¿Puedo beber alcohol si tengo esclerosis múltiple?

¿Puede esa copa de vino o gin-tonic hacer más daño que bien? Averigüe qué es seguro y a qué hay que prestar atención cuando se trata de la esclerosis múltiple y el alcohol.

No te excedas

Para la mayoría de las personas con EM, la respuesta es consumir alcohol con moderación, dice la doctora Jennifer Graves, profesora asociada de neurociencias y directora del Programa de Investigación en Neuroinmunología de la Universidad de California en San Diego.

Según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, eso significa no más de una bebida al día si eres mujer o dos si eres hombre.

Tomar varias bebidas con regularidad podría empeorar el daño neurológico y la función de los pacientes con EM, pero es poco probable que una copa de vino o una sola cerveza durante la cena causen problemas importantes, dice Graves.

El alcohol no es del todo bueno ni del todo malo. Por ejemplo, los antioxidantes y los flavonoides del vino tinto pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, algo que preocupa cuando se padece EM. Pero esta no es una razón para empezar a beber si aún no lo hace. Estos compuestos se encuentran en otros alimentos y bebidas, dice Graves.

Y en caso de que se pregunte si el consumo de alcohol en el pasado puede haberle causado la EM, deje a un lado sus preocupaciones.

Según los datos disponibles, es poco probable, dice Graves.

Efecto del alcohol en los síntomas de la EM

Si decides disfrutar de una copa de vino o cerveza de vez en cuando, debes saber que podría aumentar ciertos síntomas de la EM. Incluso una sola copa puede empeorar problemas como la inestabilidad.

Si tienes muchos problemas con el equilibrio, el pensamiento o los síntomas de la memoria debido a la EM, puede ser mejor evitar el alcohol por completo, dice Graves.

El alcohol también puede provocar problemas de sueño y empeorar los síntomas de la vejiga. Además, el consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, sobre todo si se bebe en exceso. Aumentan las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer, colesterol alto y accidentes cerebrovasculares. Algunas de estas enfermedades pueden empeorar la EM en general, dice Graves, por lo que es importante hacer lo posible para evitarlas.

Varios medicamentos utilizados para tratar los síntomas de la EM, como el dolor de cabeza, el insomnio y la depresión, no combinan bien con el alcohol. Combinar estos medicamentos con bebidas podría provocar una sedación excesiva y riesgos para la salud, dice Graves.

Asegúrate de preguntar a tu médico cómo pueden actuar tus tratamientos específicos con el alcohol para saber qué debes tener en cuenta.

Breve y dulce

Recuerda que cada persona con EM es diferente. Ten una conversación sincera con tu médico sobre tus hábitos para que puedas tomar decisiones inteligentes para ti.

Probablemente esté bien que lo celebres con una copa de champán, que añadas un buen tinto a tu comida o que disfrutes de una cerveza mientras ves el partido. Sólo tienes que conocer tus límites y hacer lo posible por no sobrepasarlos.

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