El duelo es una parte natural de la vida, pero puede causar algunos problemas de salud, al menos durante un tiempo. Descubre cómo el duelo puede afectar a tu cuerpo y qué puedes hacer al respecto.
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El duelo puede impedir que duermas regularmente lo que tu mente y tu cuerpo necesitan. Puede que te cueste conciliar el sueño, o que te despiertes a menudo por la noche o incluso que duermas demasiado. Los buenos hábitos de sueño pueden ayudar. Relájate lentamente antes de acostarte con algo tranquilo, como un baño, un libro o ejercicios de respiración, y acuéstate y levántate a la misma hora cada día...
Fatiga
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La carga emocional del duelo puede agotar tu energía. Para mantener tus fuerzas, asegúrate de comer lo suficiente, aunque no tengas ganas. Y haz ejercicio: algo tan sencillo como un pequeño paseo puede ser de gran ayuda. También es bueno mantenerse conectado con la familia y los amigos. Y un profesional de la salud mental o un grupo de apoyo pueden darte una sensación de conexión, junto con herramientas que te ayuden a superar el duelo.
Sistema inmunológico
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Hay pruebas de que el duelo puede afectar a la capacidad de tu cuerpo para luchar contra las enfermedades y las infecciones, especialmente si se prolonga durante mucho tiempo. Habla con tu médico o con un profesional de la salud mental si tienes problemas para asimilar tu pérdida.
Inflamación
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Se produce cuando el sistema inmunitario responde a algo que considera una amenaza y hace que los tejidos del cuerpo se hinchen. Puede desempeñar un papel en las enfermedades del corazón, la artritis, la diabetes, el asma y posiblemente el cáncer. Hay pruebas de que el dolor está relacionado con la inflamación, y algunos estudios muestran que cuanto más grave es el dolor, más grave es la inflamación. El ejercicio y una buena alimentación pueden ayudarte a controlarla.
Ansiedad
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Los acontecimientos que provocan el duelo pueden hacerte sentir que no tienes control sobre tu vida. Puede que le preocupe su futuro económico, estar solo o la posibilidad de perder a otra persona. Es normal que se preocupe, pero si su ansiedad dura más de unos pocos meses o se interpone en su vida normal en el trabajo o en el hogar, puede ser el momento de hablar con un profesional de la salud mental.
Cortisol
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A veces se le llama la hormona del estrés, y su cuerpo puede liberar más de lo habitual en el torrente sanguíneo en los 6 meses posteriores a la pérdida de un ser querido. Los niveles elevados de cortisol durante un período prolongado pueden aumentar las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas o hipertensión arterial?
Digestión
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El duelo puede llevarte a dejar de comer con regularidad o a darte un atracón. Y las hormonas del estrés pueden provocarte náuseas o molestar a tu estómago y al resto del aparato digestivo. Puedes tener calambres de estómago, diarrea, estreñimiento, úlceras e incluso el síndrome del intestino irritable. Si tienes problemas estomacales que no desaparecen, tu médico puede ayudarte a encontrar formas de tratarlos.
Dolores y molestias
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El duelo puede hacer que seas más propenso a tener dolores articulares, de espalda o de cabeza. Parte de la razón podría ser la tensión muscular causada por las hormonas del estrés que tu cuerpo libera en respuesta al duelo. Esto debería mejorar con el tiempo, pero habla con tu médico sobre cómo controlar el dolor si no desaparece.
Ritmo cardíaco
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Un duelo grave puede mantener el pulso alto hasta 6 meses. Este ritmo más rápido, que podría ser causado por la ansiedad o la liberación de cortisol, podría sus posibilidades de problemas cardíacos. Habla con tu médico para que te añada o cambie la medicación, sobre todo si ya tienes problemas de corazón.?
Síndrome del corazón roto
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La pérdida repentina de un cónyuge o de un ser querido puede causar una sacudida de emociones intensas y desencadenar hormonas que provocan un dolor agudo en el pecho y problemas para respirar. Es posible que el corazón no bombee tan bien la sangre durante un tiempo. Puede parecer un ataque al corazón, pero no suele dañar el corazón ni bloquear las arterias. La mayoría de las personas mejoran en unos días o semanas.
Mayor riesgo de infarto
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En el primer día de duelo por la pérdida de alguien cercano, las probabilidades de sufrir un ataque al corazón son más altas de lo normal. Disminuyen en el transcurso de la primera semana, pero sus probabilidades pueden seguir siendo más altas de lo normal durante el primer mes. Intente dormir lo suficiente y esté atento a los signos de ataque cardíaco, como dolor de pecho y estómago, sudores fríos, náuseas y mareos.