La ira incontrolada puede afectar a muchos aspectos de su vida, incluyendo su salud y sus relaciones. Aprenda más del médico sobre el control de la ira.
La ira puede ser perjudicial o útil, dependiendo de cómo se exprese. Saber reconocer y expresar la ira de forma adecuada puede ayudar a las personas a alcanzar objetivos, manejar emergencias y resolver problemas. Sin embargo, pueden surgir problemas si las personas no reconocen ni comprenden su ira.
Cuáles son los peligros de la ira reprimida?
La ira reprimida y no expresada puede ser una causa subyacente de ansiedad y depresión. La ira que no se expresa adecuadamente puede perturbar las relaciones, afectar a los patrones de pensamiento y comportamiento, y crear una variedad de problemas físicos. La ira crónica (a largo plazo) se ha relacionado con problemas de salud como la hipertensión, los problemas cardíacos, los dolores de cabeza, los trastornos de la piel y los problemas digestivos. Además, la ira mal gestionada puede estar relacionada con problemas como el abuso de alcohol y sustancias, la delincuencia, el abuso emocional y físico, y otros comportamientos violentos.
Qué medidas puedo tomar para ayudar a controlar mi ira?
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Cuando empieces a sentirte enfadado, intenta respirar profundamente, hablarte a ti mismo en positivo o detener tus pensamientos de enfado. Respira profundamente desde el diafragma. Repite lentamente una palabra o frase de calma como "relájate" o "tómatelo con calma". Repítela para ti mismo mientras respiras profundamente hasta que la ira disminuya.
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Evita el alcohol o las drogas ilícitas, que pueden hacer más probable que actúes impulsivamente sobre los sentimientos de ira.
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Aunque expresar la ira es mejor que guardarla, ésta debe expresarse de forma adecuada. Los estallidos frecuentes de ira suelen ser contraproducentes y causan problemas en las relaciones con los demás. Los estallidos de ira también son estresantes para los sistemas nervioso y cardiovascular y pueden empeorar los problemas de salud. Aprender a utilizar la asertividad es la forma más saludable de expresar tus sentimientos, necesidades y preferencias. Ser asertivo puede utilizarse en lugar de usar la ira en estas situaciones.
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Busca el apoyo de los demás. Habla de tus sentimientos e intenta trabajar para cambiar tus comportamientos.
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Si te cuesta darte cuenta de cuándo tienes pensamientos de enfado, lleva un registro de cuándo te sientes enfadado e intenta encontrar los desencadenantes.
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Intenta obtener una perspectiva diferente poniéndote en el lugar del otro.
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Aprende a reírte de ti mismo y a ver el humor en las situaciones.
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Practica la capacidad de escuchar bien. Escuchar puede ayudar a mejorar la comunicación y puede facilitar los sentimientos de confianza entre las personas. Esta confianza puede ayudarte a lidiar con emociones potencialmente hostiles.
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Aprende a reafirmarte, expresando tus sentimientos de forma calmada y directa sin ponerte a la defensiva, hostil o con carga emocional. Consulte libros de autoayuda sobre asertividad o busque la ayuda de un terapeuta profesional para aprender a utilizar las habilidades de asertividad y control de la ira.
Qué más puedo hacer para manejar mi ira de forma saludable?
Si cree que su ira está fuera de control y está teniendo un efecto negativo en su vida y sus relaciones, busque la ayuda de un profesional de la salud mental. Un psicólogo u otro profesional de la salud mental con licencia puede trabajar con usted para comprender mejor las causas que subyacen a la ira y desarrollar técnicas para cambiar su pensamiento y su comportamiento. Un profesional puede ayudarte a manejar tu ira de forma adecuada. Escoge a tu terapeuta con cuidado y asegúrate de buscar el tratamiento de un profesional que esté capacitado para enseñar habilidades de control de la ira y asertividad.