Inmunoterapia para el melanoma metastásico: respuestas a sus preguntas

Obtenga respuestas a las preguntas más comunes sobre la inmunoterapia para el melanoma metastásico. ¿Cómo es? ¿Habrá efectos secundarios? ¿Adónde se dirige el tratamiento?

¿Cómo funciona el tratamiento?

El tipo más común de inmunoterapia para el melanoma metastásico es lo que se conoce como inhibidor de puntos de control. Estos fármacos frenan el sistema inmunitario del organismo para permitir que las células T, que reconocen y destruyen el cáncer, hagan su trabajo.

Los nuevos tipos de fármacos de inmunoterapia se denominan inhibidores de puntos de control:

  • Atezolizumab (Tecentriq)

  • Ipilimumab (Yervoy)

  • Nivolumab (Opdivo)

  • Pembrolizumab (Keytruda)

Todos estos fármacos son inhibidores del punto de control inmunitario. Ayudan a potenciar las respuestas inmunitarias que podrían ayudar a combatir las células cancerosas.

Al igual que la quimioterapia tradicional, la inmunoterapia se administra por vía intravenosa en la consulta del médico, en una clínica o en la unidad ambulatoria de un hospital. Esto significa que no tendrá que pasar la noche en el hospital.

La frecuencia y la duración de la inmunoterapia dependen de:

  • El tipo de cáncer que tenga y lo avanzado que esté

  • Qué tipo de tratamiento recibe

  • Cómo reacciona su cuerpo a la terapia

Por lo general, acudirá cada 2-3 semanas para una infusión intravenosa. Los medicamentos se administran en ciclos. Eso significa que recibirá el tratamiento durante un tiempo y luego tendrá un tiempo de descanso para que su cuerpo descanse, responda al tratamiento y cree nuevas células sanas.

¿Cómo se sentirá?

No hay dos personas que respondan igual. Lo que le ocurra depende de su estado de salud antes de empezar, de lo avanzado que esté el cáncer y del tipo y la dosis del tratamiento que reciba.

¿Y los efectos secundarios?

La quimioterapia tradicional puede provocar la caída del cabello y problemas sanguíneos. Pero los medicamentos de inmunoterapia no funcionan de la misma manera.

Cuando su sistema inmunitario está en alerta máxima, puede empezar a atacar otras partes del cuerpo, como la piel. Si lo hace, puede aparecer una erupción cutánea con picor y pérdida de pigmentación de la piel. También pueden producirse infecciones. Podrías notar efectos secundarios más graves si tu sistema inmunitario se dispara y empieza a atacar los tejidos sanos. Esto puede provocar diabetes e inflamación de los intestinos, el páncreas y los pulmones. En raras ocasiones, se han producido problemas neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré y la miastenia gravis, e incluso reacciones mortales por ataque al corazón, toxicidad pulmonar y lesiones hepáticas.

Si afecta a los intestinos, puede producirse diarrea. La gravedad de los efectos secundarios varía. Algunas personas tienen síntomas leves o moderados, mientras que otras pueden tener problemas importantes. Uno de los tratamientos más populares -una mezcla de dos inhibidores de los puntos de control: ipilimumab (Yervoy) y nivolumab (Opdivo)- suele causar fatiga severa y pérdida de apetito. Esto puede afectar seriamente a su calidad de vida.

Algunos tratamientos causan efectos secundarios tan sutiles que apenas se perciben. Por ejemplo, los órganos que componen el sistema endocrino, como la tiroides y la hipófisis, pueden inflamarse. Es posible que su médico ni siquiera sepa que está ocurriendo a menos que le haga un análisis de sangre.

A diferencia de la quimioterapia, en la que los efectos secundarios suelen aparecer de inmediato, la inmunoterapia no provoca reacciones hasta que se han administrado varias dosis. El momento varía, pero suele ser dentro de los tres primeros meses, pero después de las tres primeras semanas de tratamiento.

¿Cómo se tratan?

En la mayoría de las personas, los corticoides pueden ayudar a controlar los síntomas y no dejar de actuar. Las cremas de corticoides tópicos y los antihistamínicos orales suelen dar un alivio rápido a los síntomas cutáneos. Los tratamientos de venta libre también deberían funcionar para la diarrea leve.

Los esteroides de alta potencia, como la prednisolona, u otros fármacos que suprimen el sistema inmunitario, son también la opción para tratar la mayoría de los demás problemas, a los que tal vez oiga a su médico referirse como acontecimientos adversos, o EA.

Además de los esteroides, es posible que tengas que tomar suplementos hormonales permanentes después de estar en este tipo de tratamiento. Si los síntomas son demasiado graves, el médico puede interrumpir el tratamiento durante un tiempo. Pero si tiene una reacción que ponga en peligro su vida, tendrá que interrumpir el tratamiento.

¿Cuándo debo llamar al médico?

Cada persona es diferente, por lo que no hay una regla que indique cuándo aparecerán los efectos secundarios. Los problemas cutáneos pueden aparecer de 2 a 3 semanas después de la primera dosis del medicamento, los problemas gastrointestinales pueden tardar de 6 a 7 semanas y los problemas endocrinos pueden no afectarle hasta pasados 2 meses. Algunas personas no tienen efectos secundarios hasta meses después de terminar el tratamiento.

La buena noticia: La mayoría de los efectos secundarios desaparecen cuando usted termina. Pero incluso durante el tratamiento, hay formas de controlarlos. Informe a su médico para que pueda ayudarle.

Dígale cómo afectan los síntomas a su vida diaria. No sientas que te estás quejando. No es así. Estás compartiendo información vital que ellos necesitan para hacer bien su trabajo y para mejorar tu calidad de vida.

¿Es la inmunoterapia adecuada para mí?

Estos fármacos no funcionan para todas las personas con melanoma. Los científicos están trabajando duro para averiguar por qué y señalar las diferencias entre los pacientes que responden y los que no.

Una de las razones por las que pueden funcionar mejor para algunas personas que para otras: Los médicos creen que los tumores que tienen más daños en el ADN tienen más probabilidades de responder a estos fármacos. Esto tiene sentido: Las moléculas mutantes sobresalen en la superficie de la célula tumoral, lo que facilita que el sistema inmunitario las reconozca como extrañas.

Esto significa que los fármacos pueden funcionar mejor con los melanomas causados por un exceso de radiación UV que daña el ADN. Estos hallazgos podrían conducir a pruebas de diagnóstico que identifiquen qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse de estas terapias.

Por otra parte, no hay una causa y un efecto directos en juego. Por lo general, cuantas más mutaciones se tengan, mejor será la respuesta. Pero no siempre. Algunas personas no tienen muchas mutaciones genéticas pero responden bien. Los científicos creen que la causa pueden ser otros puntos de control aún no descubiertos.

O su sistema inmunitario puede necesitar un poco más de ayuda para detectar las células cancerosas y destruirlas. La combinación de estos fármacos anticancerígenos basados en el sistema inmunitario, como una mezcla de ipilimumab y pembrolizumab, podría funcionar mejor. Los estudios mostraron una buena tasa de respuesta, y los médicos obtuvieron el visto bueno de la FDA para utilizar la combinación en 2015.

Todavía hay que hacer algunas conjeturas para saber quién responderá mejor. Los médicos no quieren retener lo que podría ser un tratamiento que salve la vida, así que están más dispuestos a probar los fármacos y a vigilarte de cerca para ver si pueden ayudarte.

Hay algo más en lo que hay que pensar antes de probarlos: Es raro, pero la cura puede ser peor que la enfermedad. La terapia inmunológica puede afectar a otros órganos y sistemas orgánicos. Tu médico tendrá en cuenta todo esto antes de someterte a este tipo de tratamiento.

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