Adicción al sexo: 8 señales a tener en cuenta

¿Qué es un adicto al sexo y cómo reconocerlo? Conoce las señales de la adicción al sexo y cómo puedes tratarla.

La adicción al sexo se define como una falta de control sobre los pensamientos, los impulsos y las pulsiones sexuales. Mientras que los impulsos sexuales son naturales, la adicción al sexo sólo se refiere a los comportamientos que se realizan en exceso y que afectan significativamente a la vida de uno de forma negativa.

Aunque la adicción al sexo no figura como una afección diagnosticable en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM-5), las investigaciones indican que puede desarrollarse un comportamiento sexual excesivo, como una adicción química.

Una persona con adicción al sexo puede tener una necesidad compulsiva de ser estimulada sexualmente. Este deseo suele interferir en su capacidad para vivir su vida cotidiana. Las adicciones sexuales pueden presentarse de muchas formas diferentes, incluyendo la adicción a:?

  • Actos sexuales

  • Prostitución

  • Ver o consumir pornografía

  • Masturbación o fantasía sexual?

  • Exhibición o voyeurismo

Los adictos al sexo pueden alterar sus actividades para realizar actos sexuales de forma persistente, sin poder controlar su comportamiento a pesar de las consecuencias...

Este comportamiento sexual compulsivo puede tener graves consecuencias personales. Al igual que la adicción a las drogas o al alcohol, la adicción al sexo puede afectar a la salud física, la salud mental, las relaciones personales y la calidad de vida...

Señales de un adicto al sexo

La adicción sexual puede manifestarse de muchas formas diferentes, tanto físicas como emocionales. Se necesita un profesional de la salud para hacer un diagnóstico claro, pero aquí hay algunas señales que pueden apuntar a una posible adicción al sexo:

¿Pensamientos sexuales obsesivos?

Una persona con adicción al sexo puede pensar de forma persistente en el sexo. Estos pensamientos crónicos sobre el sexo o las fantasías sexuales pueden volverse obsesivos o interferir con otras responsabilidades...

Dedicar un tiempo excesivo al sexo

Aunque la búsqueda de parejas sexuales no es necesariamente un signo de adicción al sexo, si alguien dedica una cantidad excesiva de tiempo y energía al sexo, puede ser una señal de alarma. Esto puede incluir pasar tiempo intentando conseguir sexo, teniendo sexo, siendo sexual, o recuperándose de experiencias sexuales.

¿Sentir vergüenza o depresión?

Si la necesidad de sexo se convierte en una adicción, los sentimientos sexuales de una persona pueden estar intercalados con sentimientos de ansiedad, vergüenza, depresión o arrepentimiento. El individuo puede sentir vergüenza por sus impulsos sexuales y su dificultad para controlar esos impulsos.

Incluso puede mostrar signos de depresión clínica o de ideación suicida. Las investigaciones demuestran que no es raro que las personas sexualmente compulsivas muestren también signos de depresión, ansiedad y ansiedad social. Un estudio descubrió que, entre los hombres sexualmente compulsivos, el 28% mostraba signos de depresión, en comparación con el 12% de la población general.

Excluyendo otras actividades

Un adicto al sexo puede obsesionarse con el sexo hasta el punto de tener dificultades para dedicarse a sus otras actividades. Pueden retrasar sus responsabilidades en la escuela, el trabajo o su vida personal, o retraerse socialmente. También pueden dar prioridad al comportamiento sexual sobre otras formas de relajación o aficiones. Las relaciones con los amigos, la familia y la pareja pueden verse afectadas por ello.

¿Masturbación excesiva?

Aunque la masturbación puede ser una forma saludable de explorar la sexualidad y expresar el deseo sexual, la masturbación excesiva puede ser un signo de adicción sexual. Esto puede ser una masturbación compulsiva, una masturbación en momentos inapropiados o incluso una masturbación que cause malestar o dolor físico.

¿Incorporarse a comportamientos arriesgados o inapropiados?

En algunos casos, la adicción sexual puede llevar a comportamientos sexuales inapropiados y/o de riesgo. Esto puede incluir el exhibicionismo, el sexo público, el sexo sin protección y el sexo con prostitutas.

En algunos casos, esto puede llevar a alguien a desarrollar enfermedades de transmisión sexual. Los estudios han demostrado que las personas que se identifican como sexualmente compulsivas son más propensas a desarrollar enfermedades de transmisión sexual como el VIH.

¿Engañar a la pareja?

Una persona con adicción sexual puede sentirse obligada a buscar sexo con nuevas parejas, incluso si esto significa engañar a su pareja o tener una aventura extramatrimonial. Pueden buscar aventuras de una noche con regularidad o incluso ser infieles varias veces con diferentes parejas.

¿Cometer delitos sexuales?

En algunos casos extremos, las personas pueden participar en actividades delictivas como el acoso, la violación o el abuso sexual de menores. Aunque algunos delincuentes sexuales también pueden ser adictos al sexo, no hay pruebas de que la adicción sexual pueda llevar a alguien a cometer delitos sexuales?

Tratamiento de la adicción sexual

Puede cambiar un adicto al sexo? Sí, aunque puede requerir el tratamiento de un profesional médico como un psicólogo, psiquiatra o terapeuta sexual?

Dependiendo de la causa subyacente y de cómo se manifieste en la vida personal de cada uno, el tratamiento puede variar. Si la adicción al sexo se presenta junto con otro trastorno de ansiedad o del estado de ánimo subyacente, el plan de tratamiento puede incluir también medicamentos.

Las formas de tratamiento pueden incluir:?

  • Terapia individual con un profesional de la salud mental

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC)?

  • Ÿ Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)?

  • ¿Terapia psicodinámica?

  • Terapia de grupo?

  • Grupos de apoyo

  • Tratamiento en régimen de internado?

  • Asesoramiento de pareja o asesoramiento matrimonial?

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