¿Es el TDAH o la depresión? Puede ser ambas cosas. Vea cómo se relacionan las condiciones y cómo se pueden tratar.
El TDAH es un trastorno cerebral que dificulta la concentración. Los niños y los adultos que lo padecen pueden tener problemas para terminar las tareas, quedarse quietos o no perder de vista las cosas, las citas o los detalles.
La depresión es algo más que un caso ocasional de depresión. Es una profunda tristeza y desesperación que se siente todos los días durante al menos dos semanas seguidas. Puede dificultar el trabajo, los estudios o el sueño.
Hasta el 30% de los niños con TDAH padecen también un trastorno grave del estado de ánimo, como la depresión. Y algunos expertos afirman que más de la mitad de las personas que lo padecen recibirán tratamiento para la depresión en algún momento de su vida.
¿Cuál es la relación?
Algunos síntomas del TDAH y de la depresión se parecen mucho, y eso puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento de esas condiciones. Por ejemplo, los problemas de concentración son uno de los signos tanto de la depresión como del TDAH. Y si tomas medicamentos para aliviar los síntomas del TDAH, es posible que afecten a tus hábitos de sueño o de alimentación, que también pueden ser signos de depresión. En los niños, la hiperactividad y la irritabilidad pueden ser síntomas de depresión, así como del TDAH.
Además, el TDAH puede llevar a la depresión cuando las personas tienen dificultades con sus síntomas. Los niños pueden tener problemas para llevarse bien en la escuela o con los compañeros de juego, o los adultos pueden tener problemas en el trabajo. Esto puede llevar a sentimientos profundos de desesperanza y otros signos de depresión.
Los médicos no saben cuál es la causa de ninguno de los dos trastornos, pero ambos parecen estar relacionados con los antecedentes familiares. Las personas con depresión o TDAH suelen tener un padre u otro miembro de la familia que también la padece.
Cómo tratar el TDAH y la depresión
El tratamiento para ambas condiciones suele implicar una combinación de medicación y reuniones... con un terapeuta.
El modo de empezar puede depender de qué afección le esté causando más problemas. Por ejemplo, si el TDAH está causando estrés, tratar eso primero puede hacer que se elimine una de las causas de la depresión.
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El TDAH suele tratarse con estimulantes que potencian las sustancias químicas del cerebro relacionadas con la concentración y el pensamiento. Pueden ayudar con los síntomas mientras estás en la escuela o en el trabajo, pero también pueden hacer que tengas menos hambre o causar dolores de cabeza o problemas de sueño.
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Algunos medicamentos para el TDAH no incluyen estimulantes y no tienen los mismos efectos secundarios. Pero pueden no funcionar tan rápidamente. Tu médico puede darte una combinación de medicamentos estimulantes y no estimulantes.
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Su médico puede recetarle antidepresivos para tratar la depresión. Estos pueden tardar varias semanas en hacer efecto y pueden tener efectos secundarios, incluyendo pensamientos de suicidio. Los niños o adolescentes, en particular, deben ser vigilados de cerca mientras los toman.
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Los antidepresivos también pueden ayudar con los síntomas del TDAH, ya sea en lugar de los estimulantes o como parte de una combinación de medicamentos para tratar ambas condiciones.
La psicoterapia puede ofrecerte formas de controlar tus síntomas y llevar una vida saludable. Un terapeuta puede darte estrategias para afrontar los retos cotidianos, como los problemas con los amigos, la familia, el trabajo o la escuela.