¿Existe una conexión entre la EM y la diabetes? Tal vez. Comparten algunos de los mismos síntomas y podrían compartir algunos de los mismos factores de riesgo.
La diabetes es una enfermedad que provoca un exceso de azúcar en la sangre. En el tipo 1, el cuerpo (páncreas) no puede producir insulina, por lo que el azúcar en sangre no puede llegar a las células para ser utilizado como energía. En el tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de forma adecuada.
Estas enfermedades están relacionadas, en primer lugar, porque comparten algunos de los mismos síntomas y, en segundo lugar, porque algunas investigaciones sugieren que podrían tener algunas de las mismas causas.
Qué síntomas comparte la EM con la diabetes?
Ambas afecciones pueden causar:
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Problemas de vejiga (ganas de orinar mucho).
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Visión borrosa
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Entumecimiento u hormigueo en manos o pies
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Cansancio sin razón evidente
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Dificultad para hablar (esclerosis múltiple o hipoglucemia diabética)
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Mareos (esclerosis múltiple o hipoglucemia diabética)
Tenga en cuenta que estos síntomas podrían ser un signo de cualquier número de otras enfermedades fuera de la diabetes o la EM.
Aun así, si notas alguno de estos problemas, ponte en contacto con tu médico. Le preguntarán sobre todos sus síntomas, su historial de salud, sus medicamentos y cualquier otro diagnóstico que tenga. Si tus síntomas son consecuencia de la EM o de la diabetes, debería ser bastante sencillo averiguar cuál es.
Pero sea cual sea la causa de sus síntomas, es importante buscar las razones con su equipo de atención médica y comenzar un tratamiento que pueda mantenerle lo más sano posible a largo plazo.
Es la diabetes una causa de la EM?
No está claro. Pero la diabetes puede ser un factor de riesgo para la EM. Eso significa que las personas con diabetes pueden tener más probabilidades de desarrollar EM que las personas que no la tienen. Un estudio danés de 2006 descubrió que las personas con diabetes tipo 1 tenían 3 veces más probabilidades de padecer EM. Hay que tener en cuenta que la esclerosis múltiple es muy poco frecuente: se da en 1 de cada 1.000 personas. Así que un aumento de 3 de cada 1.000 personas sigue siendo bastante raro.
Investigaciones más recientes muestran que las personas con diabetes tipo 2, especialmente las mujeres menores de 51 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar EM. No está claro por qué, pero hay suficientes investigaciones que justifican un estudio más profundo.
Además, algunos medicamentos para la diabetes de tipo 2, como la pioglitazona (Actos) y la metformina (Glucophage, Glumetza, Riomet), también parecen ralentizar el avance de la EM.
Sin embargo, es importante recordar que la correlación no es la causalidad. En otras palabras, el hecho de que las personas con diabetes tengan más probabilidades de padecer EM no significa que la diabetes sea la causa de la EM.
Puede ser simplemente que ambas enfermedades compartan algunos de los mismos factores de riesgo. Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de contraer una enfermedad. El tabaquismo, por ejemplo, es un factor de riesgo para el cáncer de pulmón (y las enfermedades cardíacas, y la diabetes, y la EPOC, y la artritis reumatoide, y muchas otras cosas).
En el caso de la diabetes de tipo 1 y la esclerosis múltiple, los científicos creen que un sistema inmunitario defectuoso puede ser la causa de ambas enfermedades. Así que, tal vez, ciertos tipos de respuestas inmunitarias defectuosas podrían ser un factor de riesgo para ambas enfermedades.
Pero ni siquiera eso llega a la raíz del problema. Los científicos todavía tienen que averiguar qué es lo que provoca un sistema inmunitario defectuoso. Es probable que se trate de una mezcla de genes y elementos del entorno. Pero, ¿en qué medida? Quizá sean los factores de riesgo los que marquen la diferencia.
Se necesita mucha más investigación para llegar al fondo de este problema.