Mantener una mentalidad positiva hace maravillas cuando se trata de hacer cambios en la vida que pueden llevar algún tiempo.
Estás trabajando duro para dejar de fumar, comer sano o hacer más ejercicio. Estás realmente comprometido. Entonces das un pequeño paso en falso y la tentación de abandonar te asalta... con fuerza. La forma en que te hablas a ti mismo en esos momentos puede ayudarte a mantener el rumbo o a tomar un desvío desalentador.
Piensa en este estudio: Un grupo de atletas de waterpolo se hablaba a sí mismo de forma positiva mientras aprendía una nueva tarea. Otro grupo no lo hizo.
Los atletas que alimentaron su cerebro con pensamientos positivos mejoraron más que los que no lo hicieron. También tenían menos pensamientos que interferían y eran capaces de concentrarse más en lo que estaban aprendiendo.
Cuando tus pensamientos se desvían hacia lo negativo, ¿cómo puedes volver a tener una perspectiva más positiva? Prueba una de estas tácticas.
Si no puedes decir algo agradable...
Si un amigo se acerca a ti deprimido, ¿le darías una paliza? Probablemente no, pero eso es lo que a menudo nos hacemos a nosotros mismos, dice la doctora Sofia Rydin-Gray. Es directora de psicología de la salud en el Duke Diet and Fitness Center de Durham, Carolina del Norte.
Cuando intentes ser más positivo, empieza por darte cuenta de la frecuencia con la que te menosprecias a ti mismo. Si la voz que escuchas en tu cabeza pertenece a alguien con quien nunca querrías estar, es hora de reemplazarla.
"La próxima vez que te castigues, pregúntate: si estuviera hablando con mi mejor amigo ahora mismo, ¿cómo le animaría? Háblate a ti mismo con la misma delicadeza con la que lo harías con una persona a la que quieres, dice Rydin-Gray.
Aferrarse a las pruebas
En un mal momento, es posible que descartes todo el trabajo duro que has hecho. Pero si haces un seguimiento de tu éxito, tendrás pruebas tangibles de tus esfuerzos y del cambio de comportamiento, dice Rydin-Gray.
El peso es una de las cosas que puedes controlar. Pero confiar sólo en ese registro puede no ser la mejor opción, especialmente si tiene mucho peso que perder.
Haz un seguimiento de varios comportamientos, como tu actividad física diaria, la frecuencia con la que desayunas, si llegas a una clase de gimnasia e incluso el número de veces que eliges un tentempié saludable, sugiere Rydin-Gray.
De este modo, cuando te asalte un momento de autosabotaje, podrás sacar tus registros y celebrar cada una de las decisiones saludables que has tomado.
Tenga hábitos a prueba de fallos
Es posible que hayas escuchado el dicho: "No hay fracaso, sólo retroalimentación". Eso significa que en lugar de sentirte mal por algo que no salió como querías, miras lo que pasó desde un lugar más objetivo y menos emocional.
Digamos, por ejemplo, que tu peso ha subido 2 libras. Podrías decir: "Bueno, ha sido una semana perdida. Voy a tener sobrepeso para siempre". Eso se llama una respuesta de fracaso.
O podría decir: "Mi peso ha subido. Me pregunto si la sal de la salsa de soja de anoche habrá influido. No lo haré la próxima semana". Eso se llama una respuesta de retroalimentación positiva.
Otra forma de ver los conceptos de fracaso o retroalimentación es considerar estos dos tipos de mentalidad descritos por la doctora Carol S. Dweck, profesora de psicología de la Universidad de Stanford.
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La mentalidad fija es la creencia de que tus cualidades o talentos no pueden cambiarse.
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Una mentalidad de crecimiento es la creencia de que siempre puedes desarrollar más.
El segundo punto de vista se refiere a tener siempre esperanza.
Cuando eliminas la idea del fracaso de la ecuación de tu objetivo, lo que te queda es el éxito y el aprendizaje.