médico revela 5 formas en que la música hace algo más que chasquear los dedos.
5 formas en que la música ayuda a la mente
De los archivos del médico
Por Serusha Govender
Tu cerebro ama la música como Willy Wonka ama el chocolate. No, en serio, le encanta. Hagamos un retrato de tu cerebro con la música: Mientras el sonido recorre las vías auditivas, el tono se registra en el centro del lenguaje, el ritmo se dispara en las regiones motoras y el resto del cerebro interviene para descifrar la melodía, predecirla, conectarla con la memoria y decidir si quieres comprarla en iTunes. "Tu cerebro se ilumina como un árbol de Navidad cuando escuchas música", dice la musicoterapeuta neurológica Kimberly Sena Moore. "La música es realmente un estímulo tan complejo... y puedes utilizarla de forma intencionada para el bienestar general".
Heres cómo la música da su mente la ventaja.
Aprender a tocar un instrumento musical potencia la memoria
Tanto si rasgueas una guitarra como si tocas un instrumento de viento, tocar un instrumento agudizará tu memoria y protegerá tu mente de los estragos de la vejez. El proceso implica una compleja lista de tareas (como la colocación de los dedos y la lectura de las notas musicales) que amplía tu capacidad de memoria de trabajo. Con el tiempo, tu cerebro aprenderá a realizar más tareas simultáneamente sin sobrecargarse, y recordarás la información durante más tiempo. Además, tocar en grupo (como en una orquesta) refuerza tu capacidad para extraer pequeñas piezas de información de un paisaje complejo, lo que afina tu capacidad de aprendizaje a largo plazo.
El entrenamiento musical te hace más inteligente
Aprender un instrumento musical es como unos Juegos Olímpicos para la mente. Enseña al cerebro a resolver problemas, y por eso las personas que han recibido formación musical suelen ser mejores en matemáticas, ciencias e ingeniería más adelante. Sin embargo, el momento lo es todo: Los resultados son mejores para los que empiezan de jóvenes. Las mentes de los niños aún se están formando, dice Moore. "Sus cerebros aún se están desarrollando activamente y se están moldeando". Cuanto más intenso sea el entrenamiento musical, más se desarrollará el cerebro de los niños. "[En el entrenamiento musical] se requiere la participación de un conjunto de sistemas cognitivos básicos", dice el doctor Petr Janata, neurocientífico cognitivo del Centro para la Mente y el Cerebro de la Universidad de California en Davis. "Hay estudios que demuestran que los resultados de la memoria de trabajo verbal de estos niños aumentan".
¿Te perdiste las clases de violín cuando eras niño? No te preocupes. Los adultos pueden seguir beneficiándose del entrenamiento musical, dice Moore, porque la mente se mantiene "plástica" durante toda la vida. "Mantener la memoria de trabajo ocupada ayuda a ralentizar el deterioro cognitivo... así que nunca es demasiado tarde para cosechar los beneficios", dice.
Cantar en grupo te hace más feliz
El acto de cantar envía vibraciones a través del cuerpo que reducen simultáneamente el nivel de cortisol (la hormona del estrés) y liberan endorfinas, haciéndonos sentir satisfechos. La anticipación de los cambios melódicos de un grupo de canto inunda el cuerpo de dopamina, lo que provoca una sensación de euforia. Las investigaciones demuestran que el canto coral también libera el anticuerpo s-IgA, que refuerza nuestro sistema inmunitario, especialmente cuando la canción es conmovedora (el "Réquiem en re menor" de Mozart es una de las más destacadas). ¿No encuentras un grupo con el que cantar o eres demasiado tímido? Hazlo en solitario. Los médicos afirman que cantar libera oxitocina (la hormona de la felicidad), por lo que incluso cantar solo puede mejorar el estado de ánimo al instante.
Escuchar música alivia el dolor (y las emociones)
¿Te gusta escuchar tus canciones favoritas de camino al trabajo? Es algo más que una distracción divertida: un equipo de investigadores suecos descubrió que escuchar con frecuencia la música que te gusta reduce tus niveles de cortisol. En un caso de música sobre la materia, también puede ser un gran analgésico al distraerle y potenciar simultáneamente sus emociones positivas. "La música [también] tiene la capacidad de evocar la nostalgia", dice Janata. "La nostalgia es esencialmente un mecanismo que ayuda a dar sentido a la vida y nos ayuda a superar nuestras crisis existenciales".
Tocar el tambor puede poner en marcha la función cerebral
El cerebro se sincroniza instintivamente con el ritmo, con cualquier tipo de ritmo, lo que explica por qué se camina (o se corre) inconscientemente al compás de un ritmo. Así que tiene sentido que la música rítmica (como los tambores) llegue al cerebro de una manera muy especial. Los instrumentos de percusión son mucho más fáciles de aprender que, por ejemplo, el violonchelo, y se obtienen resultados inmediatos gracias a la combinación del sonido, las vibraciones y la experiencia visual. De hecho, los terapeutas utilizan la percusión para llegar a pacientes con demencia severa y Alzheimer que normalmente no responden a la estimulación externa. Moore recuerda una sesión en una residencia de veteranos en la que se despertó a pacientes con alzhéimer muy retraídos con un sencillo ejercicio de percusión. "Estaban todos en un círculo y se podía ver el cambio inmediatamente", dice. "Había más contacto visual, algunas sonrisas, un compromiso social... También prestaban atención y respondían a sus propios tambores y a los de los demás. Es esa retroalimentación sensorial automática". Pero tocar el tambor no sólo beneficia a las personas con demencia o Alzheimer: Los estudios demuestran que tocar un tambor es un gran alivio para el estrés, incluso para aquellos con cerebros sanos.
Cuando se trata de la música como terapia, la percusión es el método preferido, pero el entrenamiento musical en general tiene un increíble poder de regeneración para la mente humana. Así que ponte a hacer música y dale a tu cerebro la puesta a punto que se merece.