Salud mental: Fuga disociativa

El doctor proporciona información sobre la fuga disociativa, que puede ser causada por un estrés o un trauma extremo. Conozca los síntomas y el tratamiento.

Los trastornos disociativos son enfermedades mentales que implican alteraciones o rupturas de la memoria, la conciencia, la identidad y/o la percepción. Cuando una o varias de estas funciones se ven alteradas, pueden producirse síntomas. Estos síntomas pueden interferir en el funcionamiento general de la persona, incluidas las actividades sociales y laborales, y las relaciones.

Cuáles son los síntomas de la fuga disociativa?

Una fuga en curso suele ser difícil de reconocer para los demás porque el comportamiento exterior de la persona parece normal. Los síntomas de la fuga disociativa podrían ser los siguientes:

  • Viajes repentinos e imprevistos fuera de casa

  • Incapacidad para recordar acontecimientos pasados o información importante de la vida de la persona

  • Confusión o pérdida de memoria sobre su identidad, posiblemente asumiendo una nueva identidad para compensar la pérdida

  • Angustia extrema y problemas en el funcionamiento diario (debido a los episodios de fuga)

Qué causa la fuga disociativa?

La fuga disociativa se ha relacionado con el estrés severo, que podría ser el resultado de eventos traumáticos -como la guerra, el abuso, los accidentes, los desastres o la violencia extrema- que la persona ha experimentado o presenciado. El uso o el abuso del alcohol y de ciertas drogas también puede provocar estados similares a la fuga, como los "desmayos" inducidos por el alcohol.

Qué frecuencia tiene la fuga disociativa?

La fuga disociativa es relativamente rara. La frecuencia de la fuga disociativa tiende a aumentar durante períodos estresantes o traumáticos, como en tiempos de guerra o después de un desastre natural.

Cómo se diagnostica la fuga disociativa?

Si se presentan síntomas de fuga disociativa, el médico suele comenzar una evaluación realizando una historia clínica completa y un examen físico. Aunque no hay pruebas de laboratorio para diagnosticar específicamente los trastornos disociativos, el médico puede recomendar a veces varias pruebas de diagnóstico, como estudios de neuroimagen, electroencefalogramas (EEG) y análisis de sangre, para descartar enfermedades físicas o efectos secundarios de la medicación si se sospecha que son la causa de los síntomas. Ciertas afecciones, como las enfermedades cerebrales (como la epilepsia), los traumatismos craneoencefálicos, la intoxicación por drogas y alcohol y la privación del sueño, pueden provocar síntomas similares a los de los trastornos disociativos, incluida la amnesia (pérdida de memoria).

Si no se encuentra ninguna enfermedad física, la persona puede ser remitida a un psiquiatra o a un psicólogo, profesionales sanitarios especialmente formados para diagnosticar y tratar enfermedades mentales. Los psiquiatras y psicólogos utilizan entrevistas y herramientas de evaluación especialmente diseñadas para evaluar a una persona en busca de un trastorno disociativo.

Cómo se trata la fuga disociativa?

El objetivo del tratamiento de la fuga disociativa es ayudar a la persona a aceptar el estrés o el trauma que desencadenó la fuga. El tratamiento también pretende desarrollar nuevos métodos de afrontamiento para prevenir nuevos episodios de fuga. El mejor enfoque de tratamiento depende de la persona y de la gravedad de sus síntomas, pero lo más probable es que incluya alguna combinación de los siguientes métodos de tratamiento:

  • Psicoterapia:

    La psicoterapia, un tipo de asesoramiento, es el principal tratamiento para los trastornos disociativos. Este tratamiento utiliza técnicas diseñadas para fomentar la comunicación de los conflictos y aumentar la comprensión de los problemas... La terapia cognitiva es un tipo específico de psicoterapia que se centra en cambiar los patrones de pensamiento disfuncionales y los sentimientos y comportamientos resultantes.

  • Medicación:

    No existe una medicación establecida para tratar los trastornos disociativos en sí mismos. Sin embargo, si una persona con un trastorno disociativo sufre también depresión o ansiedad, podría beneficiarse de un tratamiento con una medicación como antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos.

  • Terapia familiar:

    Esto ayuda a enseñar a la familia sobre el trastorno y sus causas, así como a ayudar a los miembros de la familia a reconocer los síntomas de una recurrencia.

  • Terapias creativas (arteterapia, musicoterapia):

    Estas terapias permiten al paciente explorar y expresar sus pensamientos y sentimientos de forma segura y creativa.

  • La hipnosis clínica:

    Se trata de un método de tratamiento que utiliza la relajación intensa, la concentración y la atención focalizada para lograr un estado alterado de consciencia (conciencia), lo que permite a las personas explorar pensamientos, sentimientos y recuerdos que podrían tener ocultos a su mente consciente. El uso de la hipnosis para tratar los trastornos disociativos es controvertido debido al riesgo de crear falsos recuerdos.

Cuál es el pronóstico para las personas con fuga disociativa?

La mayoría de las fugas disociativas son breves y duran desde menos de un día hasta varios meses. A menudo, el trastorno desaparece por sí solo. El pronóstico, por tanto, es bastante bueno. Sin embargo, sin un tratamiento para resolver el problema subyacente, pueden producirse más episodios de fuga.

Se puede prevenir la fuga disociativa?

Aunque quizá no sea posible prevenir la fuga disociativa, podría ser útil iniciar el tratamiento en las personas tan pronto como empiecen a tener síntomas. Además, una intervención rápida tras un acontecimiento traumático o una experiencia emocionalmente angustiosa podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar trastornos disociativos.

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