¿Qué pasa por la cabeza de tu hijo de 11 años? Infórmate sobre los cambios físicos y emocionales que tal vez no notes, y cómo puedes ayudar.
Bienvenidos a la alegre y confusa montaña rusa de los 11 años. Sus hijos han iniciado un importante estirón físico y emocional. Esto es lo que está pasando y cómo puedes ayudarles a mantenerse en el camino.
Lenguaje
A los 11 años, la mayoría de los chicos tienen un vocabulario bastante amplio. Es probable que utilicen gestos y expresiones faciales -como el giro de ojos- para transmitir su opinión. También dominan diferentes estilos de lenguaje. Por ejemplo, es posible que tu hijo utilice mucha jerga y chistes internos cuando habla con sus amigos, pero un lenguaje más formal con su profesor.
Cómo puedes ayudar:
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Visita tu biblioteca local. La lectura no solo ayuda a tu hijo a aprender más palabras, sino que le permite convertirse en un pensador independiente. Si se resisten a la idea, prueba con audiolibros. También puedes ofrecerte a leerles.
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Sigue hablando. Muchos chicos se cierran en banda con sus padres a esta edad. Sigue intentándolo. Tu hijo necesita practicar la expresión de sus pensamientos y sentimientos. Intenta pedir su opinión para que se comprometa. Evita tratar de resolver sus problemas.
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Conoce los signos de los trastornos del habla. Omitir palabras clave al hablar, apropiarse de las conversaciones y no entender las adivinanzas son sólo algunas señales de alarma. Si te preocupa el habla de tu hijo, habla con tu médico.
Desarrollo físico
La pubertad está a la vuelta de la esquina. O puede que ya haya empezado. Como consecuencia, es probable que tu hijo coma y duerma más. Puede que se queje de calambres musculares y dolores de crecimiento. Algunos chicos también empiezan a tener la piel grasa, pelusa de melocotón en el labio superior y una voz más grave.
Los chicos de esta edad suelen ser más conscientes del aspecto de su cuerpo y de su comparación con los demás. Los trastornos alimentarios y los problemas de imagen corporal no son sólo cosa de chicas. Los chicos también pueden padecerlos y pueden empezar a esta edad.
Cómo puedes ayudar:
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Ten en tu casa alimentos saludables. Comed juntos en familia siempre que vuestros horarios os lo permitan.
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Busca un deporte que le guste a tu hijo. Esto facilitará que haga ejercicio cada día. Los chicos de esta edad son lo suficientemente mayores como para disfrutar de los deportes de equipo, aunque todavía estén aprendiendo habilidades más complejas.
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Elogie a su hijo cuando haga algo bien. No te limites a comentar su aspecto.
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Asegúrate de que duermen lo suficiente.
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Asegúrate de que sus vacunas están al día.
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Llévalos a una revisión de la vista.
Social
Los niños de 11 años empiezan a explorar con independencia. No te sientas mal si tu hijo quiere salir con sus amigos en lugar de contigo.
Lo que hace que esta nueva libertad sea complicada es que la mayoría de los chicos de esta edad empiezan a poner a prueba los límites y las normas. No creen que les vaya a pasar nada malo y apenas empiezan a darse cuenta de que sus acciones tienen consecuencias.
Cómo puedes ayudar:
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La presión de los compañeros hace acto de presencia a esta edad. Los niños que se sienten bien consigo mismos son menos propensos a tomar malas decisiones. Establezca reglas y expectativas familiares y tenga planes de emergencia para ayudarles a evitar la presión de los compañeros.
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Explique los peligros del tabaco, el alcohol y el consumo de drogas. Hable de las formas en que su hijo puede rechazarlas. Asegúrate de dar un buen ejemplo y hacer lo mismo.
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Habla de sexo. Busca momentos de enseñanza en programas de televisión, anuncios o vídeos. Dígale a su hijo que quiere asegurarse de que conoce los hechos, así como sus valores sobre el sexo. (Si hablar de sexo le pone nervioso, también está bien admitirlo).
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Vigila la seguridad en línea. Mantén el ordenador familiar en un lugar donde puedas vigilar lo que hacen tus hijos en internet. Instala filtros de control parental y asegúrate de que tu hijo sabe cómo pueden ayudarles.
Emocional
Es probable que tu hijo tenga sentimientos encontrados sobre el hecho de crecer. Sí, están ansiosos y preparados para tener más responsabilidades. (Eso incluye las tareas domésticas.) Por otro lado, pueden sentirse inseguros y dudar de lo que pueden lograr. La autoestima puede caer en muchos chicos de esta edad.
Cómo puedes ayudar:
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Dale a tu hijo la oportunidad de triunfar. Por ejemplo, inscríbelo en una clase de arte extraescolar si tiene talento para el dibujo. También puedes encargarle una tarea que sepas que puede completar, como cortar el césped por primera vez.
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Y deja que fracasen. Sacar siempre de apuros a tu hijo atrofiará su crecimiento emocional. Dales la oportunidad de resolver algunos problemas por sí mismos.
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Busca formas de afrontar el estrés. Ayude a su hijo a afrontarlo asegurándose de que duerme lo suficiente y lleva una dieta saludable. Saca tiempo para estar con ellos todos los días, aunque no tengan ganas de hablar. Si lo hacen, hablad de lo que les hace sentirse mal y pensad en formas de afrontarlo. Si crees que está deprimido o ansioso, habla con tu médico de cabecera.
Académico
Tu hijo se enfrentará a muchos más retos en el colegio este año. La buena noticia es que los chicos de esta edad tienen más concentración que cuando eran más pequeños. Pueden prestar atención durante más tiempo. Memorizar datos les resultará más fácil.
Los niños de 11 años también empiezan a ser pensadores flexibles. Hacen más preguntas y son más propensos a revisar su trabajo.
Cómo puedes ayudar:
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Habla con el profesor de tu hijo. Manténgase al día con los boletines de notas y las conferencias para saber cómo les va en la escuela a lo largo del año. Las malas notas pueden ser un signo de un problema de aprendizaje, un trastorno de atención o incluso una depresión.
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Limita el tiempo de pantalla. Ya sean videojuegos, televisión o redes sociales, mantenlo por debajo de 2 horas cada día.
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Llévalos a una revisión ocular. Los 11 años es una edad común para que los chicos necesiten gafas.