La autoconversación negativa puede reducir tu perspectiva de la vida. He aquí cómo bajar el volumen.
"Es mejor que lo afronte, siempre estaré gordo". Cuando Franco Beneduce escucha a un cliente decir algo así, sabe que tiene mucho trabajo por delante.
Beneduce es un entrenador de vida certificado y facilitador de grupos en San Francisco. Mientras asesora a la gente sobre la pérdida de peso, la imagen corporal y las estrategias de éxito en la vida, ve cómo su autoconversación -las conversaciones que la gente tiene en su cabeza- apoya o socava su progreso hacia sus objetivos.
Si usted se habla a sí mismo de forma negativa, puede que ni siquiera sea consciente de ello. Pensar lo peor puede ser algo natural después de años de hacerlo. Pero puede estar influyendo en su forma de vivir la vida e impidiéndole sacar lo mejor de ella. A continuación, te explicamos cómo reducir la autoconversación negativa.
No todo está en tu cabeza
La autoconversación no es sólo una charla sin sentido. Tiene una forma de crear su propia realidad. Decirte a ti mismo que puedes hacer algo puede ayudar a que suceda. Decirte a ti mismo que no puedes hacer algo puede hacer que se haga realidad. Dígase a sí mismo que nunca perderá peso y puede ser como comer una bolsa entera de patatas fritas. Dígase a sí mismo que es demasiado difícil encontrar otro trabajo y es probable que vea la televisión en lugar de actualizar su currículum.
"La autoconversación dicta cómo te relacionas contigo mismo y cómo te presentas ante los demás", dice Beneduce. Digamos que crees que no tienes nada interesante que decir. Si sigues diciéndote eso, los demás también te verán así.
De hecho, las personas que piensan negativamente tienden a ser menos extrovertidas y a tener redes sociales más débiles que las que piensan positivamente. Múltiples estudios relacionan las emociones positivas con relaciones más satisfactorias, más románticas y menores tasas de divorcio.
Evite una espiral descendente
La autoconversación negativa puede ser un tren desbocado. Tu mente da vueltas en círculos reproduciendo un acontecimiento negativo o tus propios defectos. "Las personas que rumian se aferran a los sentimientos negativos", dice la doctora Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside. Puede que pienses que te estás poniendo en contacto con tus verdaderos sentimientos, pero los malos sentimientos tienen una forma de empeorar cuanto más atención les prestas.
Cuanto más te centres en los acontecimientos negativos o en los defectos, más difícil será dejarlos atrás. Las investigaciones demuestran que las personas felices dejan atrás los días malos. En una encuesta realizada a 231 estudiantes universitarios, los que tenían una perspectiva positiva eran más propensos a mirar atrás a los acontecimientos negativos y a informar de lo bien que les iban las cosas ahora.
Háblate a ti mismo de ello
Si la autoconversación negativa tuviera un interruptor de apagado, podrías pulsarlo. Pero no es así. Hace falta un plan y algo de trabajo para atenuarlo. Aquí tienes cuatro maneras de conseguirlo:
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Distanciarse.
No puedes desterrar la autoconversación negativa para siempre, pero puedes dar un paso atrás. Cuando notes que se produce una autoconversación negativa, Beneduce dice que te dirijas a ella como lo harías con un tercero que opina. Puedes decir: "Gracias por compartirlo" o "Es interesante que te sientas así" y seguir adelante.
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Distraerse a sí mismo.
"Pensar en exceso implica centrarse en un tren de pensamiento que da vueltas y vueltas", dice Lyubomirsky. "Puedes detener ese tren de pensamiento concentrándote en otra cosa". Intenta jugar al baloncesto, hacer un crucigrama o cualquier otra actividad que involucre completamente tu mente.
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Llámalos por su nombre.
Dale a tus pensamientos negativos el tercer grado y podrían desmoronarse. Podrías preguntarte: "¿Es eso realmente cierto?" o "¿Hay otra forma de ver esta situación?". También puedes buscar beneficios. Si perdiste ese ascenso laboral, ¿hay alguna lección para el futuro que puedas sacar de la situación? O ¿podría salir otra oportunidad de ella?
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Guárdalos para más adelante.
Reserva un momento del día para la autoconversación negativa. Si te oyes dudar, culpar o compararte con otros en otro momento del día, dite a ti mismo que volverás a la conversación más tarde. Cuando llegue la hora señalada, tus pensamientos negativos habrán perdido la mayor parte de su fuerza.
Hazlo positivo
Beneduce admite que no es inmune a la autoconversación negativa. Cuando trabaja con grupos grandes, sabe que todos le observan. Si está bien, el día irá bien, pero si está mal, fracasará. Así que se dice a sí mismo: "Tengo confianza en mí mismo. Tengo las habilidades que necesito. Voy a confiar en mí mismo". A veces escribe tres palabras en un papel para reforzarlo. A lo largo del día, las mira: "Divertido. Inteligente. Eficaz". Y eso es lo que proyecta.