La ataxia provoca la pérdida de control muscular y de equilibrio en la esclerosis múltiple, con temblores, inestabilidad al caminar, dificultad para hablar y vértigo. Descubra cómo puede tratar la ataxia con la EM, incluyendo la rehabilitación con fisioterapia, los dispositivos de ayuda o los aparatos ortopédicos.
La ataxia puede afectar al control de los movimientos oculares y a los músculos que utiliza para caminar, sentarse, levantarse, hablar o tragar. Las extremidades y los músculos pueden temblar o agitarse al intentar realizar tareas ordinarias en casa o en el trabajo.
La ataxia puede hacer que pierda el equilibrio cuando se ponga de pie o intente atravesar una habitación. Otras personas pueden pensar que se tambalea porque está borracho. Estos síntomas pueden causarle vergüenza.
¿Quién padece ataxia?
La ataxia es un síntoma común de la esclerosis múltiple (EM) que afecta a cerca del 80% de las personas con la enfermedad. Si tiene EM primaria progresiva o secundaria progresiva, es más probable que desarrolle ataxia en algún momento.
Muchas personas con EM sólo tienen síntomas leves de ataxia. Los temblores y la pérdida de coordinación no afectan demasiado a sus actividades diarias. También existen tratamientos, incluidos los ejercicios de rehabilitación, para ayudarle a controlar la ataxia con EM.
Qué causa la ataxia en la EM?
Aunque tengas temblores o falta de control muscular con la ataxia, no está causada por la debilidad muscular, sino por los nervios motores y sensoriales dañados causados por la EM.
En la EM, la inflamación ataca y daña las fibras nerviosas y la mielina, un tejido protector que rodea los nervios del cerebro y la médula espinal. Al final, las células nerviosas que controlan los movimientos enviando y recibiendo señales eléctricas resultan dañadas. Los nervios no pueden comunicarse entre sí con normalidad para controlar los movimientos del cuerpo.
Tipos de ataxia
Las personas con EM pueden tener uno o más de los tres tipos de ataxia: cerebelosa, sensorial y vestibular:
La ataxia cerebelosa está causada por daños en el cerebelo, situado en la parte posterior del cerebro, por encima del tronco cerebral y el cuello. El cerebelo tiene el tamaño de un puño. Las neuronas del cerebelo controlan los movimientos musculares voluntarios que le ayudan a mantenerse en pie, a mantener el equilibrio y a estabilizarse.
La inflamación de la esclerosis múltiple puede provocar lesiones o cicatrices en el cerebelo o en partes del cerebro conectadas a él. Esto puede causar interrupciones en las acciones de los diferentes nervios que controlan los músculos y los movimientos en uno o ambos lados de su cuerpo.
La ataxia cerebelosa puede hacer que pierda la coordinación al caminar, estar de pie o moverse. Puede tener movimientos temblorosos de los ojos o las manos. Es posible que no pueda mantener una postura estable o el equilibrio. La ataxia cerebelosa puede hacer que pierda el control de los músculos que utiliza para hablar, lo que le lleva a hablar con dificultad, de forma lenta o anormal. También puede tener una menor amplitud de movimiento en las articulaciones.
Los daños de la ataxia cerebelosa pueden provocar síntomas cognitivos en algunas personas con EM. Puede que no sea capaz de organizar sus pensamientos, hacer planes o procesar nueva información como antes. A veces puede estar de mal humor, ansioso o deprimido.
La ataxia sensorial también se llama ataxia propioceptiva. Es una pérdida de sensibilidad en el movimiento de las articulaciones, las extremidades y otras partes del cuerpo. La ataxia sensorial está causada por daños en los nervios de la columna dorsal, en la parte posterior de la médula espinal. Estos nervios llevan mensajes al cerebro que regulan la posición de las partes del cuerpo y las extremidades.
La ataxia sensorial también puede estar causada por cambios en las partes del cerebro donde se reciben los mensajes nerviosos, como el cerebelo, el tálamo y el lóbulo parietal. El cerebro confunde los mensajes sobre la propiocepción, es decir, cómo colocar el cuerpo en un espacio cuando se mueve.
La ataxia sensorial en la EM le hace caminar de forma inestable. Puede clavar los talones en el suelo cuando camina, por lo que parece que está pisando fuerte.
Por la noche o en habitaciones poco iluminadas, los síntomas de la ataxia sensorial pueden ser peores porque no puede percibir la distancia que separa sus pies del suelo o la que separa sus manos del respaldo de una silla. Puede desarrollar el signo de Romberg, es decir, una postura inestable y pérdida de equilibrio cuando tiene los ojos cerrados o está oscuro. El signo de Romberg puede aumentar el riesgo de caídas.
La ataxia vestibular está causada por daños en el sistema vestibular, como las estructuras del oído interno y los canales auditivos llenos de líquido que controlan el sentido del equilibrio. La ataxia vestibular también puede producirse si la EM causa lesiones en el tronco cerebral o en partes del sistema vestibular, o si la EM daña los nervios que conectan los pequeños órganos del oído interno que controlan el equilibrio.
La ataxia vestibular provoca vértigo, pérdida de equilibrio, mareos, náuseas, vómitos y sacudidas oculares. Algunas personas con EM desarrollan la ataxia vestibular lentamente, por lo que sólo tienen una pérdida de equilibrio o balance, no otros síntomas graves.
Cómo puede afectar la ataxia a su vida diaria?
La ataxia puede hacer que muchas tareas cotidianas ordinarias sean un verdadero reto. Puede que le cueste vestirse, sostener un tenedor, abrir un frasco o escribir en el teclado del ordenador o en el teléfono. Al perder la coordinación motriz, es posible que no pueda practicar los deportes que le gustan.
Problemas de seguridad personal. Las personas con EM que padecen ataxia son más propensas a caerse o tropezar. Las superficies irregulares o inestables son especialmente arriesgadas, como las escaleras, las escaleras mecánicas, las aceras móviles del aeropuerto, los barcos o los puentes.
La ataxia puede causar problemas de visión. Es posible que no pueda controlar los movimientos oculares o el enfoque, por lo que resulta difícil leer. Las personas con EM pueden desarrollar una visión borrosa o doble debido a la ataxia.
Puede tener problemas para tragar la comida, e incluso atragantarse o tener arcadas cuando bebe un vaso de agua. El habla puede ser confusa, por lo que otras personas no pueden entender lo que usted dice si necesita ayuda o instrucciones.
La ataxia puede provocar una gran fatiga en algunas personas con EM. Tienes que esforzarte más para hacer los movimientos ordinarios y concentrar tu atención para no hacerte daño. Las actividades normales pueden ser agotadoras.
Emociones e imagen de sí mismo. Vivir con ataxia puede suponer una carga emocional. Puede sentirse avergonzado por sus temblores o su pérdida de equilibrio. Esto puede reducir su imagen personal. Puede que incluso evite las actividades sociales porque no quiere que los demás le vean temblar, dejar caer cosas o luchar por caminar.
Puede empezar a sentirse limitado en cuanto a las actividades o tareas que puede llevar a cabo sin ayuda de la familia o los amigos. Sientes que has perdido tu independencia.
Pruebas de ataxia
Su médico puede realizar algunas pruebas sencillas para calibrar el alcance de su pérdida de control muscular y de equilibrio durante los movimientos básicos.
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Mientras estás en la sala de exploración, pueden pedirte que camines en línea recta, colocando un pie delante del otro, o que toques con tu dedo el dedo extendido y luego la nariz. Pueden pedirle que repita los movimientos con los ojos cerrados y abiertos.
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También pueden hacer la prueba del signo de Romberg: Con los ojos abiertos, te quedarás quieto con los pies lo más juntos posible, apoyados en el suelo. A continuación, cierre los ojos para comprobar su equilibrio. Los daños en los nervios o en la médula espinal causados por la ataxia pueden hacer que te tambalees.
Cómo puede tratar y controlar los síntomas de la ataxia?
Los temblores son difíciles de tratar en la EM. Pero una combinación de tratamientos y ajustes en la forma de realizar los movimientos puede ayudarle a controlar la ataxia.
Rehabilitación física y ocupacional. Un fisioterapeuta (PT) puede guiarte para que aprendas y realices una serie de ejercicios para fortalecer y estabilizar tus músculos centrales. Se trata de los músculos del tronco y la pelvis, como los abdominales, los de la espalda y los de la cadera. La ataxia suele hacer que las personas con EM desarrollen debilidad en estos músculos, ya que la pérdida de equilibrio les lleva a estar más tiempo sentados que caminando o moviéndose.
También puedes trabajar con un terapeuta ocupacional (TO) para aprender a controlar la fatiga o los temblores musculares que te hacen perder el equilibrio durante las tareas ordinarias. El terapeuta ocupacional puede enseñarle a utilizar dispositivos de ayuda, como un tenedor con peso para comer más fácilmente con el temblor de la mano.
Durante la rehabilitación, tu fisioterapeuta puede sugerirte actividades que te ayuden a mejorar el equilibrio y la coordinación, como el yoga, el tai chi o jugar con una tabla de equilibrio en casa. Estos ejercicios y juegos pueden levantarte el ánimo y también pueden preservar tu función cognitiva con la EM.
En la rehabilitación, también aprenderás técnicas compensatorias para que los movimientos o las tareas ordinarias te resulten más fáciles:
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Su fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para reaccionar y adaptarse a la pérdida de equilibrio. Pueden entrenarle a moverse con movimientos de cabeza y ojos, a caminar sin visión completa o sin luz, o a cambiar su peso en una superficie inestable.
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Pueden enseñarle a tomar precauciones sencillas para reducir el riesgo de caídas, como por ejemplo, cómo sujetar una barandilla o un pasamanos al caminar. En la rehabilitación, puede aprender a hacer pausas y descansar durante las actividades para no agotarse ni caerse.
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Pueden mostrarte trucos para facilitar los movimientos, como llevar ropa de ejercicio ajustada o puños con peso si la ataxia afecta a los brazos.
Ayudas para la movilidad. Tu fisioterapeuta puede recetarte un bastón, una férula o un andador y enseñarte a utilizarlos correctamente. Las ayudas a la movilidad ayudan a las personas con EM a moverse con más seguridad para reducir el riesgo de caídas.
Los aparatos ortopédicos que se colocan en los tobillos o en los pies pueden ayudarle a caminar de forma más estable. Los aparatos ortopédicos también pueden ayudarte a estabilizar los brazos, las manos o el cuello para controlar mejor tus movimientos.
Terapia del habla. Si tienes temblores en los músculos que rodean la boca, tu médico puede remitirte a un logopeda. Pueden trabajar contigo para que hables más despacio y con más claridad, o ayudarte a controlar el volumen cuando hablas.
Medicamentos. Su médico puede recetarle uno de estos medicamentos fuera de etiqueta que pueden aliviar sus temblores, aunque pueden no estar aprobados por la FDA para tratar los temblores de la EM:
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Buspirona (Buspar)
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Clonazepam (Klonopin)
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Gabapentina (Neurontin)
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Hidroxizina (Atarax, Vistaril)
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Isoniazida (Laniazid, Nydrazid)
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Ondansetrón (Zofran)
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Levetiracetam (Keppra)
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Primidona (Mysoline)
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Propranolol (Inderal)
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Topiramato (Topamax, Trokendi XR, Qudexy XR)
El cannabis o marihuana medicinal ha demostrado mejorar los temblores en algunos estudios pequeños, pero es necesario investigar más para ver si es una opción de tratamiento eficaz y segura para las personas con EM.