El síndrome de Capgras es una rara condición en la que alguien cree que sus seres queridos han sido reemplazados por impostores. Lea más sobre esta condición.
El síndrome de Capgras, o delirio de Capgras, recibe su nombre del médico que trató a un paciente con él hace casi 100 años. También se le puede llamar síndrome del impostor. Pero esta afección es diferente del síndrome del impostor, más común, del que puede haber oído hablar.
Quién lo padece
Como el síndrome de Capgras es raro, es difícil de estudiar. La mayor parte de lo que sabemos proviene de los informes de los médicos sobre pacientes individuales. (Algunas investigaciones muestran que es más común entre personas con enfermedades neurodegenerativas como la demencia: Hasta el 16% de las personas con demencia de cuerpos de Lewy o Alzheimer padecen también el síndrome de Capgras.
También es más probable en personas con otras enfermedades cerebrales, como el Parkinson o la epilepsia, en personas que han sufrido un derrame cerebral o una lesión cerebral traumática, o en personas con esquizofrenia o trastorno bipolar. Un estudio estima que las personas con esquizofrenia y demencia representan el 81% de todos los casos.
Un estudio sobre el síndrome de Capgras utilizó una base de datos sanitarios de 250.000 personas en el Reino Unido. Uno de los puntos en común era que muchas personas con síndrome de Capgras tenían también otros tipos de delirios.
Además, las personas con esta enfermedad solían ser de mediana edad, habían tenido otros problemas de salud mental en el pasado y tenían el doble de probabilidades de ser mujeres.
Causas y factores de riesgo
Hay dos sistemas que actúan en su cerebro cuando ve una cara conocida. El sistema nervioso central escanea los rasgos de la cara. El sistema nervioso extendido transmite la información emocional relacionada con esa cara. Los médicos aún no saben exactamente cómo se desarrolla el síndrome de Capgras, pero creen que una conexión rota entre esos dos sistemas impide el reconocimiento normal de las caras.
Muchas personas con síndrome de Capgras tienen una o más lesiones, o áreas de daño en el cerebro. Estas lesiones no tienen por qué estar en las partes exactas del cerebro responsables del reconocimiento. Pueden estar simplemente en áreas conectadas a ellas.
Hay muchos factores de riesgo para el síndrome de Capgras, como tener demencia o Parkinson. Algunas personas lo desarrollan tras consumir grandes cantidades de drogas recreativas o alcohol. Otras han tenido problemas de salud como una tiroides baja, otra afección metabólica o una deficiencia de nutrientes, como la falta de vitamina B12.
Síntomas
El síntoma más llamativo es la creencia de que los seres queridos de la persona son impostores. Ningún razonamiento puede hacerles cambiar de opinión.
A veces, el delirio se refiere a personas más lejanas, mascotas o incluso objetos. Los delirios pueden aparecer y desaparecer, especialmente entre las personas con demencia. También puede haber síntomas de una enfermedad subyacente, como el Alzheimer o una lesión cerebral.
La gente solía pensar que el síndrome de Capgras hacía a las personas violentas, pero los expertos saben ahora que esto es raro y que es más probable que se derive de otra condición.
Diagnóstico
Para hacer un diagnóstico, los médicos harán exámenes de salud física y mental. Podrían pedir pruebas de habilidades mentales para comprobar si hay demencia u otras afecciones, y pruebas de imagen cerebral como la resonancia magnética o el electroencefalograma que buscan lesiones u otros cambios cerebrales. Es importante hablar con los familiares o cuidadores para saber cuándo empezaron los delirios y obtener otros detalles.
Tratamiento
El tratamiento adecuado depende de la situación de la persona. Puede comenzar con el tratamiento de cualquier condición física o mental que pueda estar causando el síndrome de Capgras. Aunque la condición puede ser difícil de manejar, un tratamiento adecuado y una buena comunicación pueden conducir a mejores resultados.
Algunos medicamentos para la demencia, como el donepezilo (Aricept), la galantamina (Razadyne) o la rivastigmina (Exelon), pueden reducir los síntomas. Los medicamentos antipsicóticos, como el aripiprazol (Abilify), la olanzapina (Zyprexa) y la pimozida (Orap), pueden aliviar los delirios y la agitación. Los antidepresivos llamados ISRS han ayudado en algunos casos.
Algunos expertos sugieren primero una terapia para ayudar al paciente, y a sus seres queridos, a manejar la enfermedad. Con la terapia de habilitación, los seres queridos intentan ponerse en el lugar del paciente para entender mejor lo que siente. La terapia de validación da al paciente una sensación de seguridad si tiene miedo de que el impostor esté ahí para hacerle daño. El asesoramiento familiar también puede ayudar. Intentar persuadir a alguien que tiene el síndrome de Capgras de que está equivocado no funciona y puede causar más angustia a todos.
Los seres queridos deben tratar siempre de mostrar compasión. Recuerde que la enfermedad es la causa de la falsa creencia. Puede intentar distraerlos con una actividad favorita. Una voz tranquilizadora y un tacto suave les mostrarán su apoyo y les ayudarán a enfrentarse a su realidad.
El síndrome de Capgras frente al síndrome del impostor
Algunos expertos se refieren al síndrome de Capgras como síndrome del impostor. Esto es diferente del síndrome del impostor, más común, que se refiere a cuando alguien no se cree tan capaz como es.
El síndrome de Capgras puede llamarse síndrome del impostor porque quienes lo padecen creen que los impostores han sustituido a sus seres queridos. Este síntoma de Capgras es un delirio real, mientras que el otro síndrome del impostor se refiere a una creencia interna sobre uno mismo.