Desrealización: Síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento

La desrealización es un estado mental en el que uno se siente desconectado de su entorno, y las personas y los objetos parecen irreales. Esta experiencia alterada puede ocurrir como parte de una condición mental llamada trastorno disociativo.

Más de la mitad de las personas pueden sufrir esta desconexión de la realidad una vez en su vida. Pero alrededor del 2% de las personas lo experimentan con la suficiente frecuencia como para que se convierta en un tipo de trastorno disociativo.

La desrealización es similar pero distinta de la despersonalización. Esta última implica una sensación de desapego, no del entorno, sino del propio cuerpo, los pensamientos o los sentimientos. Es como si observaras lo que te ocurre a ti mismo como un extraño.

Síntomas

La desrealización suele ocurrir en episodios, lo que significa que los síntomas van y vienen. Durante un episodio, puedes sentirte como si:

  • Estás en un sueño o en la niebla.

  • Una pared transparente o un velo te separa de tu entorno.

  • El mundo parece sin vida, apagado o falso.

  • Los objetos o las personas se ven mal: borrosos, con una nitidez poco natural, demasiado grandes o demasiado pequeños.

  • Los sonidos están distorsionados, son demasiado fuertes o demasiado suaves.

  • El tiempo parece acelerarse, ralentizarse o detenerse.

Los episodios pueden terminar en unos minutos o prolongarse durante meses. Pero aunque sientas que te estás volviendo loco, siempre reconoces que algo no va bien. Esta es una diferencia clave con los trastornos psicóticos, en los que no puedes distinguir lo que es real y lo que es imaginario.

Causas

La desrealización a veces puede ser un síntoma de una condición médica. Otras veces, puede ocurrir por sí sola, a menudo como reacción a un trauma o estrés grave.

Las condiciones de salud vinculadas a la desrealización incluyen:

  • Convulsiones

  • Demencia

  • Abuso de drogas

  • Esquizofrenia

  • Ataques de pánico

  • Depresión

  • Otros trastornos disociativos, como la amnesia

El acontecimiento más común que puede desencadenar la desrealización es el abuso emocional o la negligencia a una edad temprana. La experiencia hace que el niño se desprenda de su entorno como forma de gestionar el trauma. Otras causas de estrés pueden ser:

  • Abuso físico o sexual

  • Ser testigo de la violencia doméstica

  • Padres o tutores con un trastorno mental grave

  • Muerte inesperada de un ser querido

  • TEPT por una guerra o un conflicto

  • Trauma por un accidente o un desastre natural

Los futuros episodios de desrealización pueden ser provocados por factores estresantes de la vida cotidiana, como problemas en el trabajo o en tus relaciones.

Diagnóstico

La desrealización comienza casi siempre al final de la infancia o al principio de la edad adulta. La edad media en que comienza es alrededor de los 16 años, y el 95% de los casos se diagnostican antes de los 25 años.

Ninguna prueba de laboratorio puede diagnosticar la desrealización. El médico puede intentar primero descartar las causas físicas. Puede utilizar pruebas de imagen como una resonancia magnética, un electroencefalograma o una radiografía, o un análisis de orina para comprobar si hay sustancias químicas tóxicas.

Si esas pruebas no muestran nada, el médico le remitirá a un experto en salud mental. Le diagnosticarán un trastorno de desrealización si

  • Tiene ataques constantes o repetidos de los síntomas

  • Saber que lo que está viendo o experimentando no es real

  • Está profundamente angustiado o sus síntomas interfieren gravemente en su vida

Tratamiento

Muchas personas que tienen desrealización se recuperan completamente, a veces por sí mismas. Otras son capaces de aprender a superar los episodios con calma.

Pero si llevas mucho tiempo sufriéndola o si su origen fue muy traumático, es posible que necesites ayuda profesional. Esto es especialmente cierto si también tiene depresión o ansiedad, que suelen acompañar a la desrealización.

El tratamiento número 1 para la desrealización es la psicoterapia. Esta forma de terapia conversacional le enseña formas de compartir su experiencia y estrategias para manejar sus episodios. El médico también puede recetar medicamentos, principalmente para aliviar los síntomas de depresión o ansiedad que acompañan al trastorno.

A través de la psicoterapia, puede aprender a:

  • Evitar obsesionarse con experiencias irreales.

  • Distráigase con actividades.

  • Aterrice en la realidad utilizando sus cinco sentidos (por ejemplo, poniendo música alta o sosteniendo algo muy frío).

  • Aborde los sentimientos negativos y descubra las causas de sus síntomas.

  • Habla de tus sentimientos utilizando palabras específicas.

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