El médico explica los beneficios de la terapia dialéctico-conductual para el trastorno límite de la personalidad y otros comportamientos autodestructivos.
La TDC puede utilizarse para tratar los comportamientos suicidas y otros comportamientos autodestructivos. Enseña a los pacientes habilidades para afrontar y cambiar los comportamientos no saludables.
Qué tiene de único la terapia dialéctica conductual?
El término "dialéctico" proviene de la idea de que la unión de dos opuestos en la terapia -la aceptación y el cambio- aporta mejores resultados que cualquiera de ellos por separado.
Un aspecto único de la DBT es su enfoque en la aceptación de la experiencia del paciente como una forma de que los terapeutas los tranquilicen -- y equilibren el trabajo necesario para cambiar las conductas negativas.
La DBT integral estándar tiene cuatro partes:
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Terapia individual
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Entrenamiento de habilidades en grupo
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Coaching telefónico, si es necesario para las crisis entre sesiones
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Grupo de consulta para que los sanitarios se mantengan motivados y discutan sobre el cuidado de los pacientes
Los pacientes aceptan hacer tareas para practicar las nuevas habilidades. Esto incluye rellenar diariamente "tarjetas de diario" para hacer un seguimiento de más de 40 emociones, impulsos, comportamientos y habilidades, como mentir, autolesionarse o respetarse a sí mismo.
Qué trastornos trata la TDC?
La terapia dialéctico-conductual se centra en pacientes de alto riesgo y difíciles de tratar. Estos pacientes suelen tener múltiples diagnósticos.
La TDC se diseñó inicialmente para tratar a personas con conductas suicidas y con trastorno límite de la personalidad. Pero se ha adaptado a otros problemas de salud mental que amenazan la seguridad, las relaciones, el trabajo y el bienestar emocional de una persona.
El trastorno límite de la personalidad es un trastorno que provoca una angustia emocional aguda. Los pacientes pueden tener intensos estallidos de ira y agresividad, estados de ánimo que cambian rápidamente y una sensibilidad extrema al rechazo.
Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden tener dificultades para regular las emociones. Experimentan inestabilidad en:
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Estados de ánimo
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Comportamiento
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Imagen de sí mismo
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Pensamiento
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Relaciones
El comportamiento impulsivo, como el abuso de sustancias, las relaciones sexuales de riesgo, las autolesiones y las crisis vitales repetidas, como los problemas legales y la falta de vivienda, son habituales.
La Asociación Americana de Psiquiatría ha avalado la TDC como eficaz para tratar el trastorno límite de la personalidad. Los pacientes que se someten a la DBT han observado mejoras tales como:
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Comportamiento suicida menos frecuente y menos grave
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Hospitalizaciones más cortas
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Menos ira
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Menos probabilidad de abandonar el tratamiento
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Mejora del funcionamiento social
El abuso de sustancias es común con el trastorno límite de la personalidad.La TDC ayuda a los que abusan de sustancias con el trastorno límite de la personalidad, pero no ha demostrado ser eficaz sólo para la adicción.
La TDC también puede ayudar a ciertas personas con depresión, según algunos estudios. El terapeuta o el médico pueden sugerirla sola o en combinación con medicamentos antidepresivos.
Además, los investigadores están estudiando si la TDC puede ser eficaz en el tratamiento de estas afecciones:
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Trastornos del estado de ánimo
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Atracones
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TDAH
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Trastorno por estrés postraumático
Cómo funciona la TDC?
La DBT integral se centra en cuatro formas de mejorar las habilidades para la vida:
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Tolerancia a la angustia:
Sentir emociones intensas como la ira sin reaccionar de forma impulsiva o utilizar la autolesión o el abuso de sustancias para amortiguar la angustia.
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Regulación de las emociones:
Reconocer, etiquetar y ajustar las emociones.
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La atención plena:
Ser más consciente de uno mismo y de los demás y estar atento al momento presente.
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Eficacia interpersonal:
Navegar por el conflicto e interactuar asertivamente.
La TDC ofrece un enfoque de sentido común y de múltiples etapas:
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Etapa 1: Trata las conductas más autodestructivas, como los intentos de suicidio o las autolesiones.
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Etapa 2: Comienza a abordar las habilidades de calidad de vida, como la regulación emocional, la tolerancia a la angustia y la eficacia interpersonal.
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Etapa 3: Se centra en la mejora de las relaciones y la autoestima.
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Etapa 4: Promueve más alegría y conexión en las relaciones.