Racismo y salud mental: Lo que hay que saber

La discriminación racial puede desencadenar toda una serie de problemas como el estrés crónico, la ansiedad y la depresión. Descubra cómo el trauma racial puede afectar a su calidad de vida diaria.

Los actos de racismo pueden ser muy variados. Por lo general, se clasifican en una de las dos categorías principales:

El racismo a nivel micro es el que se experimenta personalmente en el día a día en público o en el trabajo, o el que se ve sufrir a los demás. Puede ir desde la confrontación física y verbal obvia hasta actos más sutiles dirigidos a las minorías. Puede incluir cosas como el maltrato, la falta de respeto o los chistes racistas sin fundamento.

El racismo a nivel macro o sistémico es el que se experimenta a través de leyes, reglamentos y políticas. Incluye los tipos de historias que se cuentan en los medios de comunicación sobre las personas de color, así como las normas que rigen instituciones como el sistema de justicia, la atención sanitaria, el sistema educativo o el sistema financiero.

Cómo afecta el racismo a las emociones?

El racismo y la discriminación, tanto a nivel micro como macro, pueden minar la confianza en uno mismo. Pueden hacer que te cuestiones tu identidad y que tengas miedo de hacer las tareas cotidianas. Con el tiempo, pueden provocar efectos emocionales como:

  • Pensamientos tristes, depresivos o suicidas.

  • Ansiedad, sensación de que debe mantenerse en guardia ante futuros incidentes

  • Menor autoestima. Crees en los mensajes negativos sobre ti y las personas que se parecen a ti en tu comunidad. Esto se llama racismo interiorizado.

  • Perspectiva negativa y desesperanza sobre la posibilidad de cambio en su calidad de vida diaria

  • Angustia y síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT)

  • Ira

  • Agotamiento, como la falta de energía para planificar o pensar

Qué es el trauma racial?

Ya sea la sutil discriminación cotidiana o las constantes noticias sobre la violencia contra las personas de color a lo largo del tiempo, los efectos insultantes y deshumanizantes del racismo pueden sumarse a lo que los expertos llaman trauma racial.

La intensidad del trauma racial puede variar de una persona a otra. En algunos casos, los síntomas pueden parecerse mucho al TEPT. Puede hacer que vuelva a recordar constantemente los acontecimientos angustiosos en su cabeza y afectar a su bienestar general.

Los síntomas del trauma racial incluyen:

  • Aumento del estado de alerta y evitación de las amenazas percibidas

  • Estrés crónico

  • Patrones de sueño irregulares

  • Comportamiento agresivo

  • Baja autoestima

  • Abuso de sustancias

  • Sentirse desconectado de los demás

  • Evitar las interacciones con la gente

  • Evitar nuevas oportunidades o asumir riesgos

Si no tratas los síntomas, el trauma racial puede repercutir en la vida diaria y afectar a tu capacidad para funcionar correctamente, concentrarte en el trabajo y mantener las relaciones con tu familia y amigos.

Cómo afecta el racismo a tu salud física?

Enfrentarse a comportamientos racistas con regularidad, ya sean sutiles o frontales, puede sacudir definitivamente tu bienestar mental. También hace que tu cuerpo libere hormonas del estrés que te ponen en un estado de alerta elevado. Esto puede dar lugar a problemas físicos que conducen a enfermedades como:

  • Inflamación

  • Niveles elevados de cortisol

  • Presión arterial elevada

  • Aumento de la frecuencia cardíaca

  • Disminución de la función inmunitaria

Qué dice la investigación?

Un estudio reciente dirigido por la Universidad de California en Los Ángeles descubrió que enfrentarse a la discriminación cuando se es un adulto joven hace que sea más probable desarrollar problemas mentales y de comportamiento a corto y largo plazo. Los investigadores analizaron décadas de información sobre la salud de más de 1.800 estadounidenses de entre 18 y 28 años que citaron la raza como un factor común de discriminación.

El estudio también descubrió que aquellos que se enfrentaban a la discriminación con frecuencia, es decir, unas cuantas veces al mes o más, tenían un 25% más de probabilidades de ser diagnosticados con una enfermedad mental. También tenían el doble de probabilidades de desarrollar un malestar psicológico grave con el paso del tiempo.

De hecho, como persona de color, es mucho más probable que esté expuesta a factores socioeconómicos negativos como la pobreza, el desempleo, el encarcelamiento o los abusos. Según las investigaciones, los adultos negros tienen un 20% más de probabilidades de manifestar un malestar psicológico grave que los adultos blancos.

Además, la investigación también muestra que los adultos nativos e indígenas americanos tienen la tasa más alta de enfermedades mentales reportadas de cualquier grupo de identificación racial.

Formas de afrontar el racismo y el trauma racial

Aunque no puedas cambiar el trato de la gente, frenar el comportamiento racista dentro de la sociedad o luchar contra el racismo sistémico en un futuro próximo, hay cosas que puedes hacer para mejorar tu estado de ánimo y cuidar mejor tu salud emocional y física.

Habla de tus experiencias. Encontrar un espacio seguro para compartir lo que has vivido puede suponer un alivio. También puede reducir el riesgo de sufrir problemas de salud mental.

Poner nombre a tus emociones. El racismo puede hacer que te sientas insultado, menospreciado o desconectado. Independientemente de lo que sientas, ponerle una etiqueta a la emoción puede darte fuerza y permitirte trabajar con ella de forma constructiva.

Localiza e identifica lo que te desencadena. Trata de delimitar la persona, el lugar o la situación que afecta a tu salud mental. Esto puede aliviar la ansiedad y ayudarte a procesar el trauma.

Encuentra un modelo de conducta o un mentor. Conecta con alguien que te inspire y motive. Esto puede dar un impulso a tu autoestima.

Tómese un descanso de los desencadenantes. Los incidentes de discriminación racial pueden agudizar las emociones. Con el tiempo, pueden desgastarte. Tómate un descanso de cualquier cosa o persona que pueda desencadenar esos sentimientos.

Conéctate con otras personas que tengan experiencias similares. El apoyo de los compañeros y la sensación de conexión con los amigos, la familia o un grupo de apoyo pueden ser una forma poderosa y eficaz de superar o gestionar los problemas de salud mental.

Únete a organizaciones que luchan contra el racismo y crean un cambio positivo. El racismo es un problema muy arraigado y, aunque el cambio no es posible de la noche a la mañana, unirse a un grupo organizado que trata de cambiar las leyes y reglamentos para protegerte a ti, a tu comunidad y a otros grupos minoritarios vulnerables puede ser un estímulo. También puede darte una sensación de control y ayudarte a encontrar tu voz, lo que puede aumentar tu autoestima.

Busca ayuda profesional para la salud mental. Si tienes problemas de salud mental a causa del racismo que has experimentado personalmente o de forma sistemática, y que afecta a tu vida diaria, busca ayuda médica profesional. Tu médico, psicólogo o consejero puede orientarte en la dirección correcta. Es posible que tengas que tomar medicamentos recetados para controlar tu salud mental.

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