La esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson tienen mucho en común. Conozca los síntomas similares, así como las causas de cada enfermedad y su tratamiento.
Aunque algunos signos de la EM y el Parkinson se parecen, son enfermedades diferentes. Sin embargo, se pueden tener las dos al mismo tiempo.
¿En qué se parecen?
Tanto la EM como el Parkinson afectan al sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula espinal. Por eso ambas pueden afectar a la forma de moverse, dormir, sentir y hablar.
Ambas enfermedades afectan a los nervios. La esclerosis múltiple puede romper el revestimiento, llamado mielina, que rodea y protege los nervios. En el Parkinson, las células nerviosas de una parte del cerebro mueren lentamente.
Ambas enfermedades pueden comenzar con síntomas leves, pero empeoran con el tiempo.
Los síntomas más comunes de ambas enfermedades son:
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Dedos, manos, labios o extremidades temblorosas.
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Habla arrastrada que es difícil de entender para los demás
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Miembros entumecidos o débiles que hacen que su caminar sea inestable
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Pérdida de control muscular que suele afectar a un lado de su cuerpo al principio, y más tarde a ambos
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Movimientos espásticos de las extremidades que son difíciles de controlar
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Pérdida de control de la vejiga o de los intestinos
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Falta de equilibrio
La depresión es otro síntoma común a ambas afecciones.
En qué se diferencian?
La EM y el Parkinson tienen causas diferentes. También suelen empezar a afectar a edades diferentes.
La EM suele afectar a personas entre los 20 y los 50 años, pero los niños también la padecen. El Parkinson suele empezar a los 60 años o más, pero algunos adultos más jóvenes lo padecen.
La EM es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmunitario del cuerpo se vuelve loco por alguna razón. Ataca y destruye la mielina. Cuando la mielina se rompe, los nervios y las fibras nerviosas se deshacen.
En el Parkinson, ciertas células cerebrales empiezan a morir. El cerebro produce cada vez menos una sustancia química llamada dopamina que ayuda a controlar el movimiento. A medida que sus niveles disminuyen, se pierde más de este control.
Algunos genes pueden suponer un riesgo de padecer Parkinson, especialmente a medida que se envejece. También existe una pequeña posibilidad de que las personas expuestas a productos químicos tóxicos, como pesticidas o herbicidas, puedan padecerlo.
Estos síntomas son más frecuentes si se tiene EM. No suelen darse en el Parkinson:
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Mareo o vértigo, en el que se siente que la habitación da vueltas y se pierde el equilibrio
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Visión doble, pérdida parcial o total de la visión o dolor en los ojos
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Dolor u hormigueo en cualquier zona del cuerpo
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Sensación de descarga eléctrica o dolor agudo en el cuello cuando mueves la cabeza o el pecho de cierta manera (tu médico lo llamará signo de Lhermittes). Puede desplazarse a la columna vertebral, los brazos y las piernas.
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Picazón
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Convulsiones
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Pérdida de audición
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Dolores de cabeza
El Parkinson puede presentar algunos síntomas que las personas con EM no suelen tener:
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Lentitud de movimientos (su médico lo llamará bradicinesia).
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Los pies se arrastran o arrastran los pies
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Músculos rígidos y tiesos
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Mala postura
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Pérdida de control sobre la forma de parpadear, sonreír, tragar o balancear los brazos al caminar
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Escritura pequeña y apretada.
¿Existe un vínculo?
Algunas personas tienen EM y Parkinson.
Las investigaciones sugieren que el daño que la EM causa en tu cerebro puede llevar a algunas personas a desarrollar Parkinson más adelante.
Si tienes esclerosis múltiple, tu sistema inmunitario desencadena una inflamación continua. Esto puede crear lesiones en el cerebro que causan la enfermedad de Parkinson. Si las lesiones se forman en determinados puntos del cerebro, pueden afectar a la producción de dopamina.
¿En qué se diferencian los tratamientos?
Los tratamientos de la EM pueden aliviar sus síntomas durante un ataque o ralentizar los efectos de la enfermedad en su cuerpo.
Los esteroides, como la prednisona, calman la inflamación que daña los nervios.
El intercambio de plasma es otro tratamiento si los esteroides no funcionan. Su médico utilizará una máquina para extraer la parte de plasma de su sangre. El plasma se mezcla con una solución proteica y se devuelve al organismo.
Algunas personas con ambas enfermedades que toman medicamentos antiinflamatorios como los esteroides ven cómo mejoran sus síntomas de Parkinson.
Los tratamientos modificadores de la enfermedad ralentizan el daño nervioso y la discapacidad de la EM. Incluyen:
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Alemtuzumab (Lemtrada)
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Cladribina (Mavenclad)
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Fumarato de dimetilo (Tecfidera)
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Fumarato de diroximel (Vumerity)
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Fingolimod (Gilenya)
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Acetato de glatiramer (Copaxone)
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Interferón beta-1a (Avonex, Rebif)
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Interferón beta-1b (Betaseron, Extavia)
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Mitoxantrona (Novantrona)
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Fumarato de monometilo (Bafiertam)
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Natalizumab (Tysabri)
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Ocrelizumab (Ocrevus)
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Ofatumumab (Kesimpta)
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Peginterferón beta-1a (Plegridy)
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Ponesimod (Ponvory)
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Siponimod (Mayzent)
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Teriflunomida (Aubagio)
Los medicamentos para tratar el Parkinson elevan sus niveles de dopamina o le ofrecen un sustituto. Pueden aliviar los síntomas del Parkinson, como los temblores. Con el tiempo, pueden perder eficacia.
Los medicamentos utilizados para tratar el Parkinson incluyen:
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Amantadina, que alivia los síntomas a corto plazo. También puede tomarla con carbidopa-levodopa.
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Fármacos anticolinérgicos para ayudar a controlar los temblores
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Carbidopa-levodopa (Sinemet), o una infusión de ambos fármacos llamada Duopa, para ayudar a aumentar los niveles de dopamina
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Istradefilina (Nourianz) para reducir los periodos de rigidez y lentitud de movimientos
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Inhibidores de la COMT como la entacapona (Comtan), la ongensina (Opicapone)... o la tolcapona (Tasmar), para ayudar a que los fármacos que aumentan los niveles de dopamina funcionen mejor
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Agonistas de la dopamina: pramipexol (Mirapex, Mirapex ER), ropinirol (Requip, Requip XL) y rotigotina (Neupro), que imitan el funcionamiento de la dopamina en el cerebro. Su médico también puede darle una versión de corta duración para el alivio rápido de los síntomas llamada apomorfina (Apokyn).
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Inhibidores de la MAO-B: rasagilina (Azilect), safinamida...(Xadago),... y selegilina (Eldepryl, Zelapar) para controlar los niveles de dopamina.
La estimulación cerebral profunda es otro tratamiento para el Parkinson. Un médico coloca electrodos en el cerebro. Estos envían impulsos eléctricos que alivian los síntomas de tu cuerpo.