vitamina D: Los niveles bajos de vitamina D en la sangre pueden aumentar las probabilidades de padecer EM. Se están realizando estudios para ver si los suplementos de vitamina D pueden ayudar. Debería pedirle a su médico que compruebe sus niveles y le diga si necesita tomar un suplemento.

Acupuntura: Este tratamiento tradicional chino sostiene que la energía llamada chi fluye a lo largo del cuerpo en líneas llamadas meridianos. Cuando el chi está desajustado, aparece la enfermedad o el dolor. Un acupunturista desliza finas agujas en puntos de los meridianos para cambiar el flujo de energía. Los estudios demuestran que puede aliviar los síntomas de la esclerosis múltiple, como la fatiga, el dolor, el estado de ánimo, la espasticidad, el entumecimiento, el hormigueo y los problemas de vejiga.

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