Hay muchos cambios que puedes hacer en tu casa para que la vida con EMRR sea más sencilla y segura. Es posible que no necesite todos o la mayoría de estos ajustes, pero incluso uno o dos pueden facilitarle las cosas. Y lo más importante, pueden evitar una caída.
Hay muchos cambios que puedes hacer en tu casa para que la vida con EMRR sea más sencilla y segura. Puede que no necesites todos o la mayoría de estos ajustes, pero incluso uno o dos pueden facilitarte mucho las cosas. Y lo más importante de todo, pueden evitar una caída.
Llena tu zona de fácil acceso
Tanto si vas en silla de ruedas como si no, puede que te resulte difícil coger objetos escondidos en lugares altos o de difícil acceso.
Tómate un tiempo para pensar en las cosas que más utilizas en la cocina, el baño y otros lugares. Por su cuenta o con un ayudante, reorganice estos espacios para que los objetos que más utiliza -las ollas y sartenes, por ejemplo, o el cepillo de dientes y el peine- estén al alcance de la mano. Las cestas, los ganchos y los tableros de clavijas pueden ayudarte a tener estos objetos a mano.
Al mismo tiempo, traslada las cosas que rara vez utilizas a estantes más altos o a lugares fuera de tu alcance, donde no creen desorden ni desplacen las cosas que utilizas siempre.
Reorganiza tu escritorio o zonas de trabajo para poder realizar muchas tareas diferentes en un mismo lugar. Por ejemplo, si tienes una oficina en casa, una zona separada para el ordenador y otro lugar para leer o ver la televisión, configura un espacio que te permita hacer todas estas cosas sin moverte.
Elimine las fuentes de problemas
Si tienes EMRR, la debilidad muscular y los problemas de estabilidad pueden dificultar tu desplazamiento. Lo último que necesitas cuando intentas recuperar el equilibrio es una silla temblorosa o un adorno de pared suelto.
Deshazte de los muebles inestables, sobre todo los que están cerca de los interruptores de la luz o de otras zonas donde te paras a menudo y necesitas apoyo.
Retire o vuelva a colgar espejos, fotografías y otros elementos de la pared que puedan estorbarle si necesita sujetarse a una pared mientras se mueve.
Cambie las sillas bajas con asientos inclinados o mullidos por otras más altas y firmes de las que sea fácil levantarse.
Las alfombras y las moquetas gruesas pueden agarrar los pies lentos o dificultar el movimiento de la silla de ruedas. Cámbialos por suelos desnudos o revestimientos muy finos. También puede ayudar el hecho de fijar con cinta adhesiva los bordes de las alfombras y moquetas.
Considere las renovaciones más grandes
Las rampas, las sillas electrónicas para escaleras o los ascensores, o las tres cosas, pueden ayudarte a abordar las escaleras de tu casa. Son útiles incluso si no utilizas una silla de ruedas.
Si utiliza una silla de ruedas, una ducha con acceso para sillas de ruedas y boquillas de altura regulable puede facilitarle el baño. Un retrete con asiento alto puede hacer que ir al baño sea menos complicado.
Las puertas interiores deben tener al menos 32 pulgadas de ancho para dejar espacio a la mayoría de las sillas de ruedas. Si las tuyas son estrechas, quitar la puerta y sustituirla por una cortina puede ampliarla varios centímetros. También puedes cambiar las puertas por modelos más anchos.
Las encimeras de cocina más bajas y huecas facilitan el acceso de las sillas de ruedas. Por otro lado, elevar los escritorios y las mesas puede facilitar que se deslicen por debajo.
Actualice su hardware
Los problemas de debilidad y coordinación muscular pueden hacer que algunas tareas domésticas sean un reto. Cambiar los herrajes y accesorios de su casa puede hacer que muchas de ellas sean más fáciles de manejar.
Los pasamanos y las barras de sujeción son un complemento útil para los baños, las escaleras y prácticamente cualquier otro espacio en el que se necesite un poco más de apoyo.
Si aún no tiene una, considere la posibilidad de comprar una cocina nueva con controles frontales. Estos le permiten ajustar la superficie de cocción o el horno sin tener que pasar por encima de los quemadores calientes.
Cambie los pomos redondos y difíciles de girar por los de palanca, que son más fáciles de manejar. Si es necesario, existen dispositivos eléctricos o automáticos de apertura y cierre de puertas.
Cambie los cordones cortos de las persianas o cortinas por otros más largos.
Si pasas la mayor parte del tiempo en una silla de ruedas, vuelve a colocar los interruptores de la pared a una altura más baja. Esto puede ahorrar tiempo y energía, y elimina la dificultad de tener que levantarse o utilizar algún tipo de ayuda para encender y apagar los interruptores.
Por último, considera los electrodomésticos y termostatos de pared inteligentes, que puedes ajustar con un smartphone.
Replantea tu espacio
Los muebles pueden estorbarte o proporcionarte una útil fuente de estabilidad mientras te mueves por tu casa.
Piensa en dónde y cómo te mueves, y coloca tus muebles para que te ayuden a moverte en lugar de entorpecerlo. Puede ser útil medir el espacio que requiere tu silla de ruedas o tu andador. Mueve las mesas y los muebles para que puedas acceder a cualquier espacio de tu casa.
Aleja la cama de las paredes y acércala al centro de la habitación. De este modo, la silla de ruedas podrá acceder más fácilmente a sus cuatro lados y será más sencillo subirla. También merece la pena comprar una cama ajustable tipo hospital.
Elegir una nueva casa
Es posible que decidas hacer pequeños cambios en tu casa, paso a paso, a lo largo de varios años. Y para muchos, esa es una gran opción. Pero si tienes la posibilidad de mudarte, ciertas casas vienen con ventajas incorporadas.
Las casas tipo rancho que tienen una sola planta y pocos escalones son una gran opción. También puedes buscar una casa que tenga puertas anchas, pocas jambas que impidan el paso de las sillas de ruedas, y otras características convenientes...