Un entorno desordenado puede limitar tu capacidad para concentrarte y procesar la información, según un estudio reciente.
Echa un vistazo a tu casa. ¿Ve papeles apilados en los mostradores? ¿Ropa metida en los cajones? ¿Armarios de ropa blanca que parecen zonas de guerra?
Es posible que tenga un problema de desorden, y podría afectarle más de lo que cree.
Un entorno desordenado puede limitar tu capacidad de concentración y de procesar información, según un estudio reciente. Los científicos utilizaron escáneres cerebrales para mapear las respuestas de las personas que miraban una pantalla de ordenador con imágenes dispuestas de diferentes maneras. Cuanto más desordenadas estaban las imágenes, más dividida estaba la atención del cerebro, lo que llevó a los investigadores a concluir que estar organizado podría ayudar a aumentar la productividad.
Suena bien, ¿verdad? Pero organizarse no es tan fácil. Esto se debe a que el desorden va más allá de las cosas, dice la doctora Melva Green, coautora de Breathing Room: Open Your Heart by Decluttering Your Home. "El desorden físico es a menudo una manifestación externa de emociones como el miedo, la pena, la vergüenza y la culpa", dice.
Las emociones detrás del desorden
Para lidiar con el desorden, también tienes que lidiar con las emociones que representa tu desorden. Green sugiere tres pasos para empezar.
Identifica tu objetivo final. Es hora de poner en orden tu dormitorio? Piensa en lo que quieres conseguir del espacio, dice Green. "¿Romance? ¿Descansar? Las mujeres pueden decir que quieren más intimidad, pero primero hay que quitar el desorden de la cama". Ponerle nombre al objetivo te ayuda a ser intencional en la creación del espacio que deseas.
Recluta a un amigo. Cuando estés preparado para empezar a revisar tus cosas, pide a un amigo que se acerque. "Una tercera persona puede ayudarte cuando te sientas atascado, motivarte cuando te sientas abrumado y animarte a soltar cosas a las que te aferras y que no necesitas, tanto física como emocionalmente", dice Green.
Hazte tres preguntas. Mientras limpias, con cada objeto que recojas, pregúntate: ¿De qué me sirve esto? ¿Puedo vivir sin esto? ¿Cómo me impide estar contento con lo que soy ahora? "La clave", dice Green, "es estar agradecido por las cosas que tienes... y luego estar dispuesto a dejarlas ir".
Preguntas y respuestas de expertos
Q:
"La oficina de mi prometido en casa es un desastre y me vuelve loca. Cada vez que le pido que lo limpie, dice que sabe dónde está todo. Pero, ¿no sería más eficiente si las cosas estuvieran más ordenadas?". -- Sarah Turcotte, 33 años, escritora, Nueva York
A:
"No necesariamente. Aunque el desorden supone un problema para la mayoría de la gente, algunos tipos creativos pueden inspirarse, según un estudio de la Universidad de Minnesota. Lo que a ti te parece un absoluto caos podría ser mágico para tu prometido. Puede ser que él sea una de las pocas personas que ven el desorden como un estímulo y no como una distracción, así que puede ser mejor dejarlo a su aire... y sólo pedirle que mantenga la puerta cerrada". -- Melva Green, MD
Encuentre más artículos, navegue por los números anteriores y lea el número actual de "Doctor Magazine".