La EM y el frío: ¿Empeoran los síntomas de la EM durante los meses de invierno?

Si tienes esclerosis múltiple, tus síntomas pueden empeorar cuando hace frío. Pruebe estos cinco sencillos consejos del médico para mantener el calor y los síntomas bajo control.

Los médicos no están seguros de por qué las temperaturas frías empeoran los síntomas de la EM. Pero creen que la enfermedad puede alterar la forma de sentir los cambios de temperatura.

Si los síntomas empeoran con el frío, suele ser por poco tiempo. Unos sencillos consejos pueden ayudarte a estar cómodo y abrigado en otoño e invierno.

Intenta moverte. Cuando se padece esclerosis múltiple, puede haber momentos en los que no se pueda mover con la facilidad que desearía. Cuando pueda, intente realizar alguna actividad física moderada, como caminar o hacer estiramientos. Te ayudará a quemar energía y a entrar en calor.

Vístase en capas. Esto te ayudará a mantener el calor. Y si tienes demasiado calor, puedes quitarte fácilmente las capas y seguir estando cómodo. Cuando haga mucho frío, es buena idea llevar gorros, calcetines gruesos o botas forradas. Así evitarás que el calor se escape por la cabeza o los pies.

Mantén las manos y los pies calientes. Los médicos creen que la esclerosis múltiple puede hacer que los vasos sanguíneos de las manos y los pies reaccionen de forma exagerada a las bajas temperaturas. Si tienes esclerosis múltiple, también puedes correr el riesgo de sufrir el fenómeno de Raynauds, una enfermedad en la que los dedos de las manos y los pies pierden calor. Pasan del blanco al azul y al rojo cuando la sangre vuelve a fluir. Puede sentir entumecimiento, dolor o como si alguien le clavara alfileres y agujas.

Para proteger tus manos y pies de los efectos del frío, prueba a usar calentadores de manos o una almohadilla térmica. Pero no te pongas la almohadilla térmica directamente sobre la piel. Podría causar quemaduras o ampollas.

Calienta tu interior. La forma más fácil de hacerlo es tomar comidas calientes como la sopa. También puedes tomar bebidas calientes como el té o el café. Viértelas en una taza aislada para que se mantengan calientes durante más tiempo y así limitar tus viajes a la cocina.

Toma el sol. Incluso en los fríos días de otoño e invierno, ¿a quién no le gusta sentir el sol sobre sus hombros? Sal a la calle y toma un poco de sol. Entrarás en calor y ayudarás a tu cuerpo a producir la tan necesaria vitamina D. ¿Un beneficio adicional? Un poco de sol puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo.

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