El actor Tony Shalhoub aboga por el trastorno obsesivo compulsivo.
Este otoño, USA Network emitirá el episodio número 100 de la exitosa serie de detectives Monk. Será muy divertido, dice el actor Tony Shalhoub, de 54 años, que ha interpretado al personaje principal durante siete temporadas. Sobre todo porque a Monk le gusta mucho el número 100.
Adrian Monk, para los que no lo sepan, es un detective cálido y con el corazón roto que padece un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), una enfermedad mental con rasgos específicos con los que, según Shalhoub, no es tan difícil identificarse. El brillante luchador contra el crimen que es Monk, lucha contra la distracción, centrándose a veces en lo intrascendente, como la caspa en el hombro de alguien o la disposición de los donuts en una caja. Debe tocar cada parquímetro que pasa y limpiarse las manos después de cada apretón de manos.
El trastorno obsesivo compulsivo en Estados Unidos
Para los dos millones de estadounidenses con TOC y sus familias, Monk se ha convertido en una fuente de empatía e inspiración. Por ello, Shalhoub y el cocreador de Monk, David Hoberman, se han unido recientemente a la Anxiety Disorders Association of America (Asociación de Trastornos de Ansiedad de Estados Unidos) para lanzar una campaña de concienciación sobre el TOC llamada Treat It, Dont Repeat It (Trátalo, no lo repitas). La campaña nacional utiliza anuncios de servicio público y vídeos y materiales educativos dirigidos a los profesionales de la salud, a las personas con TOC y a sus familias para educar, proporcionar apoyo y fomentar el tratamiento. Muchos de los que padecen esta enfermedad sufren en aislamiento, pero con terapia y medicación las personas pueden controlar sus síntomas y llevar una vida plena y productiva.
Tony Shalhoub y el trastorno obsesivo compulsivo
Ciertamente tengo ese tipo de sentimientos y preocupaciones, dice el actor del TOC. Y lo que hago con Monk es pensar en ello como descorchar la botella y dejar que todo fluya. Esto ayuda a Shalhoub, que ha ganado tres Emmys y un Globo de Oro por Monk, a entender sus retos de primera mano. Para mucha gente, existe el miedo y la vergüenza. Pero las personas que padecen este trastorno no tienen por qué ser parias. Pueden ser y son miembros activos de la sociedad.
