Cáncer de piel no melanoma: ¿Cuáles son los mejores tratamientos?

Existen varias opciones para tratar el cáncer de piel no melanoma. El médico explica los distintos tipos y sus efectos secundarios.

Cuál es el tratamiento del cáncer de piel no melanoma?

Si le acaban de diagnosticar un cáncer de piel no melanoma, alégrese de que usted y su médico lo hayan detectado. La mayoría de las veces es curable, sobre todo si se detecta y trata a tiempo. Y tiene varias opciones de tratamiento, dependiendo del tipo que sea.

Pero tienes que hablar con tu médico sobre los pros y los contras de cada una de ellas antes de decidir cuál es la más adecuada para ti.

Tratamientos localizados

En el caso de los precánceres, los cánceres de piel muy pequeños o los que se encuentran en la capa superior de la piel, el tratamiento puede ser bastante sencillo. Hay una serie de métodos que no requieren cortes ni esfuerzos innecesarios en otras partes del cuerpo. Geles y cremas... Los fármacos de quimioterapia se dirigen a las células cancerosas y las eliminan, mientras que los fármacos de respuesta inmunitaria indican a las propias defensas del organismo que ataquen una zona determinada. Existen varias formas tópicas de ambos fármacos que puede aplicar en la zona afectada de su piel. Dependiendo del tipo que utilices, el tratamiento puede durar entre 2 días y 3 meses, y causar una irritación de leve a grave en la piel.Nitrógeno líquido. El médico puede sugerir que se congele el tumor canceroso de la piel. Puede que tengan que hacerlo un par de veces, pero al final mata las células cancerosas. La piel se llenará de ampollas y se formarán costras, pero una vez que se cure sólo quedará una cicatriz.

Cirugía

Los cánceres de piel de células basales y de células escamosas son los dos cánceres de piel no melanoma más comunes. Para tratarlos se suele recurrir a la cirugía. Estos procedimientos suelen durar entre unos minutos y una hora y sólo requieren anestesia local.Escisión. El médico utilizará una cuchilla para extirpar el cáncer, así como parte de la piel sin cáncer. Se trata de un proceso rápido que suele requerir puntos de sutura y que deja una cicatriz.Electrodessication and Curettages. Este procedimiento recibe su nombre de la herramienta en forma de cuchara llamada cureta. Después de que el médico elimine las células cancerosas, utilizará una aguja eléctrica para sondear la piel alrededor de la zona y eliminar las células cancerosas restantes. Es posible que el proceso se repita un par de veces durante la visita, y es probable que acabe con una cicatriz.Cirugía de Mohs. Durante esta intervención, el médico extrae finas capas de piel de la zona afectada y las examina con un microscopio en busca de células cancerosas. Suele durar horas, porque el médico repite el procedimiento, retirando una fina capa de piel y poniéndola bajo el microscopio, hasta que ya no ve... ninguna célula cancerosa. La técnica de Mohs es habitual para los cánceres que se encuentran en la cara.

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Radiación

Si intenta evitar la cirugía o si su cáncer es demasiado grande, la radiación puede ser una opción. Utiliza rayos de alta energía (como los rayos X) o partículas (como fotones, electrones o protones) para destruir las células cancerosas. Es posible que se le aplique la radiación después de la cirugía para eliminar las células cancerosas que puedan haber quedado. A veces se recomienda como único tratamiento para las personas mayores o las que tienen problemas de salud que hacen que sea peligroso para ellos someterse a la cirugía. La radiación también puede utilizarse en lugar de la cirugía si el tumor es muy grande o se encuentra en una zona difícil de tratar (como los párpados o la punta de la nariz) y la cirugía puede afectar a su aspecto.

Para tratar el cáncer de piel, la radiación externa se concentra en el tumor canceroso para eliminar o detener su crecimiento. Para ayudar a limitar algunos de los efectos secundarios, su médico probablemente utilizará un tipo de radiación llamado radiación de haz de electrones porque no va más allá de su piel. El objetivo es destruir la mayor parte posible del cáncer sin dañar el resto del cuerpo.

El médico también puede utilizar la radiación interna, es decir, colocar materiales radiactivos en el interior de la zona afectada, para acompañar otros tratamientos, especialmente si el cáncer ha hecho metástasis, es decir, se ha extendido a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos.

En la mayoría de los casos, la radiación se administra mediante una máquina. Es muy parecido a una radiografía: no duele y es bastante rápido. Sin embargo, es posible que tenga que someterse a varias sesiones.

Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen:

  • Irritación de la piel

  • Cambios en el color y la textura de la piel

  • Pérdida de cabello en el lugar del tratamiento

  • Daño a las glándulas productoras de saliva y a los dientes (cuando se trata cerca de esas zonas)

Los cánceres de piel no melanoma tratados sólo con radiación tienen más probabilidades de reaparecer que los tratados con cirugía. Y si tiene ciertos otros problemas de salud, como lupus o esclerodermia, la radioterapia puede a veces empeorar esas condiciones.

Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica (TFD), también llamada fototerapia, podría ser una opción si usted tiene:

  • Queratosis actínica, un tipo de precáncer.

  • Cáncer de células basales cerca de la superficie de la piel

  • La enfermedad de Bowen, también llamada carcinoma de células escamosas in situ

Continuación

Con la TFD, el médico utiliza una luz especial junto con un fármaco para eliminar las células cancerosas. El fármaco se aplica en forma de crema que el médico frota en la piel sobre el cáncer.

A continuación, hay que esperar al menos de 3 a 6 horas para que la piel absorba el medicamento. En algunos casos, puede ser necesario esperar hasta 14-16 horas. Cuando el médico enciende la luz, el fármaco entra en acción para destruir el cáncer.

No se puede aplicar la TFD a los cánceres que se adentran en la piel porque la luz no puede llegar tan lejos. Se utiliza principalmente para el cáncer que cubre una gran parte de la piel o que está agrupado en una zona.

La TFD suele funcionar tan bien como otros tratamientos, como la cirugía y la radiación, pero no suele tener efectos secundarios a largo plazo y no deja cicatriz.

Otras opciones

Su médico podría sugerirle otros tratamientos en función del tipo de cáncer de piel que tenga, de si sigue apareciendo y de su estado de salud general. Estos podrían incluir tratamientos menos comunes, procedimientos no aprobados por la FDA o incluso ensayos clínicos. Hable con su médico sobre sus objetivos y preocupaciones específicas.

Después del tratamiento

Una vez que su tratamiento haya finalizado y la zona afectada esté curada, debe proteger su piel. Muchos de estos tratamientos pueden hacer que su piel sea más sensible al sol. Deberá usar diariamente un protector solar de amplio espectro en toda la piel expuesta y reaplicarlo cada 2 horas cuando esté al aire libre o cerca de una ventana, cubrirse con sombreros y mangas largas, y evitar el sol, especialmente de 10 a 16 horas.

Las probabilidades de volver a padecer cáncer de piel aumentan si ya se ha padecido anteriormente. Por ello, ahora es más importante que nunca realizar revisiones periódicas de la piel, saber qué aumenta las probabilidades de padecer cáncer de piel y tomar todas las medidas necesarias para evitar que vuelva a aparecer. Es posible que su médico le recomiende dos revisiones al año en adelante.

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