Las personas con una personalidad de tipo A están muy motivadas y tienden a alcanzar sus objetivos. Aprenda más sobre la definición de la personalidad tipo A, su relación con el estrés y más.
En particular, los rasgos positivos de una personalidad Tipo A incluyen:
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Autocontrol
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Motivación para conseguir resultados
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Competitividad
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Habilidades multitarea
Mientras tanto, los rasgos más difíciles que conlleva la definición de personalidad Tipo A incluyen:
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Competitividad crónica
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Impaciencia
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Agresión
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¿Hostilidad?
Las personalidades del tipo A, ¿se estresan?
Sí. Debido a la tendencia a tener un comportamiento urgente y orientado al logro, las personas con una personalidad tipo A pueden sentirse más estresadas o desarrollar trastornos relacionados con el estrés...
Otras características que hacen que las personas con una personalidad tipo A sean propensas a experimentar estrés son:
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Impaciencia: Las personas con una personalidad tipo A suelen sentir que van constantemente a contrarreloj.
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Competitividad: Las personas con una personalidad Tipo A son altamente competitivas y por eso podrían criticarse mucho cuando no logran "ganar".
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Hostilidad: Las personas con una personalidad tipo A se enfadan con facilidad y podrían ver lo peor de los demás, a veces careciendo de una perspectiva compasiva.
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Orientado a los logros: Las personas con una personalidad tipo A tienden a basar su autoestima en los logros externos y pueden tener un mal equilibrio entre el trabajo y la vida personal debido a su constante necesidad de probarse a sí mismos...
Es malo para la salud ser una personalidad tipo A?
Hay algunas pruebas de que el rasgo de hostilidad de la personalidad tipo A, en particular, podría contribuir al desarrollo de la cardiopatía coronaria?
En un ensayo realizado con hombres, los investigadores descubrieron que más del doble de personas con una personalidad de tipo A desarrollaban una cardiopatía isquémica en comparación con las personas con una personalidad de tipo B. Al final del estudio, resultó que el 70% de los hombres que habían desarrollado una cardiopatía isquémica tenían una personalidad de tipo A.
Sin embargo, como el ensayo sólo se centró en hombres adultos, no está claro si los resultados pueden aplicarse a todas las personas con personalidad de tipo A. De hecho, estudios posteriores en mujeres no han mostrado una diferencia tan grande entre las personalidades de tipo A y las de tipo B en lo que respecta a los resultados de salud, lo que sugiere que la forma en que las personas afrontan sus rasgos de personalidad de tipo A es tan importante como los propios rasgos...
Cómo gestionan el estrés las personalidades de tipo A?
Si tienes una personalidad tipo A o te relacionas con las características mencionadas, es importante que encuentres formas saludables de gestionar tu estrés. Estas estrategias podrían incluir:
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Ejercicio: Hacer ejercicio libera hormonas como las endorfinas, que ayudan a aumentar la sensación de placer.
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Yoga: Es una forma de actividad basada en movimientos lentos y estiramientos que ayudan a aliviar la ansiedad y mejorar la atención.
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Meditación: La meditación puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y el dolor crónico y, al mismo tiempo, elevar el estado de ánimo y los niveles generales de energía.
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Dieta: se ha demostrado que ciertos nutrientes como el magnesio, la vitamina C y los ácidos grasos omega-3 reducen los efectos fisiológicos del estrés.
Qué son los rasgos de la personalidad tipo B?
Las personas con una personalidad tipo A suelen contrastarse con las personas con una personalidad tipo B, que se asocia con los siguientes rasgos:
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Actitud despreocupada
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Baja competitividad
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Baja frustración
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Falta de deseo de probarse a sí mismo
Cuando se trata de la personalidad Tipo A vs Tipo B, no hay un claro "ganador". Como ocurre con todos los tipos de personalidad, las personas que encajan en el tipo de personalidad Tipo A o Tipo B tienen tanto rasgos positivos como defectos en los que deben trabajar.
De hecho, los tipos de personalidad se entienden mejor como un espectro con rasgos extremos de tipo A en un extremo y rasgos extremos de tipo B en el otro. La mayoría de las personas tienden a situarse en algún punto del espectro y no justo en sus extremos.
