Vacunas de ADN: Lo que hay que saber

Las vacunas de ADN utilizan parte de los genes de un virus o una bacteria para ayudar al sistema inmunitario a combatir las enfermedades. Aprenda más sobre qué son estas vacunas y cómo funcionan.

Las vacunas de ARNm (ARN mensajero) ya se utilizan contra el virus que causa la COVID-19. Los científicos buscan ahora utilizar una vacuna de ADN como otra opción para combatir el COVID-19 y otras enfermedades infecciosas.

¿Qué es una vacuna de ADN?

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es el material genético que se encuentra dentro de las células de todo organismo vivo. Se podría pensar en él como un libro de instrucciones sobre cómo se reproducen las células en el cuerpo.

Desde la década de 1990, los expertos han estado investigando cómo podrían utilizar el ADN para crear vacunas. Son las llamadas vacunas de ADN.

Cómo funciona la vacuna de ADN?

Cuando recibes una vacuna de ADN, tus células traducen la partícula genética del virus o la bacteria en una proteína que tu cuerpo reconoce como elemento extraño. A continuación, tu sistema inmunitario crea anticuerpos que luchan contra esas proteínas concretas, impiden que se adhieran a tus células y acaban destruyéndolas. Las vacunas enseñan a su cuerpo a reconocer estas proteínas para prevenir futuras infecciones.

En qué se diferencia una vacuna de ADN de las vacunas tradicionales?

Las vacunas tradicionales se fabrican utilizando virus o bacterias enteros, o partes de ellos como proteínas o azúcares.

En cambio, las vacunas de ARN y ADN utilizan material genético del virus o la bacteria. El material da a su cuerpo instrucciones para fabricar proteínas extrañas específicas. Esto enseña a su cuerpo a reconocer estas proteínas como una amenaza y a combatirlas.

En qué se diferencian las vacunas de ADN de las de ARNm?

Las dos vacunas funcionan de forma similar. Pero una envía las instrucciones para fabricar la proteína como ADN, y la otra las envía como ARN mensajero.

Ni la vacuna de ARNm ni la de ADN modifican los genes existentes. Y ninguna de las dos puede infectarte con una enfermedad.

Cuáles son las ventajas de la vacuna de ADN?

Las vacunas de ADN tienen varias ventajas potenciales sobre las vacunas tradicionales e incluso las de ARNm:

Pueden desarrollarse rápidamente. Es más fácil crear grandes cantidades de un gen que fabricar proteínas o cultivar bacterias o virus. La rapidez es esencial cuando los virus o bacterias causantes de enfermedades mutan y se propagan rápidamente.

Son fáciles de transportar y almacenar. El ADN es estable. No necesita almacenarse a bajas temperaturas como las vacunas de ARNm.

Son más baratas de fabricar. Es menos costoso fabricar y purificar grandes cantidades de ADN de virus o bacterias que crear vacunas tradicionales.

Vacuna de ADN y COVID-19

En septiembre de 2021, la India autorizó de urgencia la primera vacuna de ADN del mundo para uso humano. Denominada ZyCoV-D, la vacuna fue desarrollada por la empresa farmacéutica Zydus Cadila. Fue aprobada para su uso de emergencia en adultos y en niños mayores de 12 años.

A diferencia de las vacunas de ARNm para la COVID-19 como la de Pfizer-BioNtech o la de Moderna, que requieren dos dosis, las vacunas de ADN de ZyCoV-D requieren tres dosis, administradas con 28 días de diferencia. En lugar de una aguja, se administra con un dispositivo que empuja un chorro de vacuna en la piel. Un estudio en el que participaron 28.000 voluntarios descubrió que la vacuna ZyCoV-D tenía una eficacia del 67% en la prevención de enfermedades graves por COVID-19.

Vacunas de ADN y desafíos

La tecnología de las vacunas de ADN está mejorando rápidamente. Los investigadores están estudiando vacunas de ADN para combatir el VIH y ciertos tipos de cáncer. Pero hasta septiembre de 2021, la FDA había aprobado la vacuna de ADN solo para su uso en ciertas enfermedades animales, como el virus del Nilo Occidental en caballos y el melanoma en perros.

Necesitamos más investigación sobre el uso de vacunas de ADN contra el COVID-19 y otras enfermedades causadas por virus o bacterias. Los científicos aún no comprenden bien la respuesta inmunitaria que provocan las vacunas de ADN. Y tenemos datos limitados sobre su seguridad, posibles efectos secundarios y eficacia.

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