Furia en la carretera: qué es, cómo evitarla

La conducción agresiva -hasta el punto de poner en peligro a los demás- va en aumento. ¿Sabes cómo prevenirla?

Hace un año, según las noticias, Corrine Leclair-Holler, que entonces tenía 29 años, estaba hablando por el móvil mientras conducía en Concord, N.H. Otra conductora, Carissa Williams, que entonces tenía 23 años, le gritó y luego se adelantó. Al llegar a una rampa de acceso a la autopista, Williams paró su coche, se bajó (dejando a su propio bebé en el coche), se subió al coche de Leclair-Holler y le disparó con una pistola eléctrica, a pesar de los gritos de Leclair-Holler diciendo que estaba embarazada.

Leclair-Holler y su bebé estaban bien. Williams fue condenada por agresión, así como por allanamiento de morada y por poner en peligro el bienestar de un menor. Ahora se enfrenta a 20 años de prisión.

Todos los años se registran en Estados Unidos cientos de incidentes de violencia en la carretera como éste. La rabia en la carretera, definida por la Fundación AAA para la Seguridad del Tráfico como "cualquier maniobra de conducción insegura realizada deliberadamente y con mala intención o sin tener en cuenta la seguridad", incluye cortar el paso a la gente, golpear un coche con otro, sacar a alguien de la carretera y disparar o agredir físicamente a otros conductores o pasajeros.

"Con la rabia en la carretera, básicamente se conduce bajo la influencia de emociones alteradas", dice el doctor Leon James, profesor de psicología de la Universidad de Hawai y coautor de Road Rage and Aggressive Driving.

Causas de la furia al volante

Los hombres jóvenes son los que inician la mayoría de los incidentes de furia al volante, pero cualquiera puede sentir furia al volante. Esto se debe a que cualquiera puede sentirse ofendido por lo que cree que hace otro conductor. "Nuestras emociones se desencadenan por suposiciones mentales", dice James.

Otros factores que desencadenan la ira al volante son el estrés preexistente y un sentimiento innato de intensa territorialidad que se ve repentinamente amenazado por otro conductor.

¿Cuál es la cura? James afirma que la clave está en reconocer y controlar los pensamientos, sentimientos y acciones agresivas. Cultivar la compasión también puede ayudar. En un estudio reciente, 312 de los 400 hombres que participaron en un programa de abuso doméstico por orden judicial tenían condenas anteriores por conducción agresiva. Un año después de tomar clases de compasión, sólo siete habían recibido condenas adicionales.

La curación de la rabia en la carretera

Superar la rabia en la carretera implica un "programa de superación personal de por vida, además de un cambio de personalidad del conductor", dice James. Prueba estos consejos de la Fundación AAA para la Seguridad Vial.

Evita enfadar a los demás. Conduce al límite de velocidad, utiliza los intermitentes, obedece las señales de tráfico y cede el paso siempre que sea posible. No hagas gestos a otros conductores, ni siquiera un saludo con la cabeza.

Aléjate de los conductores enfadados o que conducen mal. No mires fijamente, ni mires de reojo, ni toques el claxon ni tomes represalias, ya que eso alimenta el fuego. En lugar de eso, pon distancia entre tú y ese conductor. Si se vuelve realmente amenazante, conduce hasta una comisaría o un lugar público concurrido.

Controla tu propio enfado empatizando con el otro conductor (asumiendo que está teniendo un día duro o que ha cometido un error honesto), saliendo hacia tu destino con antelación (para que no te estreses por llegar tarde) y utilizando la respiración profunda o la música relajante para relajarte.

Recuerda que no puedes controlar a los demás conductores. Sólo puedes controlar tus reacciones ante ellos.

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