Las personas con esclerosis múltiple son más propensas a sufrir migrañas. Y en algunas situaciones, la EM puede provocar migrañas. Obtenga más información sobre la conexión entre estas afecciones.
Las dos enfermedades tienen causas diferentes, pero comparten algunos síntomas. La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunitario ataca la mielina, una capa protectora de los nervios. Esto puede causar problemas de visión, dolor, hormigueo y debilidad.
Los científicos no saben exactamente qué causa las migrañas. Pero creen que las sustancias químicas y las hormonas del cuerpo desempeñan un papel. Además del intenso dolor de cabeza y las náuseas, las migrañas a veces provocan síntomas visuales llamados auras. Puedes ver manchas, destellos o líneas en zigzag. Puedes sentir hormigueo, debilidad y mareos.
¿Causa o casualidad?
Mucha gente -el 12% de la población- tiene migrañas. Pero las personas con EM tienen más del doble de probabilidades de sufrir migrañas, y todo tipo de dolores de cabeza, que el resto.
En algunas situaciones, la EM puede provocar migrañas. Pero a veces, las dos afecciones no están relacionadas. Es complicado. Considera:
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La mayoría de las personas que tienen EM y migrañas tenían dolores de cabeza antes de que se les diagnosticara la EM.
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Otros nunca tuvieron una migraña antes de que aparecieran sus primeros síntomas de EM.
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Algunos nunca se enteran de que tienen EM hasta que un fuerte dolor de cabeza les lleva a hacerse pruebas de imagen en el cerebro.
Otros vínculos entre la esclerosis múltiple y las migrañas
Aunque la EM no sea la causa directa de las migrañas, algunos aspectos de la enfermedad pueden hacer que los dolores de cabeza sean más probables o más dolorosos. Entre ellos se encuentran:
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Brotes de EM. Los síntomas de la EM tienden a aparecer y desaparecer. Las personas que sufren migrañas suelen tener más durante un brote de EM, especialmente las migrañas con aura.
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Tratamientos de la EM. Es posible que nunca tengas una migraña hasta que empieces a tomar ciertos medicamentos para la EM. Incluso si las tienes, tus medicamentos para la EM podrían desencadenar tus dolores de cabeza al igual que algunos alimentos o los cambios de tiempo.
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Aspectos emocionales de la EM. La ansiedad y el estrés por tener EM pueden provocar migrañas.
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Daños en el tronco cerebral. Se cree que las migrañas se inician en el tronco cerebral, una parte del cerebro donde suelen producirse las lesiones nerviosas de la EM. Ese daño puede provocar migrañas.
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Inflamación del nervio óptico. Tus nervios ópticos, que se encuentran detrás de los ojos, pueden hincharse debido a la EM. Esto puede hacer que te duela tanto la cabeza que parezca una migraña. Pero no lo es.
Los científicos tienen otras teorías sobre la relación entre ambas afecciones. Un estudio descubrió que la inflamación cerebral causada por las migrañas podría aumentar el riesgo de padecer EM. Otra posibilidad es que las migrañas provoquen cambios en los niveles de serotonina (una hormona) en el cerebro que aumenten las posibilidades de padecer EM. Pero hay pocas pruebas de estas ideas.
Consejos de tratamiento y prevención
Si tienes esclerosis múltiple y tienes una migraña, díselo a tu médico. Algunos médicos se centran tanto en los síntomas de la EM que no preguntan si tienes migrañas. Esto significa que puede que no recibas el tratamiento adecuado para tus dolores de cabeza.
Cuando hables con tu médico, podrá ayudarte a averiguar si tus migrañas están relacionadas con la medicación para la EM, con daños en el tronco cerebral o con un brote de la enfermedad. El médico puede cambiar el tratamiento de la EM si empeora las migrañas. Si las migrañas son un indicio de un brote de EM, el médico puede tratarte para evitar un brote cuando le digas que te duele la cabeza.
Otras formas de ayudar a detener las migrañas o reducir el dolor:
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Toma medicamentos para prevenir las migrañas o para ayudarte a sentirte mejor más rápidamente una vez que las tengas.
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Reciba asesoramiento para aliviar el estrés y la fatiga que pueden desencadenar migrañas o provocar brotes de EM.
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Evite los desencadenantes habituales de las migrañas, como el chocolate, los alimentos salados, el queso curado y el alcohol.
