La EM puede afectar a todas sus relaciones, desde su cónyuge e hijos hasta sus amigos y compañeros de trabajo. Descubra cómo manejar algunos de los problemas que pueden surgir.
La EM también puede afectar a tu autoestima. Puedes pensar que te hace menos atractivo o menos divertido.
Pero es importante tener gente a tu alrededor en la que puedas confiar. Puedes hacer algunas cosas para mantener esas relaciones sanas:
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Deja que las personas cercanas a ti sepan cómo afecta la EM a tu cuerpo y a tu mente... Habla con tus amigos o familiares sobre lo que pasa con tu salud. Dígales por qué puede que tenga que saltarse algunas actividades.
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No es necesario que le cuentes a todo el mundo tu enfermedad desde el principio. Está bien esperar hasta que te sientas cómodo con ellos.
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No te veas como una persona con una enfermedad... Eres mucho más que tu EM. Mantén una imagen positiva de ti mismo. Te mereces unas buenas relaciones.
Cónyuges o parejas
La EM puede tensar su matrimonio o sus relaciones de larga duración. Es posible que a veces tengas que depender de tu pareja para que te cuide, como ayudarte a bañarte o llevarte a las citas con el médico. Esto puede ser estresante para ambos.
Asegúrate de que ambos dan y reciben amor y atención. Debe haber un equilibrio. Busque formas de ayudar a su pareja con las tareas o los deberes. Asegúrese de que su cónyuge sabe que aprecia su apoyo y su amor.
Hable de las preocupaciones económicas o del estrés. Si su pareja cree que hace más de lo que le corresponde, hágale saber que es consciente de ello. Busquen juntos soluciones a los problemas o busquen asesoramiento si lo necesitan.
Tu vida sexual
Sus síntomas de EM pueden afectar a su deseo sexual en ocasiones. Puede que tengas menos deseo o que te cueste más excitarte.
La EM puede afectar al modo en que el cerebro envía señales a los nervios de todo el cuerpo. Es posible que no sientas el tacto ni tengas la misma respuesta que antes de tener EM. También puedes pensar que te hace menos atractiva o sexy.
Esto puede ser duro en tu relación con una pareja sexual. Puede sentirse rechazado, o puede sentir que su pareja le culpa de la falta de sexo.
Puedes animar tu vida sexual haciendo algunas de estas cosas:
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Habla abiertamente con tu pareja sobre lo que el sexo y la intimidad significan para ambos... Céntrate en lo que puedes hacer en lugar de lo que no puedes.
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Prueba con juguetes sexuales si tu esclerosis múltiple te dificulta moverte en determinadas posturas... Busca nuevas formas de disfrutar del sexo con tu pareja.
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La intimidad es tan importante como el sexo... Hazle saber a tu pareja que la quieres y que deseas sentirte cerca de ella.
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No es necesario que tengas un aspecto perfecto para disfrutar del sexo, pero te sentirás más seguro y cómodo si te sientes bien con tu aspecto.
Miembros de la familia
Es posible que su familia no siempre entienda cómo le afecta la EM. Los síntomas como la fatiga o la confusión pueden ser difíciles de percibir para los demás. Puede que no sepan qué ayuda necesitas.
Los niños, especialmente los adolescentes, pueden incluso resentirse de que sus padres tengan EM. Puede que tengan que ayudar más en las tareas domésticas. Si tu estado de ánimo cambia a menudo o te olvidas de las cosas, pueden enfadarse contigo.
Los niños también pueden no estar seguros de cómo contar a sus amigos que su madre o su padre tienen EM. Es posible que no sepan cómo responder a las preguntas si los demás niños se dan cuenta de que tienes dificultades para hablar o que caminas con un bastón.
También es posible que a tus familiares les preocupe que te caigas o que tengas que ir al hospital.
Aquí tienes algunos consejos para ayudar a tu familia a entender tu esclerosis múltiple:
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Deja que tus hijos o familiares hagan preguntas o compartan sus preocupaciones... Sé abierto y honesto con ellos.
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Cada miembro de la familia gestiona sus sentimientos de forma diferente... Acepta que cada persona de tu familia es única. Deja que afronten tus necesidades o sus preocupaciones a su manera.
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Diga a sus familiares que está agradecido por su ayuda... Agradézcales cuando hagan algo por usted o simplemente estén ahí para usted.
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Asegúrate de que los miembros de la familia sepan que no tienen que vigilarte todo el tiempo... Todo el mundo necesita tiempo privado. Si tienes adolescentes, deja que tengan su espacio cuando necesiten estar solos.
Amigos
Las amistades son tan importantes como los lazos familiares. Habla si necesitas la ayuda de tus amigos. Sé específico para que sepan exactamente qué hacer.
Si no te apetece ir a un evento social, no pasa nada si les dices que tienes que quedarte en casa.
Viajar puede ser una buena forma de disfrutar del tiempo con los amigos. Al planear un viaje, hazles saber qué tipo de actividades puedes realizar. Alinea varias opciones para que tengas opciones si tu esclerosis múltiple afecta a lo que puedes hacer.
La EM y tus compañeros de trabajo
Es posible que tengas buenos amigos en el trabajo y que quieras hablar de tu EM con ellos. Querrán ayudarte si tu esclerosis múltiple hace que algunas tareas laborales sean demasiado difíciles. Y si sabes que están ahí para ti, el trabajo puede ser menos estresante para todos.
Pero sólo habla de tu esclerosis múltiple si te sientes muy cómodo con ellos. Y recuerda que no están obligados a mantener tu esclerosis múltiple en secreto.