Haz grandes cambios con pequeños pasos

Si tienes grandes objetivos en mente, no te lances de cabeza y te quemes. La clave del cambio son los pasos de bebé. Que el médico le explique cómo hacerlo.

¿La mejor manera de hacer que un cambio se mantenga? Da pequeños pasos hacia tu objetivo. He aquí cómo y por qué una acción lenta y constante le hará tener más probabilidades de éxito.

Tómatelo con calma.

Nuestro cerebro está programado para resistirse a la repetición de acontecimientos difíciles, complejos o dolorosos. Como resultado, un enfoque de no dolor, no ganancia en realidad hace que sea más fácil para nosotros renunciar a nuestros objetivos. En su lugar, relájate un poco. Asegúrate de aportar alegría, diversión o, como mínimo, facilidad en cada pequeño paso que des hacia tu misión.

Prepárate para el éxito.

Olvídate de las ambiciones demasiado grandes y vagas -por ejemplo, voy a perder 10 kilos- con acciones específicas y manejables que estés seguro de poder alcanzar. Quizá el primer paso que dé para adelgazar sea reducir la cantidad de refrescos que bebe. Una vez que lo hayas conseguido, puedes añadir otro paso sencillo que te acerque a tu objetivo de pérdida de peso.

Conócete a ti mismo.

Muchas veces, echamos por tierra nuestros planes de mejora al hacer un cambio más difícil de lo necesario. Un software caro que no sabes utilizar, ¿te ayudará realmente a llevar un mejor control de tus finanzas? ¿Es probable que sigas con un grupo de corredores a primera hora de la mañana a pesar de que sueles dormirte con el despertador? Si tomas nota de tus puntos fuertes y débiles, podrás establecer objetivos factibles.

Busca los micromomentos.

Ten en cuenta las pequeñas formas de acercarte a tu objetivo a lo largo del día. Incluso unos pocos segundos cuentan. Si quieres mejorar la comunicación con tu pareja, intenta levantar la vista del smartphone y establecer contacto visual cuando te hable. Para hacer más ejercicio, prueba a subir las escaleras en lugar de las mecánicas en el trabajo.

Sé coherente.

Los nuevos comportamientos tardan unas 3 semanas en convertirse en un hábito, así que ten paciencia. No verás grandes cambios de inmediato. Lleva un diario de lo que logras cada día para mantenerte en el camino y registrar tu progreso.

No te olvides de celebrar.

Nos criticamos rápidamente cuando no alcanzamos un objetivo, pero una palmadita en la espalda por nuestros éxitos -incluso los más pequeños- es crucial para mantener la motivación. Regálate un té de hierbas y una taza nueva cuando hayas reducido tu consumo de café. Descárgate música nueva después de caminar con tus amigos unos cuantos días seguidos. Cuando somos recompensados (incluso por nosotros mismos), nuestra mente inconsciente nos impulsa a volver a adoptar estos comportamientos saludables.

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