Aprende a pedir ayuda en distintos ámbitos de tu vida, como el trabajo y el hogar.
Comprender la autosuficiencia
Un experto estudió los valores fundamentales que tienen las personas de todo el país y descubrió que la autosuficiencia está entre los diez primeros. Aunque la capacidad de trabajar de forma independiente es importante en muchos escenarios, también puede causar problemas. ¿Cómo se puede tener éxito si no se trabaja en equipo?
Puede que no pienses que pedir ayuda es un trabajo en equipo, pero lo es. Ya sea en el trabajo, en casa o en una organización de voluntarios, el trabajo en equipo es crucial para conseguir las cosas. Una vez que seas consciente de que no pedir ayuda puede ser egoísta, te ayudará a cambiar tu perspectiva. Pedir ayuda se convierte en una fortaleza en lugar de una debilidad.
Voluntad de ayudar a los demás
Si no buscas ya la forma de ayudar a otras personas, empieza por hacerlo. Es probable que a otras personas de tu entorno también les cueste pedir ayuda. Si alguien está terminando un proyecto en el trabajo, pregúntale cómo puedes ayudarle a terminarlo antes de la fecha límite. Si tu cónyuge está terminando una tarea en casa, salta a ayudar sin preguntar. Haz lo que hay que hacer...
Si te ofreces a ayudar a los demás y tomas la iniciativa de ayudar sin que te lo pidan, desarrollarás una reputación positiva. Ten en cuenta que no puedes ayudar una sola vez y ya está. Tienes que establecer el hábito de ayudar y seguir haciéndolo de forma constante.
Esto te ayuda de dos maneras. En primer lugar, te estableces como una persona que ayuda, de modo que cuando necesitas algo, los demás están dispuestos a dar un paso adelante y ofrecer ayuda. En segundo lugar, te sientes cómodo ayudando en general, de modo que es más probable que pidas ayuda cuando la necesites.
Considera tu petición
Antes de pedir ayuda para algo, tómate un tiempo para considerar qué necesitas exactamente. Si estás en el trabajo, escribe los objetivos y los plazos de tu proyecto. Luego piensa en tus puntos fuertes y en lo que se te da bien. Busca la manera de que otra persona pueda ahorrarte tiempo o proporcionarte una valiosa información. Por ejemplo, puede que necesites que alguien revise un documento para buscar errores ortográficos y gramaticales antes de presentarlo...
Si necesitas la ayuda de tu cónyuge en casa, haz una lista de las tareas que debes realizar. Pídele que elija una o dos cosas de la lista. Esta es una buena manera de llegar a un acuerdo, ya que les da la posibilidad de elegir, y tú obtienes la ayuda que necesitas.
Haz una petición inteligente
Cuando pidas ayuda en el trabajo, tienes que ser detallado sobre lo que necesitas. Asegúrate de pedir una ayuda que sea:
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Específica C no deje lugar a interpretaciones, o puede que no obtengas la ayuda que esperas
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La C significativa explica por qué necesita ayuda
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Orientado a la acción C cuál es la tarea o el objetivo
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Real C no se inventa una petición de ayuda si no es necesaria?
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Con un límite de tiempo C establecer una fecha límite.
No haga suposiciones
Puede que te sientas indeciso a la hora de pedir ayuda porque dudas de que los demás tengan las habilidades, capacidades o suministros que necesitas. Hasta que no lo pidas, nunca lo sabrás. Si la persona a la que preguntas no puede ayudarte, puede conocer a alguien que sí puede. Si no pides ayuda basándote en una suposición, no obtendrás la ayuda que necesitas. Pero si pides ayuda, es más probable que la recibas, aunque no sea de la forma que esperabas.
La gente quiere ayudar
No todo el mundo toma la iniciativa de ofrecer ayuda. Eso no significa que no estén dispuestos a ayudar. Al igual que debes practicar el ofrecer ayuda, debes practicar el pedirla. Muchas personas quieren ayudar cuando se les pide. Y si has ayudado a alguien en el pasado, es probable que haga lo que pueda para devolver el favor.
El miedo al no
Quizá no pidas ayuda porque temes que alguien te diga que no. Si esto sucede, es probable que sea menos dramático de lo que imaginas en tu mente. Si alguien no puede ayudarte, probablemente te dará una razón o sugerirá una alternativa a tu petición.
Si alguien te dice que no una vez, no es un no para siempre. Recuerda que debes seguir buscando ayuda cuando la necesites. Parte de pedir ayuda es entender que no siempre va a funcionar exactamente como piensas. Otras personas también tienen plazos y objetivos de trabajo. La próxima vez, pide ayuda con un poco más de antelación si es posible.
Buscar ayuda externa
No pedir ayuda cuando la necesitas puede hacer que te sientas estresado y abrumado. Si todavía te cuesta pedir ayuda, acude a un profesional. Un terapeuta o proveedor de salud mental puede practicar contigo y hablar de estrategias para que te sientas más cómodo pidiendo ayuda.