¿Cómo cambia el pene con la edad?

La edad afecta al pene, al igual que a otras partes del cuerpo. Su tamaño, forma y función pueden cambiar con el paso de los años.

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La edad deja su huella en cada parte de tu cuerpo, incluyendo tu pene. A partir de los 40 años, los testículos producen menos testosterona, la hormona que ayudó a que tu pene creciera durante la pubertad y que alimenta tu deseo sexual. La disminución de la testosterona, junto con otras cosas relacionadas con el envejecimiento, puede cambiar el tamaño, la forma y la función de este órgano tan importante.

Se vuelve gris

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Bueno, tu vello púbico lo hace, al menos. Al igual que el pelo de la cabeza, las células pigmentarias del interior de cada folículo piloso del pubis producen una sustancia química llamada melanina que da al pelo su color: rubio, marrón o negro. Al envejecer, las células pigmentarias mueren, la producción de melanina disminuye y el vello púbico se vuelve gris o blanco. Que el vello de ahí abajo se vuelva gris a los 35 o a los 65 años depende mucho de los genes que hayas heredado de tus padres.

Se encoge

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¡El temido encogimiento! Un pene encogido puede deberse a condiciones relacionadas con la edad, como la presión arterial alta o la obstrucción de los vasos sanguíneos (arteriosclerosis), que reducen el flujo de sangre hacia él. El descenso del flujo sanguíneo, junto con la disminución de los niveles de testosterona, puede hacer que este órgano sea más pequeño. Engordar algunos kilos crea la ilusión de haber perdido longitud. Los pliegues de grasa del vientre ocultan parcialmente el pene, haciéndolo parecer más pequeño de lo que realmente es.

Se curva

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Siempre que te lesionas el pene -ya sea por sexo duro, por deporte o por un accidente- se forma tejido cicatricial. A los 50 o 60 años, el tejido cicatrizal puede llegar a doblarse o curvarse durante la erección. Esta afección se denomina enfermedad de Peyronie. Suele ser dolorosa y puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas. Los tratamientos, que van desde las inyecciones hasta la cirugía, pueden atenuar la curvatura y hacer que las relaciones sexuales vuelvan a ser más cómodas.

Los testículos se encogen

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Por la misma razón que el pene se encoge con la edad -la reducción de la testosterona-, los testículos también se reducen. Las lesiones, la disminución del flujo sanguíneo y el uso de esteroides anabólicos (testosterona sintética) también pueden ser responsables de la reducción del tamaño. A veces, un testículo más pequeño también puede ser un síntoma de cáncer testicular. Si tiene otros síntomas, como hinchazón, un bulto o una sensación de pesadez en un testículo, consulte a su médico.

El escroto se hunde

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Tu piel se vuelve naturalmente menos elástica a medida que envejeces. Al igual que la piel de la cara y el cuello se arruga y se hunde, también puede hacerlo la piel que cubre los testículos. Si la visión de un escroto bajo le molesta demasiado como para llevar un traje de baño o le causa dolor cuando le roza el muslo, puede someterse a una cirugía de rejuvenecimiento escrotal para dar un empujón a su saco.

Es menos sensible

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Su pene pierde naturalmente la sensibilidad a medida que envejece. Así que puede costar más tiempo, y más estimulación, para que te excites y llegues al orgasmo. Si el problema interfiere en tu vida sexual, no te frotes más fuerte, ya que podrías irritar la sensible piel que recubre este órgano. En su lugar, habla con tu médico sobre los posibles tratamientos.

Pierde su resorte

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La más mínima brisa podía producir una erección cuando eras joven. Ahora que eres mayor, los bajos niveles hormonales, la menor circulación sanguínea y los daños en los nervios pueden hacer que conseguirlo sea más difícil. La disfunción eréctil se convierte en un problema más grave cuanto más se envejece. A los 70 años, alrededor del 70% de los hombres tendrán problemas para conseguir una erección. Afortunadamente, los médicos disponen de varios fármacos, dispositivos y soluciones quirúrgicas para este problema.

Cambia de color

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Los depósitos de grasa pueden acumularse en el interior de las paredes de los vasos sanguíneos a medida que envejecemos y limitar la cantidad de sangre que fluye por ellos. La sangre es lo que puede dar a la punta del pene un color rosado. Cuando el flujo sanguíneo disminuye, la cabeza del pene adquiere un tono más claro. En raras ocasiones, el cambio de color del pene es un signo de cáncer. Si además tiene otros síntomas, como un bulto o una llaga en el pene, acuda al médico.

Se queda calvo

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El grosor del vello púbico varía de una persona a otra y en función del grado de acicalamiento que tengas. El vello que rodea el pene, al igual que el de la cabeza, se adelgaza con la edad. Como es menos visible que el pelo del cuero cabelludo, es posible que no sientas la necesidad de hacer nada al respecto. Pero un trasplante de pelo siempre es una opción si te preocupa la calvicie ahí abajo.

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