Las cefaleas espinales son causadas por epidurales, punciones lumbares y bloqueos nerviosos. Obtenga más información sobre los síntomas y tratamientos de las cefaleas espinales en doctor.
Qué causa una cefalea espinal?
Durante una punción lumbar, se coloca una aguja dentro del espacio lleno de líquido que rodea su médula espinal. Esto crea un pasaje para que el líquido cefalorraquídeo se filtre, lo que cambia la presión del líquido alrededor de su cerebro y médula espinal. Si se escapa una cantidad suficiente de líquido, puede sufrir un dolor de cabeza espinal.
Debido a que el diseño de las agujas espinales ha mejorado, las cefaleas espinales después de recibir una punción lumbar o anestesia espinal son poco frecuentes. Las probabilidades también suelen ser bajas después de una epidural, a menos que la aguja perfore accidentalmente la duramadre, una membrana resistente que cubre la médula espinal.
Cuáles son los síntomas de un dolor de cabeza espinal?
El dolor de una cefalea espinal puede:
-
Ser sordo y punzante
-
Variar de leve a incapacitante
-
Empeora al sentarse y mejora al acostarse
También puede notar:
-
Mareos
-
Zumbidos en los oídos (acúfenos)
-
Pérdida de audición
-
Visión borrosa o doble
-
Náuseas
-
Rigidez en el cuello
Cómo se tratan las cefaleas espinales?
Sin tratamiento, las cefaleas espinales pueden desaparecer por sí solas en un plazo de 2 días a un par de semanas.
Si el dolor de cabeza requiere tratamiento, podría implicar:
-
Hidratación:
Esto puede ayudar a elevar la presión del líquido cefalorraquídeo (LCR). Es posible que tenga que recibir líquidos por las venas (el médico lo llamará líquidos intravenosos, o IV para abreviar).
-
Cafeína:
El médico podría indicarle que tome una bebida con alto contenido de cafeína.
-
Reposo en cama:
Es posible que tenga que tomárselo con calma durante 24-48 horas.
-
Medicación:
Si otros métodos no funcionan, su médico podría probar con medicamentos como la gabapentina, la hidrocortisona o la teofilina.
-
Parche de sangre:
Si tienes una cefalea espinal después de un procedimiento, el anestesista puede crear un parche con tu sangre para sellar la fuga. Para colocar el parche de sangre, el anestesista introducirá una aguja en el mismo espacio o justo al lado de la zona donde se inyectó el anestésico. A continuación, tomará una pequeña cantidad de sangre y la inyectará en el espacio epidural. La sangre se coagula y sella el orificio que causó la fuga.
