Salud mental: Tipos de enfermedades mentales

Aprende más del médico sobre los diferentes tipos de enfermedades mentales.

Hay muchas condiciones diferentes que se reconocen como enfermedades mentales. Los tipos más comunes incluyen:

  • Trastornos de ansiedad:

    Las personas con trastornos de ansiedad responden a ciertos objetos o situaciones con miedo y temor, así como con signos físicos de ansiedad o pánico, como aceleración de los latidos del corazón y sudoración. Se diagnostica un trastorno de ansiedad si la respuesta de la persona no es apropiada para la situación, si la persona no puede controlar la respuesta o si la ansiedad interfiere en el funcionamiento normal. Los trastornos de ansiedad incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas.

  • Trastornos del estado de ánimo:

    Estos trastornos, también llamados trastornos afectivos, implican sentimientos persistentes de tristeza o periodos en los que se sienten excesivamente felices, o fluctuaciones desde la felicidad extrema a la tristeza extrema. Los trastornos del estado de ánimo más comunes son la depresión, el trastorno bipolar y el trastorno ciclotímico.

  • Trastornos psicóticos:

    Los trastornos psicóticos implican una conciencia y un pensamiento distorsionados. Dos de los síntomas más comunes de los trastornos psicóticos son las alucinaciones -la experiencia de imágenes o sonidos que no son reales, como oír voces- y los delirios, que son creencias fijas falsas que la persona enferma acepta como verdaderas, a pesar de la evidencia de lo contrario. La esquizofrenia es un ejemplo de trastorno psicótico.

  • Trastornos de la alimentación:

    Los trastornos alimentarios implican emociones, actitudes y comportamientos extremos relacionados con el peso y la comida. La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son los trastornos alimentarios más comunes.

  • Trastornos del control de los impulsos y de la adicción:

    Las personas con trastornos del control de los impulsos son incapaces de resistirse a los impulsos, o impulsos, de realizar actos que podrían ser perjudiciales para ellos mismos o para los demás. La piromanía (encender fuego), la cleptomanía (robar) y la ludopatía son ejemplos de trastornos del control de los impulsos. El alcohol y las drogas son objetos comunes de las adicciones. A menudo, las personas con estos trastornos se involucran tanto con los objetos de su adicción que empiezan a ignorar las responsabilidades y las relaciones.

  • Trastornos de la personalidad:

    Las personas con trastornos de la personalidad tienen rasgos de personalidad extremos e inflexibles que resultan angustiosos para la persona y/o le causan problemas en el trabajo, la escuela o las relaciones sociales. Además, los patrones de pensamiento y comportamiento de la persona difieren significativamente de las expectativas de la sociedad y son tan rígidos que interfieren con el funcionamiento normal de la persona. Algunos ejemplos son el trastorno antisocial de la personalidad, el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y el trastorno esquizoide de la personalidad,

    y el trastorno paranoide de la personalidad.

  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Las personas con TOC se ven acosadas por pensamientos o temores constantes que les hacen realizar determinados rituales o rutinas. Los pensamientos perturbadores se denominan obsesiones, y los rituales, compulsiones. Un ejemplo es una persona con un miedo irracional a los gérmenes que se lava constantemente las manos.

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT): El TEPT es una condición que puede desarrollarse después de un evento traumático y/o aterrador, como una agresión sexual o física, la muerte inesperada de un ser querido o un desastre natural. Las personas con TEPT suelen tener pensamientos y recuerdos duraderos y aterradores del suceso, y tienden a estar emocionalmente insensibles.

Otros tipos de enfermedades mentales menos comunes son:

  • Síndromes de respuesta al estrés (antes llamados trastornos de adaptación):

    Los síndromes de respuesta al estrés se producen cuando una persona desarrolla síntomas emocionales o conductuales en respuesta a un acontecimiento o situación estresante. Los factores estresantes pueden ser catástrofes naturales, como un terremoto o un tornado; acontecimientos o crisis, como un accidente de coche o el diagnóstico de una enfermedad grave; o problemas interpersonales, como un divorcio, la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo o un problema de abuso de sustancias. Los síndromes de respuesta al estrés suelen comenzar a los tres meses del acontecimiento o la situación y terminan a los seis meses de que el factor estresante cese o se elimine.

  • Trastornos disociativos:

    Las personas con estos trastornos sufren graves alteraciones o cambios en la memoria, la conciencia, la identidad y la conciencia general de sí mismos y de su entorno. Estos trastornos suelen estar asociados a un estrés abrumador, que puede ser el resultado de sucesos traumáticos, accidentes o catástrofes que puede experimentar o presenciar el individuo. El trastorno de identidad disociativo, antes llamado trastorno de personalidad múltiple o "doble personalidad", y el trastorno de despersonalización son ejemplos de trastornos disociativos.

  • Trastornos facticios:

    Los trastornos facticios son condiciones en las que una persona crea o se queja a sabiendas e intencionalmente de síntomas físicos y/o emocionales con el fin de colocar al individuo en el papel de un paciente o de una persona que necesita ayuda.

  • Trastornos sexuales y de género:

    Incluyen los trastornos que afectan al deseo, al rendimiento y al comportamiento sexual. La disfunción sexual, el trastorno de identidad de género y las parafilias son ejemplos de trastornos sexuales y de género.

  • Trastornos de síntomas somáticos:

    Una persona con un trastorno de síntomas somáticos, antes conocido como trastorno psicosomático o trastorno somatomorfo, experimenta síntomas físicos de una enfermedad o de dolor con un nivel de angustia excesivo y desproporcionado, independientemente de que un médico pueda encontrar una causa médica para los síntomas.

  • Trastornos de tics:

    Las personas con trastornos de tics emiten sonidos o muestran movimientos corporales no intencionados que son repetidos, rápidos, repentinos y/o incontrolables. (Los sonidos que se emiten involuntariamente se denominan tics vocales). El síndrome de Tourette es un ejemplo de trastorno de tics.

Otras enfermedades o afecciones, como diversos problemas relacionados con el sueño y muchas formas de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, se clasifican a veces como enfermedades mentales, porque afectan al cerebro.

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