Hablando de Lupus: Trabajar cuando se tiene lupus

En la Comunidad Lupus doctor, Christine Miserandino habla de cuestiones laborales, de la decisión de solicitar la incapacidad y de los entresijos del proceso de solicitud.

¿Cómo se puede mantener un trabajo cuando el lupus te lleva al hospital varias veces al año? ¿Cuando literalmente no puedes levantarte de la cama muchas mañanas? ¿Y si trabajas por cuenta propia y tienes que cumplir plazos ajustados?

Éstas son algunas de las preguntas sobre cuestiones laborales expresadas por personas de la Comunidad de Médicos con Lupus. Y, como señala la activista del lupus Christine Miserandino, trabajar cuando se tiene lupus no es sólo una cuestión de lucha con la logística. En algún momento, algunas personas con lupus deben plantearse si deben dejar de trabajar por completo. Si su carrera es su pasión, una parte importante de su identidad o una necesidad económica, puede ser una decisión difícil de tomar.

Aunque muchas personas con lupus tienen que enfrentarse a los problemas relacionados con el trabajo, cada persona debe afrontarlos a su manera, dice Miserandino. Ella sugiere considerar estas preguntas si usted está luchando:

  • Puede su empleador hacer ajustes razonables para ayudarle a permanecer en el trabajo?

  • Puedes teletrabajar, trabajar en casa a tiempo parcial o asumir responsabilidades menos estresantes?

  • Es una opción solicitar prestaciones por discapacidad?

Las personas de la comunidad tienen una variedad de experiencias para compartir sobre sus luchas con los problemas laborales.

Una mujer que dejó su trabajo a regañadientes y solicitó la invalidez ha encontrado nuevas actividades que le aportan paz. Ha empezado a escribir un libro, tiene más tiempo para cuidar de su salud y aún espera poder trabajar a tiempo parcial.

Un antiguo administrador de la sanidad sugiere ser sincero con su jefe. Aunque puede ser difícil en algunos tipos de trabajo o en una economía lenta, dice, muchos empleadores están dispuestos a permitir más flexibilidad y adaptaciones.

Pero otro miembro de la comunidad dice que, a pesar de experimentar brotes de lupus mayores y menores, se ha mantenido callada ante los administradores de su trabajo. Cree que han degradado a otros empleados con enfermedades crónicas y no quiere correr la misma suerte. En su lugar, se centra en mantenerse sana y pone toda su energía en el trabajo. Además, ha informado a algunos compañeros de confianza sobre su lupus en caso de que tenga un brote en el trabajo.

Otra mujer, que trabajaba entre 50 y 80 horas a la semana, dice que se tomó una breve licencia por incapacidad en su estresante rutina, pero no fue suficiente para aliviar su situación. En cambio, pudo trabajar con su jefe para reestructurar sus funciones, y ha contratado un seguro de atención a largo plazo para el día en que considere que no puede seguir trabajando. El mero hecho de saber que tiene opciones ha aliviado parte de su estrés, dice.

¿Tienes algún consejo para trabajar con lupus o para solicitar una discapacidad? Comparta sus estrategias para trabajar en un puesto de trabajo o para encontrar el camino en la complicada ruta para conseguir las prestaciones por discapacidad.

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