El médico explica la esclerosis múltiple (EM), incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos.
Los efectos suelen ser diferentes para cada persona que padece la enfermedad. Algunas personas tienen síntomas leves y no necesitan tratamiento. Otras tienen problemas para desplazarse y realizar las tareas cotidianas.
La EM se produce cuando el sistema inmunitario ataca un material graso llamado mielina, que envuelve las fibras nerviosas para protegerlas. Sin esta capa exterior, los nervios se dañan. Puede formarse tejido cicatricial.
El daño significa que su cerebro no puede enviar señales a través de su cuerpo correctamente. Los nervios tampoco funcionan como deberían para ayudarle a moverse y sentir. Como resultado, puede tener síntomas como:
-
Problemas para caminar
-
Sensación de cansancio
-
Debilidad muscular o espasmos
-
Visión borrosa o doble
-
Entumecimiento y hormigueo
-
Problemas sexuales
-
Mal control de la vejiga o de los intestinos
-
Dolor
-
Depresión
-
Problemas para concentrarse o recordar
Los primeros síntomas suelen empezar entre los 20 y los 40 años. La mayoría de las personas con EM tienen ataques, también llamados recaídas, cuando la enfermedad empeora notablemente. Suelen ir seguidas de periodos de recuperación en los que los síntomas mejoran. Para otras personas, la enfermedad sigue empeorando con el tiempo.
En los últimos años, los científicos han encontrado muchos tratamientos nuevos que a menudo pueden ayudar a prevenir las recaídas y frenar los efectos de la enfermedad.
¿Qué causa la EM?
Los médicos no saben con seguridad qué causa la EM, pero hay muchas cosas que parecen hacer más probable la enfermedad. Las personas con determinados genes pueden tener más probabilidades de padecerla. El tabaquismo también puede aumentar el riesgo.
Algunas personas pueden padecer EM después de haber sufrido una infección vírica -como el virus de Epstein-Barr o el herpesvirus humano 6- que hace que su sistema inmunitario deje de funcionar con normalidad. La infección puede desencadenar la enfermedad o provocar recaídas. Los científicos están estudiando la relación entre los virus y la EM, pero aún no tienen una respuesta clara.
Algunos estudios sugieren que la vitamina D, que se puede obtener de la luz solar, puede reforzar el sistema inmunitario y proteger de la EM. Algunas personas con mayor probabilidad de padecer la enfermedad que se trasladan a regiones más soleadas parecen reducir su riesgo.
Obtener un diagnóstico
Puede ser difícil diagnosticar la EM, ya que sus síntomas pueden ser los mismos que los de muchos otros trastornos nerviosos. Si su médico cree que la padece, le pedirá que acuda a un especialista que trata el cerebro y el sistema nervioso, llamado neurólogo. Le preguntará por su historial médico y le examinará en busca de signos clave de daño nervioso en el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos.
No hay una sola prueba que pueda demostrar que tienes esclerosis múltiple. Su médico utilizará unas cuantas para comprobarlo. Estas pueden incluir:
-
Análisis de sangre para descartar enfermedades que causan síntomas similares, como la enfermedad de Lyme y el SIDA.
-
Comprobación del equilibrio, la coordinación, la visión y otras funciones para ver el funcionamiento de los nervios.
-
Una prueba que hace imágenes detalladas de las estructuras de tu cuerpo, llamada resonancia magnética.
-
Análisis del líquido que amortigua su cerebro y médula espinal, llamado líquido cefalorraquídeo (LCR). Las personas con EM suelen tener proteínas específicas en el LCR.
-
Pruebas (llamadas potenciales evocados) que miden la actividad eléctrica de su cerebro.
-
OCT (Tomografía de coherencia óptica) utilizada para detectar cambios en la retina que podrían advertir de atrofia cerebral
Tratamiento
En estos momentos no hay cura para la EM, pero una serie de tratamientos pueden mejorar cómo se siente y mantener el buen funcionamiento de su cuerpo.
Su médico también puede recetarle fármacos que pueden ralentizar el curso de la enfermedad, prevenir o tratar los ataques, aliviar sus síntomas o ayudarle a controlar el estrés que puede conllevar la enfermedad.
Los fármacos que pueden ralentizar su EM o ayudar a los daños nerviosos incluyen:
-
Interferón beta (Avonex, Betaseron y Rebif)
-
Cladribrina (Mavenclad)
-
Dalfampridina (Ampyra)
-
Fumarato de dimetilo (Tecfidera)
-
Glatiramer (Copaxone)
-
Mitoxantrona (Novantrona)
-
Natalizumab (Tysabri)
-
Ocrelizumab (Ocrevus)
-
Ozanimod (Zeposia)
-
Siponimod (Mayzent)
-
Teriflunomida (Aubagio)
Su médico puede darle esteroides para que los ataques de EM sean más cortos y menos graves. También puede probar otros fármacos, como relajantes musculares, tranquilizantes o toxina botulínica (Botox), para aliviar los espasmos musculares y tratar algunos de los otros síntomas.
Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para mantener la fuerza y el equilibrio y ayudarle a controlar la fatiga y el dolor. Un terapeuta ocupacional puede enseñarle nuevas formas de realizar ciertas tareas para facilitarle el trabajo y el cuidado de sí mismo. Si tiene problemas para desplazarse, un bastón, un andador o unos aparatos ortopédicos pueden ayudarle a caminar con más facilidad.
Además del tratamiento, puedes hacer otras cosas para aliviar los síntomas de la EM. Haz ejercicio con regularidad y evita el exceso de calor para aumentar tu energía. Pregunta a tu médico sobre la posibilidad de practicar yoga para aliviar la fatiga o el estrés. Cuida también tu salud emocional. Está bien pedir ayuda a la familia, a los amigos o a un consejero sobre el estrés o la ansiedad que puedas sentir. Los grupos de apoyo también son lugares estupendos para conectar con otras personas que viven con EM.
¿Cuál es tu perspectiva con la EM?
Como la EM no tiene cura, el médico se centrará en el tratamiento de los síntomas. En los últimos 20 años, los nuevos tratamientos han mejorado enormemente la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad. Estos tratamientos no sólo ayudan a aliviar los síntomas, sino que también pueden ralentizar la progresión de la EM.
Alrededor de la mitad de los enfermos de esclerosis múltiple podrán seguir caminando por sí mismos 15 años después del diagnóstico. El resto necesitará una silla de ruedas u otras ayudas. La media de tiempo que transcurre hasta una discapacidad grave, como el confinamiento en cama, es de 33 años.
La mayoría de las personas con EM tienen una esperanza de vida casi normal. Aunque en algunos casos graves, las personas con EM pueden morir pronto de neumonía u otras infecciones relacionadas con su enfermedad, la mayoría de las personas mueren de otras dolencias. En general, la esperanza de vida de un enfermo de esclerosis múltiple es sólo un 5% inferior a la de un adulto sano normal.
En general, los síntomas y las discapacidades no empeoran significativamente respecto a los que se tienen en los primeros 5 años tras el diagnóstico. Aun así, es difícil saber qué camino tomará la enfermedad en un caso concreto.
Un seguimiento y tratamiento cuidadoso y constante de la EM con su equipo médico es la mejor manera de mantener a raya los síntomas y frenar la progresión de la enfermedad.
Qué viene para el tratamiento de la EM?
La investigación está dando a los médicos más opciones de tratamiento para la enfermedad, una mejor idea de lo que la causa y la capacidad de diagnosticarla antes. La investigación sobre células madre y genética podría ayudar pronto a los médicos a reparar los nervios dañados o a detener la enfermedad antes de que cause daños.
Los científicos también están buscando nuevas formas de tratar la EM en ensayos clínicos. Estos ensayos prueban nuevos fármacos para ver si son seguros y si funcionan. Suelen ser una forma de probar un nuevo medicamento que no está disponible para todo el mundo. Pregunte a su médico si uno de estos ensayos puede ser adecuado para usted.