Esta presentación del médico le muestra cómo la medicina y los cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a controlar los síntomas de la esclerosis múltiple (EM).
1/16
No hay cura para la esclerosis múltiple (EM), pero muchos medicamentos le protegen de las lesiones nerviosas y retrasan el avance de la enfermedad. Pueden reducir el número de ataques y ayudar a aliviar la debilidad, el dolor, la fatiga y otros problemas. Combine estos medicamentos con estrategias de estilo de vida, como el ejercicio y el alivio del estrés, para sentirse mejor y controlar su enfermedad.
Inyecciones modificadoras de la enfermedad
2/16
Si tiene una forma de EM recidivante, estos fármacos pueden ralentizar el daño nervioso y ayudar a prevenir nuevos brotes de síntomas. Reducen el sistema inmunitario -la defensa del organismo contra los gérmenes- para que no ataque la capa protectora (mielina) que rodea los nervios. Algunos medicamentos comunes son:
-
Acetato de glatiramer (Copaxone, Glatopa)
-
Interferón beta (Avonex, Betaseron, Extavia, Rebif)
-
Peginterferón (Plegridy)
Píldoras modificadoras de la enfermedad, infusiones
3/16
Funcionan de la misma manera que las inyecciones modificadoras de la enfermedad para prevenir las recaídas. Las pastillas que se toman por vía oral incluyen:
-
Fumarato de dimetilo (Tecfidera)
-
Fingolimod (Gilenya)
-
Teriflunomida (Aubagio)
Algunos otros que se reciben en forma de infusión por vena son:
-
Alemtuzumab (Lemtrada)
-
Mitoxantrona (Novantrone)
-
Natalizumab (Tysabri)
Corticosteroides para el manejo de las recaídas
4/16
Combaten las recaídas y ayudan a controlar síntomas como el entumecimiento, el hormigueo, la debilidad y la falta de equilibrio. Recibirás una dosis alta de un fármaco como la metilprednisolona (Solu-Medrol) por vía intravenosa una vez al día durante 3 a 5 días. Después, el médico puede recetar otro esteroide, como la prednisona (Deltasone), que se toma por vía oral.
Conseguir un intercambio de plasma
5/16
A veces, la parte líquida de la sangre, llamada plasma, tiene sustancias que perjudican al organismo y empeoran la EM. Su médico puede sugerirle un proceso que elimine su plasma y lo sustituya por una versión saludable. Puede ser una opción para usted si sus síntomas son graves y los corticosteroides no han controlado sus recaídas. Puede ser útil si tienes una esclerosis múltiple recidivante o severa y progresiva.
Medicamentos para controlar la fatiga
6/16
Si tienes poca energía, tu médico puede recetarte medicamentos como el clorhidrato de amantadina (Symmetrel), el modafinilo (Provigil) y la fluoxetina (Prozac) para mantenerte despierto y alerta. Los somníferos y las técnicas de relajación, como los masajes o la meditación, pueden ayudarle a conciliar el sueño y a mantenerlo durante toda la noche.
Aliviar la rigidez
7/16
La esclerosis múltiple puede hacer que tus músculos se tensen. Puede que te cueste doblar o enderezar las rodillas y otras articulaciones. Los medicamentos como el baclofeno y la tizanidina (Zanaflex) pueden calmar los espasmos. Si no te alivian, el médico puede sugerirte que pruebes con dantroleno (Dantrium), diazepam (Valium) o inyecciones de toxina botulínica (Botox). Un fisioterapeuta también puede enseñarle ejercicios para flexibilizar las extremidades.
Formas de aliviar la tristeza
8/16
Cuando se tiene esclerosis múltiple, es natural sentirse a veces ansioso o deprimido. Prueba a hacer ejercicio, técnicas para aliviar el estrés y asesoramiento para ayudarte a gestionar la tormenta emocional. Si la depresión no cede al cabo de unas semanas o meses, el médico puede sugerirte que tomes un antidepresivo.
Ayuda para los problemas de vejiga
9/16
Si el daño nervioso de la EM te hace correr mucho al baño, tu médico puede recetarte medicamentos como la oxibutinina (Ditropan, Oxytrol) o la tamsulosina (Flomax). Relajan los músculos de la vejiga y le ayudan a controlar las ganas de ir al baño.
Cómo controlar los problemas intestinales
10/16
La esclerosis múltiple y algunos medicamentos que tomas para ella pueden provocar a veces estreñimiento. Para volver a ser regular, añada más fibra y líquido a su dieta. El ejercicio puede ayudar a mantener el tracto digestivo en movimiento. También puedes probar un ablandador de heces suave o utilizar un laxante ocasional.
Alivia tus dolores
11/16
Tanto si te duelen los brazos, las piernas, la espalda o la cabeza, puedes recurrir a los medicamentos para aliviarte. Los medicamentos anticonvulsivos como la carbamazepina (Tegretol), la lamotrigina (Lamictal) y la oxcarbazepina (Trileptal) alivian el dolor nervioso. El baclofeno (Lioresal) y la tizanidina (Zanaflex) alivian los espasmos musculares. Los tratamientos caseros, como el calor y el masaje, también pueden ayudarle a controlar el dolor.
Tratamiento de los problemas sexuales
12/16
Si eres hombre y el daño nervioso te dificulta la erección, los medicamentos para la disfunción eréctil como el sildenafilo (Viagra), el tadalafilo (Cialis) o el vardenafilo (Levitra) pueden ayudarte. Si eres mujer y la EM te provoca sequedad vaginal, te puede ayudar un lubricante.
Alivio mediante el movimiento
13/16
Un baño o un paseo pueden hacer maravillas con los músculos agarrotados. El ejercicio también te ayuda a controlar síntomas como la depresión, la fatiga y los problemas de vejiga. Prueba una actividad de bajo impacto como el tai chi, el ejercicio acuático o el yoga. Un fisioterapeuta puede diseñar una rutina de ejercicios adecuada para ti y enseñarte a superar la debilidad.
Terapia ocupacional
14/16
Quieres aprender trucos y herramientas para las actividades diarias cuando el dolor y la debilidad se interponen? Un terapeuta ocupacional puede ayudarte. Le aconsejará sobre cómo agilizar tareas como lavar la ropa, cocinar y prepararse por la mañana. También pueden enseñarte a mantener la concentración y a superar la fatiga o los problemas de memoria que pueden afectar a tu trabajo.
Formas de gestionar el estrés
15/16
Prueba técnicas de relajación como la meditación diaria o la respiración profunda para calmar tu mente. Haz algo que te guste, como leer un libro o escuchar música, para alejar tu mente de los síntomas. Y no olvides que siempre puedes llamar a un amigo para que te apoye.