La doctora tiene la primicia de lo que realmente necesitan los bebés para un desarrollo saludable.
El pasillo de los juguetes de la tienda americana media es un carnaval de luces, colores y sonidos. Todas las estanterías están repletas de aparatos que parpadean, giran, pitan, dan vueltas y tocan una sinfonía de melodías infantiles.
Pero antes de desembolsar 29,99 dólares por un móvil luminoso o una guitarra eléctrica para bebés, piense en esto: ¿Necesita realmente su hijo todas esas campanas y silbatos?
"Ningún niño necesita juguetes electrónicos de lujo", dice la doctora Roberta Golinkoff, de la Facultad de Educación de la Universidad de Delaware. "Los bebés necesitan experiencias sensoriales en las que puedan hacer que las cosas sucedan. Y les gusta hacer las cosas una y otra vez".
Lo que significa que la olla y la cuchara de tu armario de cocina gustarán a tu pequeño tanto como un juguete caro con luces parpadeantes. De hecho, el mejor juguete que puedes darle a tu bebé no cuesta nada, porque eres tú.
"A los bebés les encanta interactuar con los humanos", dice Golinkoff. "Los juguetes para los más pequeños deben pensarse realmente como una plataforma de interacción con los adultos de su vida".
Habla con tu hijo. Cántale canciones, léele libros y salid a pasear. El simple hecho de divertirse juntos puede hacer maravillas en el desarrollo emocional, cognitivo y social de tu bebé, según demuestran las investigaciones.
Juega con seguridad
Cualquier juguete que compres debe ser 100% seguro. Algunos consejos:
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Lee la etiqueta para asegurarte de que es apropiado para tu edad.
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Busca bordes afilados y piezas sueltas.
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Vigile que no haya peligro de asfixia: piezas pequeñas que puedan atascarse en la tráquea del bebé. Utilice un probador de piezas pequeñas o un tubo de papel higiénico para comprobar que las piezas son lo suficientemente grandes.
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Asegúrate de que cualquier juguete electrónico que compres no sea demasiado ruidoso. Algunos juguetes pueden alcanzar los 90 decibelios. Eso es tan ruidoso como una cortadora de césped e igualmente capaz de dañar el oído de un niño.
Cuando compres juguetes, deben reflejar la etapa de desarrollo de tu bebé. En los primeros meses, los bebés son demasiado pequeños para agarrar nada, pero les encanta mirar, dice Golinkoff. Cuelga un móvil de colores vivos sobre la cuna, o un espejo para que tu hijo contemple su reflejo.
Hacia los 4 meses, los bebés pueden agarrar los juguetes. También se dan cuenta de que pueden hacer que las cosas sucedan. Los sonajeros, las llaves grandes de plástico de colores y otros juguetes fáciles de agarrar y agitar son muy divertidos. Cuando tu pequeño agite el juguete, imita sus movimientos. "A los bebés les encanta que les imites", dice Golinkoff.
Hacia el final del primer año, cuando su agilidad y movilidad mejoren, busca juguetes que se apilen (como bloques o anillos), que tiren de ellos o que tengan botones que pulsar. Cuanto más sencillo sea el juguete, mejor, porque cuanto más tenga que hacer tu hijo, más estimulará su imaginación.
Durante tu visita a la juguetería, no olvides el pasillo de los libros. Los cuentos interactivos entretienen a los dedos -y a las mentes- de los más pequeños.
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