Descubra cómo ajustar las expectativas poco realistas puede mejorar su salud mental.
Algunas expectativas pueden ser buenas y animarte a superar los obstáculos y perseguir tus sueños. Sin embargo, cuando tus expectativas no son realistas, pueden crear fricciones, malentendidos, frustración y mucho más.
Como adulto, tienes la oportunidad de analizar tus valores y creencias y decidir si tienes expectativas poco realistas. Si las tienes, no pasa nada. Hay cosas que puedes hacer para ajustar tu mentalidad y conseguir más felicidad en la vida.
Ejemplos de expectativas poco realistas
En el trabajo. Es una creencia común que hay que esperar la oportunidad adecuada. La verdad es que desear y esperar sólo te llevará hasta cierto punto. Nada está garantizado. Si realmente quieres algo, ve a por ello y pasa a la acción.
Las amistades. Considera este ejemplo. Tu compañero de piso nunca piensa en lavar los platos porque su padre nunca lo hizo. Aunque sea una expectativa inconsciente, es un indicio de que tu compañero de piso espera que lo haga otra persona. Como puedes imaginar, esto puede causar fricciones entre las demás personas que viven en tu casa.
Una expectativa más realista podría ser que todos en la casa compartieran la responsabilidad de lavar los platos. Ser consciente de tus expectativas poco realistas y ajustar tu comportamiento es un signo de madurez emocional.
Matrimonio. Cuando buscas a tu futuro cónyuge, puede que esperes que con quien te cases sea tu alma gemela y "te entienda". La verdad es que tú y tu cónyuge tenéis orígenes diferentes y experiencias vitales distintas, por lo que vuestra visión de la vida y vuestra forma de hacer las cosas variará.
No pasa nada por no estar de acuerdo en todo, por tener desacuerdos y por no gustar siempre al otro.
El dinero. Otra expectativa común es la creencia de que cuanto más dinero ganes, más éxito tendrás. Ganar dinero es estupendo, pero la riqueza puede empobrecerte en otras áreas de tu vida. En lugar de gastar tu tiempo persiguiendo el dinero, puedes centrarte en proporcionar valor a otras personas mientras mantienes una vida bien equilibrada.
Las expectativas y tu bienestar
La clave es tomar conciencia de tus expectativas y decidir si son saludables.
Sabrás que tus expectativas son saludables cuando lo sean:
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Respetuosas
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Justo
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Compasivo
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Reflexivo
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Pensado
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Razonable
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Honesto
Sin embargo, si tienes unas expectativas poco realistas, puedes encontrarte con que te esfuerzas mucho y no consigues nada. No alcanzar una expectativa poco realista, como convertirse en millonario a los 30 años o tener una vida o un trabajo perfectos, puede llevarte a la frustración, al autojuicio e incluso a la depresión.
Ajuste sus expectativas
Antes de poder ajustar nuestras expectativas, es importante reconocer y apreciar dónde estás en la vida. Es útil hacer una autorreflexión para determinar si tus expectativas son realistas. Llevar un diario puede ayudarte a hacerlo. Si descubres que no lo son, no te preocupes. Identificar en qué punto te encuentras es un buen punto de partida.
A partir de ahí, prueba estos consejos:
Practica la gratitud. Tómate el tiempo necesario para celebrar tus progresos, hitos y victorias. Da gracias por haber hecho las cosas que has conseguido. Esto puede ayudarle a mantenerse positivo y a mantener las cosas en perspectiva. La gratitud puede ayudarle a empezar a ver los contratiempos y los fracasos como oportunidades de aprendizaje en lugar de como fuentes de sentimientos negativos.
Aplastar las comparaciones. Ya sea cara a cara o en las redes sociales, resiste la tentación de compararte con los demás. En su lugar, céntrate en tu bienestar.
Por ejemplo, en las redes sociales, puedes intentar preguntar:
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Las publicaciones que veo, ¿me hacen sentir peor o mejor?
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Estoy comparando mi cuerpo, mi vida o mi éxito con los demás?
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Alguna de mis fuentes sociales está afectando negativamente a mi salud mental?
Al reflexionar sobre tus respuestas, es posible que quieras hacer algunos cambios. Considera eliminar o bloquear las cuentas que puedan estar afectándote negativamente. En su lugar, sigue cuentas que publiquen memes divertidos, promuevan la positividad o compartan contenido motivacional que te haga sonreír...
Cuando se trata de tus relaciones personales, es fácil hacerse preguntas similares. Si te comparas constantemente con otras personas de tu círculo social, puede que sea el momento de cambiar tu estado de ánimo o de tomarte un descanso. Recuérdate a ti mismo que todo el mundo tiene luchas diferentes, y que cualquier medida de éxito no es la única.
Sé amable contigo mismo. En lugar de decirte a ti mismo: "Debería haberlo hecho mejor", dite: "Hice lo que pude con los recursos y el tiempo que tenía". Muéstrate amable y reconoce la cantidad de esfuerzo que dedicas a diferentes actividades.
El autocuidado es una forma esencial de ser amable con uno mismo. Las actividades de autocuidado no sólo pueden mejorar tu estado de ánimo, sino que también pueden ayudarte a reducir la sensación de ansiedad y estrés. Averigua qué actividades te ayudan a relajarte o te hacen feliz, e incorpóralas a tu agenda.
Pide ayuda. A veces no nos damos cuenta de que nuestras expectativas son poco realistas. Hablar de ello con alguien de confianza puede aportar claridad.
Límites de las expectativas
Tus expectativas no cambiarán de la noche a la mañana, pero si trabajas en ello, con el tiempo verás el progreso por el que has estado trabajando. No siempre es fácil, pero ajustar las expectativas poco realistas puede aportar enormes beneficios y una renovada sensación de paz.
Si está experimentando un malestar emocional o le resulta especialmente difícil ajustar sus expectativas poco realistas, no está solo. Un profesional de la salud mental autorizado puede ayudarle.