El nuevo lenguaje de la medicina: Parte 2

Esta es la segunda parte de una serie de dos partes sobre la medicina integrativa, la combinación de terapias convencionales y alternativas.

Medicina integrativa: Segunda parte

Medicina Integrativa: Parte 2 de 2

Por William Collinge, PhD De los archivos del médico

Esta es la segunda de una serie de dos partes sobre la medicina integrativa, la combinación de terapias convencionales y alternativas.

Las enfermedades misteriosas que no parecen tener una única causa ni una única cura son las fuerzas más convincentes que impulsan el auge de la medicina integrativa. Estas enfermedades, denominadas "enfermedades crónicas complejas", han confundido a los médicos, que intentan tratar a los pacientes que sufren estas afecciones para las que una sola forma de medicina no parece ser suficiente.

Las enfermedades crónicas complejas afectan a más de un sistema del organismo. Por ello, los pacientes se recuperan con más éxito con el uso de una amalgama de terapias que implican tanto enfoques convencionales como alternativos.

Ejemplos principales

El síndrome de fatiga crónica (SFC) y la fibromialgia son ejemplos destacados de enfermedades crónicas complejas. Ambas afecciones afectan a los sistemas inmunitario, circulatorio, digestivo y nervioso, que interactúan entre sí de forma desconcertante.

El sistema inmunitario de las personas afectadas por el SFC produce niveles anormalmente altos de las hormonas que normalmente estimulan la acción de las células inmunitarias. Pero los altos niveles de estas hormonas también pueden crear una profunda sensación de fatiga. Las personas con SFC también pueden tener graves problemas de memoria y concentración ("niebla cerebral"), sueño, dolor y digestión.

El dolor corporal generalizado es el síntoma más característico de la fibromialgia. Aunque los afectados perciben el dolor que experimentan como procedente de sus músculos, éstos no muestran ningún signo de enfermedad. El dolor se produce cuando el cerebro encuentra una perturbación al procesar los impulsos nerviosos normales. Los enfermos de fibromialgia también pueden experimentar síntomas similares a los del SFC.

Un pajar, muchas agujas

Un laberinto de factores provoca las dos enfermedades. Aunque cada factor por sí mismo puede no ser suficiente para causar la enfermedad, una multiplicidad de factores puede conspirar para establecer un patrón insidioso de síntomas crónicos que puede ser difícil de desalojar. Con un traumatismo o lesión repentina, el estrés extremo o crónico, las toxinas ambientales, posiblemente ciertos gérmenes y las vulnerabilidades genéticas de una persona, los factores se unen para causar estragos, lo que constituye una enfermedad crónica compleja.

Debido a que la medicina convencional se basa en la enfermedad con una sola causa, los médicos convencionales han fracasado, en su mayor parte, en el tratamiento de las enfermedades crónicas complejas. Las personas con SFC y fibromialgia necesitan algo más que un solo fármaco, cirugía u otras soluciones de alta tecnología.

Las enfermedades crónicas complejas implican una "red de causalidad" con muchos factores que "no están vinculados entre sí de forma lineal y predecible", explican los investigadores Pierre Philippe y Omaima Mansi, del Departamento de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Montreal.

Un cerebro nublado, un libro en la nevera

Abby, que no quiso que se utilizara su apellido, conoce bien el resultado de los factores entrelazados. Esta psicoterapeuta de 43 años sufrió un latigazo cervical a causa de un accidente de coche hace 11 años. Durante más de un año sufrió dolores, que le provocaron trastornos del sueño y estrés crónico, y fue durante ese tiempo cuando también se quedó embarazada.

Después de dar a luz, la residente de Greenwich, Connecticut, desarrolló una serie de infecciones bacterianas. Sus médicos la sometieron a un fuerte tratamiento de antibióticos y, un año después, desarrolló una gripe que parecía no irse nunca.

Abby entró en una espiral descendente que la llevó a una estancia de siete años en el SFC y la fibromialgia. En su peor momento, apenas era capaz de levantarse de la cama para ir al baño. Su niebla cerebral era tan grave que una vez encontró un libro en su nevera.

La promesa de la medicina integral

Con la ayuda de un naturópata, Abby recurrió a las hierbas medicinales y a los suplementos, así como a una dieta orgánica y no alergénica para apoyar su sistema digestivo. Practicaba ejercicios de meditación y respiración todos los días y recibía acupuntura regularmente para estimular el proceso de curación de su cuerpo.

Para complementar las terapias alternativas, un médico comprensivo le recetó medicamentos para tratar la depresión, el dolor y los trastornos del sueño.

"No sé qué habría hecho sin esos medicamentos, porque me devolvieron el sueño, cuando nada natural lo haría", dice Abby. "Entonces mi sistema inmunitario tuvo la oportunidad de curarse".

Hoy, aunque Abby sufre ocasionalmente síntomas leves en momentos de estrés, es capaz de hacer footing tres veces por semana, y vive una vida plena con su marido y su hijo de 10 años. Sigue utilizando hierbas, suplementos y una dieta saludable.

La integración de los puntos fuertes de las terapias convencionales y alternativas ha sido la clave de la curación de Abby y es prometedora para innumerables personas que se enfrentan a los retos de las enfermedades crónicas complejas.

Hot