Cuando se descubre que se tiene el síndrome clínicamente aislado (SCA), es fácil confundirse sobre si se tiene o no esclerosis múltiple (EM). Aprenda cómo se relacionan, en qué se diferencian y qué tratamiento podría necesitar.
Es una pregunta razonable. Mucha gente confunde el SCA con la EM. Hay una diferencia principal entre ambas enfermedades. Si tienes SCA, es algo que ocurre una sola vez, nunca más se verá. Tienes un solo episodio y ya está. La EM, en cambio, es una enfermedad de por vida.
Aun así, su médico no esperará a distinguir entre ambos diagnósticos ni a que se produzca un segundo episodio para tratarle. Recibirá el mismo tratamiento que un paciente con EM, aunque tenga SCA.
Lo que tienen en común
El SCA y la esclerosis múltiple provocan el mismo tipo de daño en el revestimiento de los nervios del cerebro y la médula espinal. Eso provoca problemas en el flujo normal de las señales cerebrales en tu cuerpo.
Por eso, la SCA y la EM pueden tener los mismos síntomas. Puedes tener cosas como entumecimiento u hormigueo, problemas de visión, problemas de marcha y equilibrio, mareos y problemas de vejiga. Al igual que un brote de EM, los síntomas del SCA duran al menos 24 horas.
Las mujeres son más propensas a padecer ambas enfermedades y suelen aparecer en adultos menores de 50 años.
En qué se diferencian
La EM te acompaña toda la vida y puede empeorar con el tiempo. Necesitarás un tratamiento regular.
El SCA sólo ocurre una vez. Pero hay que tener en cuenta una cosa. Para algunas personas, es posible que lo que crees que es un SCA resulte ser no sólo un acontecimiento puntual, sino el acto inicial de la esclerosis múltiple. No lo sabrá con seguridad hasta que los síntomas vuelvan a aparecer y una resonancia magnética empiece a mostrar signos de EM.
El CIS y la EM tienen un aspecto diferente en una resonancia magnética. Para confirmar la EM, los médicos comprueban si hay dos o más zonas dañadas en áreas separadas y específicas del cerebro o de la médula espinal que se hayan producido en momentos diferentes. En el caso del SCA, cualquier zona del cerebro puede estar dañada, y el daño puede aparecer en la resonancia magnética sólo en la zona del cerebro que corresponde a los síntomas actuales.
Tendré esclerosis múltiple si ahora tengo SCA?
No hay ninguna prueba que pueda decírselo con seguridad, pero una resonancia magnética del cerebro y la médula espinal le da algunas pistas.
Si la resonancia magnética se parece a la que se obtiene con la EM, las probabilidades de que tengas esclerosis múltiple en el futuro podrían ser altas. Si la resonancia magnética no se parece a las de la EM, tus posibilidades son menores.
Se tratan de forma diferente el SCA y la EM?
Depende. Con la EM, se empieza el tratamiento en cuanto se descubre que se tiene.
Con el SCA, es menos concreto. Los síntomas pueden desaparecer por sí solos, o puede que te den un esteroide para ayudar a mejorarlos. Pero entonces te enfrentas a la cuestión de si debes o no hacer nada a largo plazo.
Si su riesgo de padecer esclerosis múltiple es mayor, su médico puede sugerirle que inicie el mismo tratamiento que recibiría para la esclerosis múltiple. Se llama terapia modificadora de la enfermedad. Algunos estudios demuestran que puede retrasar la aparición de la EM y puede ayudar a prevenir discapacidades graves.
Cómo se decide el tratamiento del SCA?
Puede ser una decisión difícil porque no se sabe con certeza que se vaya a padecer EM, y los fármacos utilizados para el tratamiento tienen efectos secundarios. Ayuda encontrar un médico con mucha experiencia en EM. Juntos podéis sopesar los pros y los contras.
Puedes hacer preguntas como:
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Qué probabilidades tengo de contraer la esclerosis múltiple?
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Qué fármacos podrían funcionar mejor?
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Cuáles son los riesgos y los efectos secundarios?
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Quién puede ayudarme a decidir?
Cuando el SCA se convierte en EM, el grado de afectación varía. A largo plazo, aproximadamente un tercio de las personas sólo tendrán discapacidades menores, si es que las tienen. Pero la mitad tendrá una EM grave.