Cómo los rumores y las habladurías pueden ponerte enfermo

Los cotilleos y los rumores pueden ser placeres culpables, pero también pueden provocar estrés, ansiedad y tensión física y mental. Aprende más sobre cómo estas palabras falsas pueden enfermarte físicamente.

Todos hemos oído estos términos. Aunque la mayoría los considera inofensivos, pueden afectar a su salud. Aprender a distinguir la diferencia entre realidad y ficción puede ser un verdadero estímulo, tanto mental como físico.

¿Qué ocurre cuando los rumores no son inofensivos? ¿Qué pasa si dañan la reputación, los medios de vida o la vida personal de alguien?

Si te encuentras en el extremo receptor de un chisme falso, ¿qué haces?

Rumores frente a cotilleos frente a "noticias falsas

Los rumores se definen como habladurías ampliamente difundidas sin ninguna fuente fiable que las respalde. No siempre son malos. Algunos rumores pueden incluso parecer positivos, como ascensos, compromisos o premios.

Pero hasta que se demuestre lo contrario, son sólo eso: rumores.

El cotilleo es cuando se toman los rumores -esas informaciones no confirmadas- y se transmiten, difundiendo lo que pueden ser noticias falsas.

Lo que puede sorprender es lo difícil que puede ser distinguir los rumores y cotilleos de la verdad. Incluso las personas que saben de Internet pueden tener problemas para distinguir lo que es real y lo que no. También puede ser difícil distinguir entre noticias y publicidad. Por eso, a veces la gente da más importancia a lo que ve en sus redes sociales que a lo que obtienen de fuentes de noticias más creíbles.

¿Cuál es el daño?

Cuando se trata de "noticias falsas"

los efectos pueden ser tanto inmediatos como duraderos. En la mayoría de los casos, una noticia "falsa" puede agitar tus emociones y cambiar tu estado de ánimo. Dependiendo de la fuerza de tus sentimientos, la historia, y la reacción que te produjo, puede quedarse en tu cabeza, incluso después de que descubras que es falsa. Incluso puedes recordar esos sentimientos si ves otra historia sobre el mismo tema.

Por sí solos, los rumores y chismes

parecen inofensivos; casi un pasatiempo divertido. Pero hay un punto en el que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud.

Hay mucha información sobre el acoso entre adolescentes y niños pequeños. Lo que a veces se pasa por alto es que los adultos también pueden ser acosados.

Puede venir en forma de rumores falsos o chismes sobre ellos o un ser querido. También puede venir a través de reacciones a palabras o a una imagen que se ha publicado.

El aspecto físico, la política y las cuestiones financieras también pueden ser objeto de acoso en línea.

No es algo que se pueda ignorar. Puede traer cosas como:

  • Agotamiento

  • Ansiedad

  • Depresión

Es más, toda esta charla puede escalar a la violencia física. Cuando no se aborda, también puede causar problemas de salud física y mental a largo plazo, incluyendo:

  • Depresión clínica

  • Trastorno de estrés postraumático

  • Ataques de pánico

  • Culpabilidad

  • Suicidio

¿Qué puedes hacer?

Los rumores, las habladurías y las noticias falsas pueden hacerte sentir impotente, enfadado y muy ansioso. Hay medidas que puedes tomar para recuperar tu poder y tu salud.

Evitar las noticias falsas,

puedes:

  • Ten cuidado con los sitios que terminan en ".com.co". A menudo, son versiones piratas de los servicios de noticias tradicionales.

  • Intenta buscar otros artículos sobre el mismo tema en otros sitios, sobre todo si el primer artículo que lees te molesta. Es posible que la historia que te induce a la ira haya sido creada de manera que te altere.

  • Consulta otra fuente si un artículo que lees utiliza todas las mayúsculas, ya sea en los titulares o en el propio artículo.

  • Haz clic en la pestaña "Sobre nosotros" para obtener más información sobre la fuente.

  • Curiosea un poco para ver si otros sitios más conocidos informan de la historia. Si es legítima, al menos otro sitio la cubriría.

  • Ten cuidado con los blogs, aunque estén vinculados a sitios conocidos. En muchos casos, los blogs no se rigen por las mismas normas editoriales que las noticias normales.

Cuando te encuentras con un chisme, un rumor jugoso,

o una foto poco favorecedora que claramente tiene como objetivo herir al sujeto, no lo compartas, no comentes y no te comprometas. Podrías ayudar a alguien que no sabe cómo combatir el problema simplemente denunciándolo por él.

Si eres objeto de un rumor, cotilleo o acoso,

es importante recordar que no todas las burlas son acoso. Pero cuando llegue a ese punto, no respondas. Corta con ellos: bloquea las llamadas y los mensajes de texto, y bloquéalos en las redes sociales.

Ponte en contacto con tu proveedor de servicios de Internet si el abuso llega a través de un sitio web o de tu smartphone. Lo más probable es que el acosador esté violando sus condiciones de servicio. Si es así, los mensajes ofensivos desaparecerán. También puedes ponerte en contacto con la policía. Hay leyes contra el acoso, el hostigamiento y la conducta amenazante.

No te comprometas con ellos. No reenvíes los mensajes a tus amigos. Sobre todo, no creas lo que se dice de ti.

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