¿Te cuesta manejar los conflictos y la rivalidad entre hermanos? Aquí tienes 8 pasos que te ayudarán a retomar el control y volver a mandar.
Cuando se tiene más de un hijo en casa, es normal sentirse como un bombero que tiene que apagar constantemente el fuego y evitar que se produzcan llamaradas. Los conflictos y la rivalidad entre hermanos son una parte normal del crecimiento y comunes en todos los hogares. Pero eso no hace que lidiar con ellos sea menos estresante para los padres...
Saber cuándo dejar que tus hijos gestionen las disputas por sí mismos y cuándo intervenir es clave para minimizar los conflictos. Esto parece mucho más fácil en teoría. Pero hay varias medidas prácticas que puedes tomar y que te ayudarán a desarrollar relaciones sanas entre hermanos desde el principio. Así se evitarán resentimientos continuos y arraigados que pueden debilitar sus relaciones en los últimos años de su vida.
8 pasos que pueden ayudarte a gestionar mejor los conflictos y la rivalidad entre hermanos
Ÿ 1.Establezca un ambiente de cooperación. Los niños suelen aprender por imitación. Si los padres no se llevan bien y sus peleas van acompañadas de gritos, portazos o silencio, es difícil esperar que los niños lo hagan mejor.
Dé un buen ejemplo a sus hijos. Desarrollen mejores formas de comunicarse entre sí que sean reflexivas, sensibles a las necesidades de los demás, cooperativas y, sobre todo, respetuosas.
2.No tengas favoritos ni hagas comparaciones. Cada niño tiene sus propios puntos fuertes y débiles. Celebre su individualidad sin hacerles sentir que se enfrentan constantemente unos a otros. Evite hacer afirmaciones como: "Tu hermana siempre se esfuerza por estudiar y trae a casa buenas notas. ¿Por qué tú no puedes?
3. Establezca normas de buen comportamiento. Ayude a sus hijos a entender lo que usted considera un buen o mal comportamiento y establezca consecuencias o restrinja los privilegios cuando los niños tengan comportamientos incorrectos.
Un ejemplo de mal comportamiento con el que los niños suelen relacionarse son los insultos, que son un acto de menosprecio hacia otra persona. En su lugar, fomente, refuerce y elogie los buenos comportamientos, como hablar con el otro con calma y tratar de resolver sus diferencias con respeto mutuo.
? 4. Reconozca la diferencia entre justicia e igualdad. Ser justo y ser igual no son necesariamente lo mismo cuando se trata de conflictos y rivalidades entre hermanos. Los niños mayores pueden tener una serie de privilegios diferentes que los niños pequeños pueden resentir.
Procure ser justo en sus decisiones y dedique tiempo a explicar a sus hijos por qué se han tomado las decisiones de una manera determinada. Si los niños pueden ver el razonamiento que hay detrás de las decisiones, suelen estar más dispuestos a adaptarse. ?
5. Reconozca las necesidades individuales. Dedique tiempo a cada niño de forma individual, aunque sea 10 minutos al día. Para su hijo es muy importante saber que usted se preocupa lo suficiente como para hacerlo. Aproveche este tiempo para escuchar, ser empático y averiguar cómo se lleva con sus hermanos. Demuestre a cada niño que es especial para usted a su manera. Promueva un ambiente de cooperación y armonía.
6.Proporcione a los niños herramientas para la resolución de problemas. Una cosa es decirles a los niños que no se griten y otra que sepan cómo desactivar y resolver los conflictos y rivalidades entre hermanos. Enseña a los niños a explicar con calma sus sentimientos y su versión de los hechos mediante la escucha empática y la negociación de los resultados de forma que ambas partes acaben satisfechas.
7. Establezca reuniones familiares periódicas. Esta es una buena manera no sólo de enseñar a los niños a trabajar juntos en equipo, sino también de darles una oportunidad justa de participar en la toma de decisiones que les afectan. Es importante fomentar la escucha durante estas reuniones y aprovechar el tiempo para mantener conversaciones constructivas que generen soluciones prácticas. ?
8. Busque ayuda profesional. A veces, ni siquiera sus mejores esfuerzos pueden servir para resolver los conflictos entre hermanos. Es perfectamente normal que haya situaciones en las que parezca que las cosas se les van de las manos y requieran ayuda o apoyo adicional. Puede ser el momento de llamar a los profesionales si:
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La rivalidad entre hermanos es tan grave que está causando problemas en el matrimonio.
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Podría haber una amenaza muy real de peligro físico inminente.
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Los conflictos están afectando a la salud mental y a la autoestima de cada uno de los miembros de la familia.
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La rivalidad entre hermanos puede estar relacionada con otras preocupaciones psicológicas negativas, como la depresión.
La comida para llevar
Es normal que los niños se lleven bien en un momento y se desprecien al siguiente. Utiliza estas estrategias para minimizar la rivalidad entre hermanos y retomar el control cuando sientas que las cosas se te van de las manos. Recuerde que debe buscar ayuda profesional si necesita un apoyo neutral, sin juicios de valor y con experiencia que le ayude a usted y a sus hijos a tomar la dirección correcta.